Territorio Enemigo

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La habitación estaba a oscuras, Isaack estaba a unos metros frente a mí apuntando una Desert Eagles a mi pecho. Todo mi cuerpo estaba tenso. Mi respiración era superficial.  Miré a Isaack que estaba totalmente quieto, ni siquiera parpadeaba ¿Si quiera estaba respirando? Una mirada a su pecho me dijo que lo estaba. Él me miro y con su mirada me dijo que él no quería hacer esto, que prefería estar en cualquier otro lugar.

El peso de mi G18 semiautomatica, que estaba atada a mi muslo era imposible de pasar por alto. Me sentía vulnerable sin ella. Sudor bajaba a mares desde mi frente. Mi cuerpo estaba temblando ligeramente. ¡Demonios, esto apesta!

-Esta bien, Isaack baja esa cosa.

-¿Uh?- Fue su respuesta.

Le di una mirada de fastidio y a cambio el me frunció el ceño.

-¡Que bajes esa maldita cosa, joder!- Medio susurre medio grite señalando a la Desert Eagles con la barbilla. El bajo la mirada y luego vio hacia donde apuntaba su arma. Una sonrisa malévola apareció en su rostro.

-¿Le tienes miedo a mi bebe?- Dijo moviendo una de sus cejas y reprimiendo una sonrisa. Quería golpear ese bonito rostro.

-Perdona por no querer ir al hospital porque me dispares 'accidentalmente' con esa cosa. De nuevo- Eso hizo que toda la diversión en su rostro se esfumara en una fracción de segundo.

-¡No es justo!- Se defendió -¡Fué un accidente! ¡Apenas habia recibido el sello hacia poco tiempo!- Culpabilidad y arrepentimiento cubrian su rostro.

-Si mi  memoria no me falla yo también habia cambiado hacia poco, también que fui yo la que terminó en el hospital por una semana y también fui yo la que terminó con una cicatriz del tamaño de Texas a un lado de la cadera- El se veía tan mal, tenía los hombros hacia abajo y una expresión de culpabilidad. Haciendo caso omiso a su estado continúe:- Y ni siquiera hablemos de la comida que servían en ese lugar- Ambos hicimos una mueca de asco. Tenia un aspecto miserable. Casi me hizo sentir lástima. Casi. Sacudiendo su cabeza Isaack compuso una expresión seria.

-No es justo que siempre me recuerdes ese fatídico día- Dijo llevándose una mano su corazón- Toda esa sangre... Tuve que botar la camisa con la que presione la herida ¡Y era mi favorita! Luego fui obligado a limpiar la sangre que dejaste olvidada en el piso del polidromo de tiros- El de estremeció visiblemente- Eso fue muy desconsiderado de tu parte. Ah y no hablemos de los días y noches que tuve que pasar en el hospital ¡Sin poder dormir! Ya que aún estando sedada roncabas como un gordo fumador- El terminó con un suspiro cansado y abatido. Ahora en serio quería golpear su rostro. El se me quedo mirando y luego comenzó a reírse a carcajadas.

Después de unos segundos intentando parecer seria y ofendida me rendí y me uní a su risa. Una vez que pudimos calmarnos volví a decirle que dejara de apuntarme. Él bajó su arma y me dio una mirada de disculpa. Una vez que estuve segura de que no me dispararía solté el aire que no sabia que estaba conteniendo hasta ahora. El me dio una mirada interrogativa que ignore por completo. Me di la vuelta y comencé a inspeccionar la habitación.

Estábamos en lo que parecía ser una sala de estar, aunque no sabría decirlo ya que se encontraba totalmente vacía, sin ningún mueble. Las paredes que una vez fueron blancas estaban despojadas de toda decoracion. Habia un par de libros olvidados en una esquina y de inmediato supe que al final de la noche serian míos.

-¿Que quieres hacer primero?- Preguntó Isaack. Sin girarme me encogí de hombros.

-Supongo que podríamos empezar por el piso de arriba- dijo

-Tu ve al piso de arriba, yo iré a revisar las demás habitaciones que hay en este piso. Así acabamos en la mitad de tiempo y podemos ir por comida. Muero de hambre- Dije. Aun de espaldas sabia que tenia una sonrisa arrogante en su rostro cuando dijo:-

Kissed By DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora