uno

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 Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde, dos veces lo intente, pero tres sirvió de piedra y para entonces cuatro para mí era perfección era sinónimo de ser par, de amar, sentir solo hacia una persona pero él, él era adicto a concebir la división de 5/2, yo no quería ser 2.5 yo solo anhelaba ser la multiplicación de 2x1 pues siempre íbamos a ser el producto de dos.

Y fue así como poco a poco me daba cuenta que para mí no importaba sumar pues siempre íbamos hacer dos la suma de uno más uno y la multiplicación de dos por uno, el para mí era uno en el mundo, yo para él era cualquier suma, multiplicación, división pero lo más fatal fue saber que para el siempre fui una resta. 

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