Los chicos del grupo siete miraban el pequeño lago que hay junto a la villa con duda.
- ¿Seguro que esto funcionará? - preguntó Sakura.
- Kakashi-sensei dijo que sería perfecto para poder mejorar nuestra habilidad con el chakra, aunque debería haber venido con nosotros.
Ese era Sasuke, que miraba con indiferencia el agua, pero aun así prefería no mojarse.
¿Por qué estaban allí?
Porque hacía mucho que no tenían una misión decente y Naruto, como de costumbre, fue a quejarse. Kakashi se libró de él diciéndole que simplemente tenían que entrenar más. Para conseguir que le dejara leer tranquilo su libro, le propuso que aprendieran a caminar encima del agua con ayuda de su chakra.
Aunque ahora no estaban muy convencidos.
- Sasuke-kun, tienes toda la razón. ¿Cómo no se te ocurrió que nos sería difícil conseguirlo sin el sensei, Naruto? - dijo amable al Uchiha pero un poco fastidiada al rubio.
Si por lo menos estuvieran Sasuke y ella a solas, quizás no le molestaría mojarse. Una sonrisa salió con perversión de sus labios mientras su cabeza maquinaba un plan.
- ¿Lo intentamos? - preguntó el moreno. Miró a Sakura que seguía en su mundo y a Naruto.
El rubio temblaba un poco sin su habitual optimismo.
- ¿Te pasa algo, dobe?
Al oír a Sasuke volvió a la realidad.
- ¿Qué? Em, ¡no! ¿¡Qué me va a pasar!
El azabache se dio cuenta de que no sabía mentir. Mientras tanto, la chica los miró y dijo sonriendo:
- Muy bien, yo voy primera. Se me dio bien con lo del árbol, ¿no?
Sakura caminó un poco indecisa mientras concentraba su chakra. Sasuke aprovechó la oportunidad y volvió a peguntar al rubio.
- Naruto, dímelo.
- Está bien, pero ni una palabra a nadie. No se nadar.
El Uchiha se sorprendió, pero lo ocultó.
- ¿No sabes?
- ¡No, teme! Es que nunca me enseñó nadie.
Su sempiterna sonrisa se entristeció un poco y a Sasuke le dio un poco de pena. Por lo menos él había tenido a alguien con quien aprender.
- No te preocupes, yo te enseñaré.
La cara del rubio se iluminó con emoción. Estuvo a punto de abrazar al teme si no fuera porque sabía que él lo odiaría. Su mirada volvió al lago, ahora más seguro hasta que vio en la orilla a Sakura.
- Pero... no quiero que ella lo sepa.
Sasuke sintió una punzada de celos. Para Naruto, la chica de ojos color esmeralda siempre iba primero. Rechinó un poco los dientes intentando controlarse.
- Tsk, no te preocupes, seguro que lo consigue y nos deja solos.
El rubio se sintió más tranquilo al escuchar eso. Sabía que Sakura se lo diría a todo el mundo, y no le hacía gracia. Porque la opinión de la chica ya contaba poco para él.
¿Desde cuándo?
Desde que se había dado cuenta de que quería que la amistad de Sasuke fuera más que eso. Aunque sentía que no era correspondido, seguía adorando pasar tiempo junto a él, fuera entrenando, discutiendo o sencillamente, sin hacer nada.
La mente del rubio llegó a la obvia conclusión de que si se iba la chica, se quedarían solos.
- ¡Vamos Sakurita, tú puedes! - gritó lo más alto posible.
La chica lo miró con una sonrisa y empezó a correr. Los chicos se quedaron sorprendidos al ver que conseguía andar por encima del agua. Aunque en cierto momento cayó al agua de una manera limpia, que parecía intencionada. Se alejó salpicando a su alrededor hasta volver con los otros dos.
- Uf, ¡qué torpe! - dijo intentando sonar seductora.
- Será mejor que vayas a secarte, seguramente a nosotros nos lleve más tiempo pillarle el truco.
Sakura soltó un exasperado suspiro mientras su inner se quejaba a gritos. ¿Tan difícil era que Sasuke se fijara en su camiseta mojada? Se marchó un poco cabreada bajo una mirada atónita de los otros.
- Voy a por ropa seca, nos vemos.
- ¿Qué mosca la ha picado? - dijo Naruto. - Es igual, enséñame a nadar.
El azabache se acercó al agua pensando en cómo demonios debería empezar.
- Um... primero debería enseñarte lo básico, vamos adentro y te ayudaré por lo menos a flotar.
Se quitó la camiseta lentamente, no por voluntad propia, si no porque estaba concentrado en como dar su "clase". Naruto entreabrió la boca contemplando poco a poco el cuerpo de Sasuke, desde la parte superior del pantalón donde asomaban sus calzoncillos hasta su trabajado cuerpo, deseando arrancarle el mismo la ropa.
El Uchiha se giró hacia el rubio y se sintió alagado cuando notó su mirada clavada en él, aunque decidió no mencionarlo.
- ¿Piensas entrar así al agua?
Naruto se ruborizó y reaccionó demasiado rápido, bajando a toda velocidad la cremallera de su sudadera y atascándola. Dio un par de tirones y soltó un triste gemido.
- Espera, que te ayudo, usuratoncachi.
Le agarró la cremallera y lo acercó a él, solucionando el problema y quedando a poca distancia suya.
- Te- ¡Teme! ¿¡Qué haces tan cerca!?
- ¿Te molesto? - dijo un poco disgustado.
- Claro que no, pero da corte.
Se quitó la ropa deprisa quedándose en boxers. Su mirada se clavó en los oscuros orbes de Sasuke, que se lamía lentamente su labio inferior, contemplando las vistas.
- ¿Piensas entrar así al agua? - preguntó Naruto, imitando con burla al otro.
- Sí, no pienso quitarme los pantalones, aquí puede vernos cualquiera.
- Es... verdad.
Abrió mucho los ojos y miró a su alrededor. Intentó coger sus pantalones, que los había dejado descolocados sobre el suelo, a su espalda. Se agachó pero, con una media sonrisa en su rostro, el azabache le atrapó sus brazos, con un total control sobre él, de manera que el trasero del Uzumaki golpeó contra las caderas del Uchiha.
- Haberlo pensado antes, dobe.
- Pero, Sasuke... ¡Estamos...! ¡Esta posición...!
- ¿Ehm? - se fijó en como estaban y casí le da un infarto. Liberó al rubio que se giró hacia él alejándose con sus mejillas rojas.
La aguda vista del teme se fijó en un bulto entre sus piernas. Se sonrojó un poco (Naruto aun más viendo hacia donde miraba) pero se sintió orgulloso de que el Uzumaki reaccionara de esa manera.
- Lo... ¡Lo siento! - casi gritó el rubio avergonzado.
No se lo podía creer, iba a estropear su amistad con Sasuke por culpa de un calentón. Sin embargo, el chico lo ignoró y se puso de rodillas ante él. Empezó a besar los muslos interiores del rubio.
- Sa-Sasuke, ¿qué haces?
- Yo lo he provocado y yo lo resolveré. Además llevo mucho tiempo queriendo hacer esto, y por lo que veo tú también.
Naruto no dijo nada. No podía pensar. El azabache había llegado hasta su miembro y lo besaba por encima del boxer, mientras desabrochaba sus propios pantalones para trabajar en su reciente erección. Con una mano, le quitó la molesta prenda que apresaba al Uzumaki y lo chupó como un polo, de arriba a bajo. Jugueteó con la lengua hasta que Naruto empezó a producir murmullos de placer. Entonces se metió su virilidad en la boca, a la vez que le daba un masaje en la base. El rubio gimió y sin poder contenerse, embistió suavemente.
- Teme... llevo mucho tiempo queriendo decirte esto - le costaba hablar entre los gemidos que salían de su garganta y su agitada respiración, - pero yo... te quiero.
Sasuke sacó el miembro de su boca y tras un último lametón se levantó.
- ¿Crees qué esta es la mejor ocasión para decírmelo? - pregunto con malicia. Al ver la expresión del pequeño, se ablandó. - Dobe, ¿te estaría haciendo esto si no te amara de verdad?
Sin esperar respuesta, besó apasionadamente al rubio, mientras sujetaba sus dos miembros juntos y los masajeaba, frotándose entre ellos. El rubio se sintió sumamente feliz ante la respuesta de su teme. Cuando empezó a aumentar el ritmo Naruto se separó buscando aire. Una capa de fino sudor cubría sus cuerpos. Los gemidos del rubio eran cada vez más altos, y la voz de Sasuke seguía su ejemplo.
En ese momento, entre oleadas de placer, ambos se vinieron entre las manos expertas del teme. Sin apenas respiración e invadidos por la intensa sensación, se sentaron en la orilla del lago.
Con voz entrecortado, el rubio consiguió hablar.
- Estamos sucios.
- Sí.
-¿Nos bañamos?
- Me parece bien.
El teme se levantó y tendió la mano a su compañero. Corrieron al agua sintiendo como se había ido su amistad para llegar algo más. El rubio gritó con una sonrisa resplandeciente:
- Entonces, ¿me enseñas a nadar?
