Después de nueve meses llegó el día más feliz y aterrador de su vida. Feliz porque por fin conocería a su pequeña bebita. Y aterrador porque para poder verla tendrían que abrirle el vientre.
Ese día despertó e hizo sus cosas tranquilo pero al parecer su bebé tenía planeado nacer hoy. Empezó con las contracciones, bien, hasta cierto punto podía controlarlo, ya le había pasado anteriormente, pero ahora con cada contracción el dolor incrementaba hasta el punto de convertirse insoportable.
Con el rostro empapado decidió llamar a su esposo y entre hipidos informarle lo que estaba pasando. Chanyeol al escuchar lo que su pequeño esposo le decía a través del teléfono no dudó en salir corriendo de la oficina, subir a su auto e intentar llegar rápido a casa.
El alto le indicó que no colgara la llamada hasta que él llegara a casa y pudieran ir a un hospital, el pequeño aceptó y puso la llamada en altavoz para así acomodarse en una posición mas cómoda.
El alto le platicaba de todos las cosas que haría con su bebé una vez que nazca, el pequeño mientras esbozaba una sonrisa emocionada con cada cosa que su esposo le decia se frotaba el vientre para tratar de al menos disminuir el dolor en lo que llegaba su esposo. Después de 20 largod minutos que el prqueño sintio como una eternidad el alto finalmente llegó a casa, cargando rápidamente a su esposo entre sus brazos y meterlo al auto.
No tardaron en llegar al hospital ni tampoco en ser trasladado a una habitación para que lo prepararan y asi poder entrar a la sala de parto. Se sentía nervioso, sus manos y todo él sudaban, el que chanyeol se la pasara caminando de esquina a esquina como maniático en la habitación no ayudaba.
—Todo estará bien, cariño— le susurraba el alto mientras llenaba de castos besos sus esbeltas manos para así calmarlo. La calidez de las palabras que su esposo enunciaba lograban su cometido, lograban relajarlo.
Después de unos minutos de tranquilidad llegaron unas enfermeras quienes lo llevarían a sala de parto y nuevamente se sintió aterrado.
La parte baja de mi cuerpo fue anesteciada, sentía lo que hacían pero no dolía, aún. Después de unos largos minutos entre sonidos de tijeras y bisturís se escuchó un fuerte llanto. Finalmente su pequeña criatura salió de su enorme, ahora flácido, vientre. No le cabía tanta alegría, felicidad, y todos sus sinónimos, en el pecho.
Ver a su esposo con los ojos aguados, llenos de lágrimas mientras grababa el momento en el que acercaban a su bebé hacia él lo hacían llorar más, se sentía dichoso. El dolor, el peso demás y todo lo que conllevaba estar embarazado definitivamente valió la pena.
8 meses después
Después de que SeunHee naciera debía seguír todas las indicaciones del médico. Que alimentos debía comer y que no debía comef para que cuando alimente a SeunHee sólo le provea todo lo saludable a su pequeña. Sin embargo había una indicación que no puso nada contento a su esposo.
No sexo por al menos 6 meses.
Claramente la noticia le afectó más a Chanyeol que a él. Para Baekhyun la noticia fue buena, no, en realidad fue la mejor.
Cuando estuvo embarazado tenía que alimentarse por dos. Comía mucho, demasiado a decir verdad. Subía de peso como la espuma. Cada día significaba ganar más peso y así por nueve meses.
Tenía las piernas gordas, cuando se ponía un pantalón los rollitos se acumulaban en sus caderas y la cereza del pastel eran las estrías que tenía en sus nalgas.
En su closet, la mayor parte de su ropa, eran camisetas una talla más grande pero aún así toda la grasa acumulada en su panza y en sus caderas eran notorias, no le quedaba de otra que usar la ropa de Chanyeol.
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Inseguro.
FanfictionUn Baekhyun gordito se siente inseguro por como su cuerpo cambió desde que se embarazó. OTP: ChanBaek Género: fluff Advertencia: Leve mpreg y lactancia. OS: 1.6K