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- ¿Puedes traerme un poco de agua cielo? - pregunta en perfecto inglés Rachel, mi esposa.

- Por supuesto amor - dije, pasandole un vaso con agua que estaba en una pequeña cómoda ubicada cerca de su cama. Había sido un día extenuante de verdad. Un sin fin de familiares y amigos habían asistido a conocer a nuestra hija. 《Mucho ajetreo, para mi gusto》.

Luego de agradecer y devolverme el vaso mi esposa, quien obviamente me conocía tal vez mejor que mi madre, me dijo que me relajara un poco, que ya todo había terminado y era hora de descansar. 《Es mejor hacerle caso, casi siempre ella tiene la razón》. Tomé entonces mi ordenador, conecté mis audifonos, coloqué algo de música y finalmente me sumergí en el basto mundo de la internet.

Hace ya 5 años que había dejado mi país natal en busca de mis sueños, que lamentablemente en mi amada Venezuela, eran casi imposible llevarlos a cabo. Lo extrañaba como cualquier otro emigrante, pero mi vida estaba ahora acá. Lo más difícil fue dejar atrás a mi familia, que con mucho trabajo y con la ayuda de Dios lograron enviarme a otro país a continuar mis estudios. Pero ese sacrificio que hizo ese joven asustado de 17 años ahora rinde sus frutos.

- La vida es un sacrificio - me decía constantemente mi madre. Aunque sonoba un poco duro, con el tiempo, me dí cuenta que en realidad no lo era. Sólo trataba de decirme que para ser exitoso en la vida hay que trabajar duro, hay que sacrificarse. La magia y lo inexplicable sucedían después, yo lo llamo Perfección divina o, para ser menos doctrinal, Equilibrio.

Luego de tres años en el decanato de psicología en una prestigiosa universidad de Nueva York y de innumerables noches en vela frente a la PC, logré publicar mi libro. De allí toda mi vida cambió. Conocí a Rachel, conseguí mi título universitario, con los ingresos que género mi libro, bastante buenos para ser mi primera obra, logré comprar una casa en los suburbios de la ciudad《Necesito algo de tranquilidad》me dije. Aunque siempre me han gustado las grandes ciudades.

Un día, no hace mucho tiempo, temprano en la mañana (Rachel y yo aún no compartiamos casa), luego de haber estado estudiando toda la noche para los exámenes finales que dirian si me graduaría con o sin honores, recibí un llamado a mi número local. 《Es raro que alguien llame a esta hora》. En realidad no quería contestar, estaba sumamente estresado y amargado como siempre, pero algo me impulsó a hacerlo.

- ¿Hola?

- ¿Hablo con el señor Reyes?

- El mismo ¿Que se le ofrece?

- Le habla la secretaría del señor Thomas, presidente de nuestro diario, estamos interesados en usted ¿Podría asistir a una reunión hoy a la 1 pm?

Me sorprendio Aproximadamen a las 11:30 pm estaría saliendo de la universidad... este día sería realmente agotador.

- ¿Por qué tanta urgencia?

- El señor Thomas leyó su más reciente libro, le encantó. Si yo sería usted no dejaría escapar esta oportunidad.

Y así ese mismo día, logré graduarme con honores y me convertí en el encargado de escribir de una sección de autoayuda en un prestigioso diaria del país y del mundo. 《Finalmente todo valió la pena》.

Equilibrio: La invasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora