Capítulo 4

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Era un día normal y corriente, estaba tumbada en mi cama con un cojin detrás para poder apoyarme sin dolerme la espalda. Estaba leyendo un libro, la verdad es que hacía mucho que no leía uno. Los libros me encantan. Hacen que tenga mucha más imaginación, me hacen... Soñar.

Ya habían pasado dos meses desde que ocurrió lo sucedido, realmente estaba mejor que nunca. Ya me olvidé de él, y estaba lo suficientemente ocupada como para estar pensado en un subnormal.

Eran las vacaciones de verano, aún quedaba bastante para que empezaran las clases. Esta vez me cambiarón de clase, ya que en la mia no tenía apenas amigos, e incluso a veces me hicieron bulling. Mi principal miedo era no encajar, a veces me cuesta socializar con la gente ya que mi personalidad cambia constantemente. Un día puedo estar feliz de la vida, y otro día puedo estar deseandote la muerte. Pero no me importaba ser así.

Alicia me dijo que mi vecina de enfrente estaría en mi clase. La verdad es que tampoco me llevaba con los de mi recinto, son todos unos críos. Así que, decidí llenarme de valor e intentar hacerme amiga de ella. Su nombre era Elisabeth:

- Tía, mira -me dijo Alicia señalando el móvil- he encontrado el Instagram de Elisabeth, ¡intenta hablarle!

- Bua tia, ¿y si cree que la acoso? No quiero cagarla a la primera.

- ¡Que va! Si es mi amiga, nos llevamos de puta madre. Si se raya ya la hablo.

- Hmm, bueno venga, ¿como es su usuario?

- Elisabeth6930

Busqué su usuario y la seguí, miré un par de fotos de ella, es bastante guapa:

- Seguro que tiene novio -pensé-

Decidí hablarle acto seguido:

- Hola, soy Silvia, hemos caido en la misma clase

Y no me respondió hasta el siguiente día.
Me dijo una cosa más o menos así:

- Hola! Qué tal?

- Bien, y tú?

- Bastante bien

- Me alegro, me gustaría llevarme más contigo ya que me han dicho que eres buena gente

- Oh, claro 😉

Estuvimos un buen rato hablando, la verdad es que esta chica me cayó muy bien, parecía que nos conociamos de antes. Pasamos semanas hablando, y hablando, y hablando... Hasta que un día decidimos quedar. Vivimos enfrente, asi que.

La esperé en su portal, hasta que bajó. Llevaba una camiseta de tirantas que enseñaba bastante escote, con unos pantalones vaqueros bastante bonitos.

- Hola, Elisabeth

- ¡Hola! -dijo y me abrazó- Oye, solo una cosilla, no me llames Elisabeth, no me gusta que me llamen así

- Ah vale, perdona...

- ¡No pasa nadaaa!

Fuimos a una tienda de alimentos que había cerca, y nos compramos unas monsters (ya entiendo porque a Alicia le molan tanto). Fuimos andando y charlando hasta llegar a un parque y sentarnos en un banco:

- ¿Sabes? Creo que eres una persona con la cual se puede confiar bastante -dije un poco en silencio-

- Mucha gente me lo dice jaja todos mis amigos me cuentan sus problemas y cosas sexuales, y yo siempre los escucho y les doy consejos

Al escuchar eso, me hizo tener más ganas de contarselo:

- Sabes... Es que hace un par de meses me ocurrió algo extraño, y como solo tengo a Alicia como una de mis amigas con más confianza, pues no sabía como llevarlo

- A ver, cuentame lo que quieras -dijo acomodandose para verme mejor-

- Un chico me hizo daño hace un tiempo... Y tengo miedo a lo que me puede ocurrir, ya que realmente me entran ganas de hacer algo con alguien, ¿sabes? Pero también al ser tímida y tal...

- Oh, te entiendo, cariño -me dijo poniendo su mano en mi hombro con cara de preocupación- me pasó algo parecido fijate tu

- ¿Ah, si?

- Si jaja. Justo hace dos meses

- ¡Igual que yo!

Y así, es como empezó mi amistad con Eli.

Continuará...

Mi Primer TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora