Cap.2
Me desperté unos minutos antes de que la alarma sonara, cambie las sabanas y entre a bañarme ya que necesitaba limpiar la sangre seca de mi piel y refrescar mi mente para un nuevo día, iba a ser igual que todos los jodidos días, pensé. Al salir del baño con el pelo ya seco, me lo amarre en un moño desordenado y escogí mi ropa para hoy día, consistía en una polera manga larga, con rayas blancas y negras, un polero negro largo, un jeans azul y mis zapatillas. Apenas termine de vestirme solté mi pelo y baje a la cocina, tome una manzana y salí rumbo a la preparatoria. Tome el autobús y me senté en el fondo junto a la ventana. Cuándo llegue, baje del bus y revise mi horario, me tocaba literatura. Cuando caminaba por el pasillo, me topé con Jane, una de las chicas que me golpea y hace bulliyng.
Ella era morena, como yo. Alta, delgada y tenía esa seguridad que a mí me faltaba. Lo peor de todo, es que esa chica que hoy me golpea y lastima por dentro, fue mi amiga; según ella, yo le importaba, pero siempre me hacía daño. Ella fue la que hizo que mi autoestima se fuera al suelo, ella me hizo desconfiar de las personas y ella hizo odiarme. Por eso la odio, aun así, no desearía que pasara por lo que me hace pasar. Lo peor de todos es que se defenderme, pero cuando ellos se me acercan no sirve de nada, son muchos contra mí. Me refiero a ellos, porque es ella y sus amigos, ni siquiera sé por qué me golpean y odian, yo nunca les he hecho daño.
Flashback:
Recuerdo una vez que salía del baño, después de tener una sesión con la navaja. Jenna me tomo de los Hombros y me empujo contra la puerta del baño, solo sentí un dolor punzante en la espalda y me dijo:
-¿a dónde crees que vas pequeña perra?
-a...a...a mi salón.
-ah? La pequeña gorda está jugando, bueno juguemos.
-que...no...No yo, nada.
Solo sentí como me agarro del pelo y me estrello contra un casillero, haciendo sangrar la esquina de mi cabeza y luego sonó el timbre. Y me dijo:
-¡te salvaste de esta perra gorda!
Yo solo recuerdo levantarme y salir corriendo de regreso al baño. Que al mirarme al espejo vi mi frente con una línea de sangre y el pelo todo tironeado, solo me senté en el suelo del baño y llore. Cuando ya me hube tranquilizado, me pare del suelo, dispuesta aunque, sea a estar presente siquiera un minuto en clases, pero tocaron el timbre y mi plan se vino abajo. Resignada me fui al patio y espere el timbre que anuncia la siguiente clase.
Fin del flashback
Al parecer iba apurada y solo me miro. Uff me salve esta vez. El timbre me saco de mis pensamientos y me dirigí a mi salón.
Al llegar allí, ingrese más tranquila ya que el profesor de la asignatura no había llegado aún, revise mi horario y supuestamente tocaba historia, pero el profesor nunca llego, así que estuvimos solos la última clase del día.
Sonó el timbre y fui la primera en salir, para no toparme con nadie. Llegue al paradero del autobús y solo habían dos personas un chico y yo. Después de tanto esperar el "dichoso autobús" y por la carrera que me costó llegar acá, me senté en el asiento del paradero, al sentarme pude mirar por el rabillo del ojo, que el chico que estaba en dos puestos más allá del paradero, era el mismo chico de ojos mieles o cafés y cabello castaño. No pude evitar sonrojarme por su mirada del otro día, pero rápidamente ignore ese hecho, ya que no soy llamativa para el sexo opuesto. Luego de sentarme, llego el autobús, me quede nuevamente con este chico. Al buscar un asiento y encontrarlo, me relaje y cerré los ojos por un momento, pero mi momento de relajación, no duro nada; porque sentí una presencia a mi lado y me gire para ver si era real o si es que me lo había imaginado. Para mi mala suerte, era muy real la persona que se encontraba a mi lado y me estaba mirando igual que el otro día, decidí observarlo de la misma manera para ver si se aburría o cansaba de mirarme, pero no, el castaño no desistió de su tarea y yo con lo testaruda que soy, tampoco. Así estuvimos hasta que me percaté de que faltaba un paradero para llegar relativamente cerca a mi casa, digo relativamente cerca, porque luego de bajarme, tendría que caminar unas cuatro o cinco cuadras para llegar a mi destino. Me pare y le pedí permiso al chico para pasar, el aparto la mirada y se paró también, le agradecí e iba a tocar el timbre, pero alguien se me adelanto, no era necesario que me volteara a ver quién fue ya que el castaño no se volvió a sentar al igual que yo y ambos nos bajamos de la micro en el mismo paradero, cruce los dedos porque no tuviéramos el mismo camino y así fue. El chico camino un poco y luego se volteó al mismo tiempo que yo volvimos a cruzar miradas, pero esta vez la aparte yo primero, me coloque los audífonos y cruce para retomar camino a mi hogar.
Hola, yo sé que ha pasado un tiempo desde la última vez que actualice, pero el liceo me tenía copada de trabajos y tareas. Ahora he salido de vacaciones y he aprovechado a actualizar. Me gustaría saber si ustedes quieren socializar conmigo, podríamos hablar que tal les parece la novela o sus gustos personales. Y me alegra mucho que una chica que lee la novela me haya escrito, este capítulo va dedicado a ti. Hasta luego un gusto y gracias por leer.
Atte. : Alex*