4. EXTRAÑOS SENTIMIENTOS

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Por las mañanas, en días de descanso, era muy común que Yeontae y Umji al despertar se quedaran un tiempo sentados en la cama, con toda la paciencia y tranquilidad en pijama, leyendo el periódico. La rutina era la misma, Umji preparaba el café para su esposo, él sólo extendía su mano y tomaba aquella taza aún concentrado en su lectura sin apartar su vista, siempre era así, una y otra vez y pese a que tenían muy poco tiempo viviendo juntos, se sentía como una rutina eterna de un par de ancianos.

En esta ocasión no era la excepción, pero el silencio fue interrumpido

—¿Podrías pasarme la sección de viajes? —Pidió Yeontae a su esposa para después saborear aquél delicioso café que sólo su esposa sabía preparar como a él le gustaba—Que Rica jalea —Dijo con un gesto de sorpresa al saborear su café ya que Umji había endulzado con jalea y no con azúcar —Excelente Jalea... Debería hacer jalea.... Podría hacerla —Agregó convencido mientras quitaba el resto de jalea de sus dedos

—Claro que sí —Dijo Umji convencida pero con un tono de indiferencia sobre aquel comentario sin voltear a ver a su esposo. Como si fuese una respuesta automática

Detalle que inmediatamente su esposo notó

—¿No crees que lo haga? —Preguntó con el ceño fruncido esperando ver la reacción a su respuesta

—No lo dudaría —Dijo firme sin hacer gesto alguno. Aún con su vista en el periódico

Yeontae decidió pasar por alto aquello y olvidarlo

—En fin, ayer estuve hablando con Roni —Cambió de tema Yeontae

—Ese hombre está loco —Contestó su esposa ahora sí convencida

—Sí, ese hombre está loco pero tiene una linda y hermosa novia. No se porque lo ama, pero así es y él la engaña con cualquiera —Contó Yeontae a su esposa mientras ella se quitaba las cobijas de encima y se levantaba —Vuelve a la cama —Agregó mientras sus ojos suplicantes la observaban

—Ya me levanté —Dijo Umji poniéndose su bata —¿Ella sabe? —Preguntó curiosa

—Le dije "Si quieres dejarla dicelo" —Respondió su esposo —¿Ya te levantaste? —Preguntó nuevamente deseando que Umji cambiara de decisión

—Sí, me vestire —Contestó Umji sin titubeos —Tal vez él no quiere dejarla. Tal vez no sabe lo que quiere —Comentó su esposa retomando el tema de la vida privada del jefe de Yeontae

—Debería averiguarlo antes de que alguien salga herido —Dijo sin despegar su vista del periódico —¿Por qué estás mirándome? —Agregó con su vista fija en el periódico que sostenía con una mano, mientras la otra sostenía su taza de café esperando con un ligero nerviosismo que no fue detectado por su esposa

—Porque eres muy bueno —Contestó con una sonrisa en el rostro

—Espera a que prepare la Jalea, eso te volverá loca —Sonrió

Mientras tanto SinB arreglaba aquellas hermosas flores para una clienta le pedía. Ella estaba completamente entretenida en cómo hacer lucir más hermoso aquel ramo de flores aunque eso no impedía que sus clientes hablaran mientras ella trabajaba

—¿Que tal un poco de más color aquí? —Preguntó SinB a su clienta, pero realmente parecía más una pregunta para sí misma de cómo le gustaría que ese ramo luciera —Tengo unas Lilis preciosas —Sugirió para que su clienta decidiera el toque final

—¿Porqué no? Claro que sí —Contestó la chica que quería las flores, aunque lucía ligeramente nerviosa y estaba un poco desaliñada —Son para mí novio. Voy a decirle que tendremos un bebé —Dijo intentado sonreír y estar alegre por aquella noticia

IMAGINANOS JUNTAS (Umji y SinB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora