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Narra Jung Kook

Me encontraba en el hospital, esperando que mi querida y hermosa chica salga de su terapia. Era dolorosa verla en sillas de ruedas. Ella siempre sonriente, risueña. Ella es lo mejor que me pudo haber pasado. Agradezco mucho a Dios por haberme dado a esta hermosa chica.

-Oppa ya nos podemos ir.
Dice estando a mi lado - Ya terminé mi terapia.
Sonrió.

-Entonces vamos a casa.
Contesté mientras me levantaba del asiento para empujar su silla de ruedas.

Si, mi hermosa chica es mi hermana. Por cosas de la vida ella tiene leucemia. Tuvo un accidente que la dejó invalida, las probabilidades que vuelva a caminar no son positivas, pero ella como buena luchadora no se deja vencer y sigue hasta el final.

O hasta donde pueda resistir.

Solo vivo con ella, nuestro padre nos abandonó cuando se enteró que Ela tenía leucemia, ni que decir cuando supo que quedó invalida, por suerte Ela no lo recuerda, pues en ese entonces ella solo tenía 7 años y yo 13.

Cuando cumplí 15 años y ella 9 años mi madre falleció, dos años después que nuestro padre nos abandonó, en ese entonces comencé a odiar a mi hermana, comencé a ser egoísta, de echarle la culpa de lo que me sucedía, pero luego me di cuenta que estaba mal, ella no tenía la culpa de nada, ella sufría más que yo.

Dejé de ser egoísta, de pensar solo en mí, desde ahí me hice cargo de mi hermana. Aveces pasábamos días sin comer, ¿El por qué?, era porque al ser menores de edad no podía trabajar, no teníamos ningún familiar cercano con quien quedarnos, habían veces que todo se complicaba, teníamos que ir por las calles a pedir comida, muchas veces nos miraban con desprecio, desagrado, otros con pena, otros solo nos ignoraban.

<< ¿Cómo dos jóvenes podrían estar tan descuidados y solos? >>

<< Que vergüenza, dan vergüenza ajena >>

<< Me dan pena, pero solo hay que ignorarlos >>

Es lo que solíamos oír de los demás a través del frió clima. ¿En realidad dábamos asco?.

Aveces miraban mal a mi hermana y se burlaban de ella, le decían cosas feas porque estaba en sillas de ruedas, era odioso todo eso, era doloroso cuando ella me decía que no le afectaba, cuando en realidad no era así. Por las noches solía llorar, solo me disponía a abrazarla diciéndole que todo estaría bien, pero, ¿Realmente estaba diciendo la verdad? ¿Cómo puedo dejar de sentirme tan inservible?.

Teníamos que dormir en la calle, no teníamos otra alternativa, pero lo que me preocupaba era ella, su enfermedad avanzaba, ella necesitaba tratamiento, necesitaba sus medicamentos. Muchas veces vomitaba, se ponía pálida o tenía fiebre, me sentía mal por no ser un buen hermano, por no cuidarla como se debe.

Un día tenia ganas de ya no vivir, ya no podía más con todo esto, estaba planeando llevarla a un orfanato, al menos ahí la cuidarían mejor de lo que yo lo hago, Luego de dejarla en buenas manos acabaría conmigo.

Había pasado ya una semana, estaba llevando a mi hermana al orfanato con la mentira que íbamos al parque. Aun recuerdo como ese día lloraba, me rogaba y suplicaba para que no la deje, era como si me arrancaran el corazón, pero tuve que mostrarme fuerte, y dejarla ir.

-Perdóname.
Fue lo único que dije antes de desaparecer de su vista.

Ya estando lejos, aun podía escuchar su llanto. Aun así mostrándome fuerte no tardé en romper en llanto.

La noche había caído, no había probado nada en todo el día, moría de hambre, figurativamente, pero era lo menos que me importaba. Me sentía vacío, impotente al no tenerla a mi lado, y ahora aun mas que ya no lo está.

Era hora que acabe conmigo.

Estando ya en lo alto de un edificio abandonado, mirando al vacío, decidido acabar con mi vida, deseando que Ela consiga una familia, que ame, que la amen. Deseando, queriendo todo eso con los ojos cerrados, pude escuchar esa voz que me sacó del peligro.

-Hay personas que sufren más y lo sabes muy bien, deja que te ayude.
Dijo estirándose para poder tocar mi mano y me de por vencido a la acción que planeaba terminar.

Le conté todo, me ayudó ha superar todo lo que sentía, me ayudó a sacar a mi hermana de ese orfanato, me ayudó con las terapias de mi hermana, nos dio un hogar, nos dio cariño, era ya como un hermano mayor para los dos, su nombre, Kim SeokJIn, mayor por 5 años, aunque no lo parece, pues el sigue siendo infantil.

Ahora tengo 22 años, JIn hyung 27 años y mi hermana 16 años. Somos como una familia, mi modo de ver la vida es de otra manera, mi vida a cambiado, ya no lo veo tan oscuro como antes, ya no la desprecio, ya no la odio, ya no quiero desaparecer.

Ya no, o por ahora.


Euphoria, My Euphoria : Jung Kook - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora