Decidí que esto sería tan desordenado y crudo como me salga, puesto que así es emigrar; un desorden. Se te desordena la vida,las emociones, los pensamientos, y sobretodo los planes.
Te obligas a reiniciarte, pero tu corazón y tu mente no lo logra.
Te vas; dejando todo lo que conocías, en camino a lo que un día soñaste: conocer otros países, viajar. Pero resulta que llegó el momento y lo que menos quieres hacer es irte de tu país, de tu hogar,y de ti.
Nada de resulta como creías que sería, ¿y sabes por qué? Porque a diferencia de en tus sueños, tienes un pasaje de ida,pero no de vuelta. -Mierda. Ya pasó casi un año, y duele como si aún estuviese en el bus saliendo de mi hermosa Venezuela.- no se sabe qué nos depara el futuro, tenemos tanto miedo. Ese parece ser el único sentimiento claro: miedo. Pero ya pasó la parte mas difícil, salir de casa. Dejar tu cuarto, tu cocina, tu lugar especial, dar el ultimo abrazo a tu familia...-quisiera haberme quedado en ese abrazo a mi hermanito- es duro, pero la parte positiva es cuando pasa el momento. Pasó. Y no caerás en cuenta de ello hasta...bueno, no sé, cuánto, algunos les toma un mes, a mí me tomó minutos, creo que nunca logré estar tranquila, ¿cómo lo iba a estar si me estaba rompiendo en dos? Ojalá pudiera convertir eso en algo más que una metáfora, me habría encantado dejar un pedacito de mí allá, para que lo abracen antes de dormir, y no sentirnos tan lejos.Esto es básicamente un desahogo, palabras que no llevan a ningún lugar, pero tampoco es que quiera ir a alguno que pudiera, puesto que el único al que quiero, no puedo.
Estas son letras que no tienen rumbo, pero sí razón; un sentimiento nacional:MADURO COÑO E TU MADRE.