GAME OVER PLAYBOY: ¿Are You Stupid?

Capítulo 5: ami-enemigo

Jungkook.

Una clase muy, muy, muy, pero muy aburrida.
La misma clase de los lunes. Historia. El mismo profesor anciano que termina durmiendo a todo el salón contando siempre la misma historia de su juventud.

Apoyaba mi cabeza en la mesa viendo que la alimaña dormía sobre el banco pasando desapercibida por el profesor.

Se veia adorable, (muy adorable) habia tocado el timbre de el descanso.
Todos salieron (a excepción mía y de la dormilona de tn), no pensaría en cosas pervertidas, la sacudi un poco para despertarla pero no funcionó. Su hermano entró viendo que ella dormía.
Sonrió para luego dar unos pasos a nosotros.

-no te preocupes yo me encargo -avisó mirandome sonriente. Volteó a su hermana juntando sus manos como megafono - ¡despierta alimañaaaaa! -gritó haciendo que de un brinco del susto.

- ¡ayyyy! -chilló la chica tapandose los oidos.- ni me dejas dormir despues del sermon de papa - vocifero enojada. No pude entender ni una sola palabra, supongo que no notó mi presencia.

- yah, no te enojes. Solo fue un grito. -

- aja, pero ese grito rompe timpanos -dijo la aludida ahora en coreano.

Reí al ver el puchero de la castaña. Empezaron a jugar entre los dos y para cuando me di cuenta yo tambien me habia unido a las pavadas.
Reiamos los tres, el rato se paso tan rápido que ni siquiera se dieron cuenta de que los alumnos entraron a el salon haciendo una <u> inversa y reir como retrasados.
Apenas al escuchar las risas los tres paramos reicorporandonos algo apenados.

Por una parte sentia felicidad y por la otra sentia pena, de solo pensar que ellos hayan visto todo, vaya......, si que daba pena.

Hice una pequeña reverencia sentandome en mi respectivo lugar para empezar asi la clase.
No tomo mucho tiempo para empezar y asi esperar unas torturosas horas para salir.

Al día siguente despues de la escuela quede en la entrada de la preparatoria, gotas de lluvia, si, llovía un poco pero lo suficiente como para usar una sombrilla.
Escuche unos pasos detenerse a la otra orilla de la entrada, era la alimaña, sacaba una mano fuera dejando que se mojara con aquellas pequeñas gotas.

- ten.

Dije extendiendole mi sombrilla y depositarla en sus pequeñas y delicadas manos, no espere nada mas y caminé entre la lluvia entrando al auto.
Mire de reojo a la perparatoria viendo como ella miraba atonita a el paraguas.

Rei por lo bajo, asi concluida mi accion encendí el auto.

Esta vez si lo consegui, pude llamar su atencion. ¡bien hecho Jungkook!. Llegando a casa solo habia una cosa que no cuadraba, papa no estaba y ni mucho menos mama. ¿que pasa?, no sabia nada asi que entre a la cocina viendo a mama, sus brazos estaban sangrando con cortadas y demaciados moretones, el vestido hermoso que traia rasgado de la falda y su rostro...., ni hablar, demacrado por los golpes. Sus ojos cerrados del dolor, solo debilmente soltaban lágrimas.

- ¡mama! -exclame asustado- llamare a una ambulancia, espera porfavor.

-hijo, porfavor cuida de la empresa -suplico entre llantos- no dejes que tu padre se apodere de el dinero, no lo permitas...... -despues de esas ultimas palabras quedo inconciente.

Espere unos segundos escuchando la sirena de la ambulancia.

Tn.

Regresaba de la preparatoria, aun pensando y analizando lo que había pasado ayer. El paraguas colcado en el perchero de la sala, lo miraba desde una distancia, sujetando un plato de ramen en mis manos.
¿que rayos intenta lograr jungkook?. No lo se y ni quiero saber aún.

Encendí la tele cuando escucho la puerta abrirse causando un estruendoso eco al cerrarla, el sonido de tacones avisaba sobre una mujer, ya sabía quien era pero....., ¿que hacia aqui?.

-hola hija -aviso con una semi-sonrisa.

Su actitud es muy diferente, me causa cada vez más curiosidad.

- hija...... -no respondí.- necesito hblar, contestame -volvio a hablar con una voz dulce.

Recuerdo haber escuchado una sola vez ese tono de voz, pero no para mi o para mi hermano, ni mucho menos papa. Era para dos chicos una chica pelinegra y otro, de la misma edad, o eso suponia y sigo suponiendo.
Y esos dos chicos estaban ahi al lado de mama.

- hija.........

-señora si usted viene a hablar conmigo, es un caso perdido -me levante del sillón; ella tomo de mi brazo y me volteó.

- solo escuchame mi niña -insistió, se veia arrepentida.

Deberia estarlo despues de quince años maltratandome.
Ya no la perdonaria, no, no, jamas.

-se que me odias hija....

-no te odio.... -solté, me miro atonita y volví a hablar- pero no te perdono, no busques que papa ya esta aqui.

-ellos se quedaran a vivir aquí, tratalos bien porfavor.

- ¿crees que los trataría mal?, ¡ellos no tienen la culpa de que a ti se te ocurra despreciarme!, siganme..... -sonaba cortante y ambos chicos pisaban mis talones subiendo las escaleras.

-¿crees que sera bueno quedarnos con ellos? -pregunto la chica.

- tranquilos, no es malo -sonreí dulcemente para darles confianza. -buen. Tendras que compartir cuarto con mi hermano -le dije a el chico- ¿cual es tu nombre? -me dirigía a el chico pelinegro.

- Choi Min-Ho -dijo aquel chico.

-un gusto en conocerte -hice reverencia para luego caminar a mi cuarto- tu y yo compartiremos cuarto -dije amable mirando a la chica.

- No hay problema -dijo ella.- soy Lee Ji-Eun.

-soy tn Johnson. -sonreí para luego caminar a el sillón.- acomodate.

Di unas cuantas palmadas a el sillón para luego ver que ella se sentaba comodamente, pregunto por el baño y le señale aquel lugar.

Otro día mas en la preparatoria y nuevo día para Ji-Eun, es mas introvertida de lo que creí, casi ni habla en la casa.
Su hermano es diferente, Min-Ho se la pasa cantando o haciendo musica con cualquier cosa, por mi parte yo solo canto o le sigo el ritmo a mi hermano. Si, ambos chicos salieron siendo mis hermanos por parte de mama.
No era de esperarse, tampoco es que sea sorpresa.

- iremos en el mismo salon, asi que no hay de que preocuparse -le informe a la aludida, se encontraba muy nerviosa la verdad.

- gracias....

¡Y fue la quinta vez que dice gracias!, ¿acaso no sabe otra palabra?.
¡Dios!.

-no hay de que -dije sonriente- entremos -dije entrando a el salon y escuchar murmullos de mis compañeros.