Si de algo había llegado a estar seguro a lo largo de 25 insoportables años de vida.Es que no se merecía nada bueno.
Y si le llegaba a tocar, era tan efímero que poco o nada le provocaba.
Pero ver a Kim Taehyung frente a él, iba a ser una de las pocas cosas que el universo había estado dispuesto a darle.
Tan hermoso, tan delicado, desde la raíz de sus cabellos, pasando por su perfil, bajando por la curvatura de su cuello, donde la piel trigueña, suave a la vista, le provocaba fantasías vergonzosas en sus sueños.
No lo negaría, estaba terriblemente enamorado de él.
Y ahí radicaba el problema.
Era un "él".
Sus padres habrían deseado a una "ella", una saludable muchacha capaz de darle una familia.
Los fríos y vacíos ojos de su madre lo mantenían escondido, se negaba a salir de ese podrido armario, se negaba a ser el mismo.
Porque estaba mal, habían personas que podían ser lo que deseaban porque los dioses les habían regalado un aura blanca, personas como Taehyung.
Y luego estaba Jungkook, el tipo de persona que jamás se merecería nada, porque era incorrecto, sucio, despreciable.
Los audífonos le provocaron una molesto dolor en sus oídos, se negó a bajar el volumen, a veces las voces podían ser despiadadas.
Gritándole mil y un cosas que ya sabía, y todas, cargaban la voz de su madre.
Todo era diferente para Jihyun, era el niño adorado de mamá, todo perfección.
Lo que Jeon jamás había llegado a ser, porque nació maldito.
Si descuidaba su medicina veía cosas que, no estaban ahí.
Tae siempre estaba ahí, mirase donde mirase, con su pulcra ropa blanca y esa sonrisa rectangular que cautivaba a todos los que lo rodeaban.
-- Cuéntame de Taehyung -- su terapeuta era una mujer amable, una linda aura blanca maternal la rodeaba.
-- Sus hijos están bien, por lo que veo -- había soltado casi inconscientemente.
-- Pues si, están perfectamente bien, ¿Cómo lo supiste? --
-- Su aura es igual de blanca que siempre -- una pequeña sonrisa antes de anotar cosas en esa libreta metálica.
-- Anda, no te desvíes, háblame de tu ángel --
-- ¿De Tae? Es simplemente el ser humano más perfecto que he visto nunca, siempre está rodeado de gente, todos lo adoran, aunque a veces intenta acercarse a mi, y es raro ¿Por qué me querría cerca? -- la doctora se acomodo los anteojos antes de hacer más apuntes.
-- ¿Por qué no te acercas a hablarle? Tal vez se lleven mejor de lo que piensas, hasta ahora, se que él vive junto a tu casa, y que han ido a la misma escuela desde el jardín de infantes --
-- Estoy sucio Dra. Han, ya usted sabe --
-- Claro que si, cariño ¿pero y si le generas una idea equivocada a Taehyung? Si dices que busca acercarse, y tu lo alejas, pensará que lo odias --
-- ¿Usted cree eso? -- sus manos se detuvieron, el bordado que había comenzado a hacer a medio camino.
-- Yo me sentiría muy mal si tratando de hacer amigos alguien pareciera odiarme.--
-- Pero el es Taehyung -- reanudó la rosa en donde se había quedado -- si él lo deseara, tendría a todas las personas del mundo, yo no me veo necesario, además, estoy seguro que saldrá del país para la universidad, apenas nos quedan unos meses para ello. --
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¦ Te verías tan bien... ¦ KookV
FanfictionLa tela se deslizaba por sus dedos con una facilidad sorprendente, el precioso traje blanco frente a él había sido su obra maestra, digna de ser usada por su sol. -- No sabes cuánto me habría gustado verte usando esto. --