MI RUTINA

CAPÍTULO 2

Hola pequeño!! Lo sé, llevo unos días sin escribir, pero tengo mi explicación.

En el segundo día de clase, fui al colegio con Queralt, la verdad es que aún seguía nerviosa porqué tampoco conocía a mucha gente y además me esperaba un día entero al lado del gilipollas.

Cuando llegué a mi clase, por mi suerte aún no había llegado el gilipollas, así que me senté y Queralt me empezó a hablar de los profesores que nos tocaban en cada asignatura, y que no debía tener miedo ya que ella haría todo lo posible para que fuera junto a ella en las materias optativas y así pudiera ponerme al día de lo que nos tocaba estudiar. Sonó el timbre, el profesor de matemáticas entró (losé matemáticas a las 8 de la mañana, eso me va a matar) y Queralt se fue a su sitio. Para mi asombro, o en realidad no, el gilipollas aún no había llegado así que me puse mucho más tranquila.

La clase transcurrió sin ningún problema, ni comentario, así que cuando terminó me fui al baño. Mientras iba por los pasillos la gente me miraba extrañada, claro era la nueva de ese año y no me conocían. De repente, una chica morena, de ojos verdes y alta se me acercó y me dijo:

-       ¿Sabes que todos te están mirando?

Me quedé pasmada, que clase de pregunta era esa, además por qué me hacia esa pregunta. Así que mi respuesta fue:

-       ¿Por qué me preguntas eso?

-       Por nada, sólo quería que supieras que todos te miran porque eres guapa, por cierto, ¿Cómo de llamas?

Vale, esa respuesta no me la esperaba por nada en el mundo. Al principio pensé que lo decía en coña, pero cuando vi su cara supe que había sido sincera. La verdad es que nunca me había considerado que fuera guapa, era la típica chica de metro 70, ojos de color marrón chocolate, cabello largo, moreno e rizado. No estaba delgada pero tampoco gorda, me mantenía en la línea, además jugaba a baloncesto así que eso me ayudaba a ponerme en forma. Pero siempre me había considerado del montón, por eso me extraño que me lo dijera con tanta naturalidad. Así que le dije:

-       Me llamó Júlia, y respecto a lo que soy guapa no creo que me miren por eso, creo que me miran porque soy la nueva. ¿Cómo te llamas tú?

-       Yo me llamó Núria, encantada. Y respecto a lo de no creas que eres guapa, lo eres.

Miré el reloj y ya era la hora de volver a estar en clase, decidí que era mejor despedirme de Núria e no ir al baño, por mucha rabia que me diera. No quería llegar a tarde a la clase. Entonces dije:

-       Adiós Núria, encantada de conocerte.

-       Adiós, igualmente, te veo en el patio.

-       De acuerdo.

Creo que eso último sonó más a pregunta que afirmación, ya que Núria se había ido riéndose. La verdad es que esta chica me tenía muy intrigada, era diferente a las otras chicas que había visto por los pasillos, daba la sensación que no le importaba que la gente la mirara o juzgará lo que ella hacía, simplemente hacía lo que quería, me gustaba eso.

Entré en la clase y una voz muy irritante me sacó de mis pensamientos.

-       Hola guapa.

Pues sí, por mi desgracia el gilipollas había vuelto y se estaba sentado en su pupitre, decidí responder por educación, supongo que no tendría haber respondido.

-       Hola.

-       Ala, pero si la chica que esta buena pero que tiene un carácter de mierda habla.