El Perro, La Orquídea y La Serpiente. (Sesshomaru&rin)

Killasisa

Corrimos en silencio por el bosque hacia nuestro lugar secreto. Yo estaba preocupada en los 7 años que llevamos juntos nunca había visto a Satoshi de esta forma, esta muy serio y puedo decir, sin temor a equivocarme, que esta asustado aunque no lo demuestre.

Recuerdo que yo lo odiaba, me pareció un hombre despreciable cuando lo conocí, ¿que hombre podía recibir a una chica como pago? Si como pago, el fue al amazonas y a otros clanes en busca de aliados, pero en el amazonas fue donde consiguió sellar un pacto y yo seria el pago que le daría mi tribu ya que aparte de ser su esposa seria la encargada de enseñar a su gente como adiestrar a los animales para convertirlos en compañeros de batalla. Él llego a mi tribu un día que teníamos un problema con un demonio que quería salir de la cueva, en ese entonces yo tenia 15 años, todos peleamos muy bien y él ayudo mucho, desde ese momento mi tribu comenzó a negociar con Sato y yo fui su pago por el conocimiento que él nos otorgo. Con el matrimonio entre Sato y yo sellamos un pacto entre los dos clanes.

A esa edad no lo entendía pero con el tiempo me e dado cuenta que era necesario y al decir verdad aprendí a conocerlo como la palma de mi mano y a amarlo con todo mi corazón.    
                                                   
Cuando vine a Japón tuve que dejar a la mayoría de mis compañeros de batalla y la separación fue muy dura y eso era una razon más para odiar a Satoshi, pero debo decir que desde un principio él siempre intento complacerme en todo, cosa que me hacia odiarlo aun más ya que no me daba razones para detestarlo. Al día siguiente de llegar a Japón él me llevo y me mostró los alrededores de la aldea, mostrándome el amplio bosque donde estarían mis compañeros de batalla, ese mismo día fue cuando encontramos nuestro lugar secreto.

Llegamos juntos a la cascada del rió y ambos entramos en la cueva debajo de ella, en ese momento me sumí en mis pensamientos. Este era nuestro lugar secreto aqui fue donde Satoshi me demostró por primera vez que podía ser un hombre que no solo pensaba en si mismo.

Estábamos en el perímetro de rió cuando miro un pichón de cuervo intentando volar, este perdió el equilibrio y se dirigió directo a la cascada traspasándola, yo sin pensarlo me dirigí hacia allí y para mi sorpresa Sato me siguió sin decirme nada, cuando llegamos descubrimos que bajo la cascada había una cueva y dentro de ella se escuchaba al pobre animal graznando, entre sin pensarlo ya que después de todo yo hasta ayer vivía en una cueva literalmente y mi acompañante seguía junto a mi, encontré al pobre pichón y lo tome entre mis manos, Sato solo me observaba, inspeccione al pichón que tenia un ala rota. No tuve que decir nada ya que mi acompañante enseguida comenzó a curar al animal diciéndome "no podemos dejarlo aqui, debemos llevarlo con nosotros hasta que pueda volar, si lo dejamos aqui podría morir" en ese momento entendí que él no podía ser tan malo como yo creía y comenze a darle una oportunidad dejando mi rencor a un lado.

-Se que estas molesta conmigo y lo que te voy a decir no te va a poner mas contenta- dice Satoshi sacándome de mis pensamientos mirándome seriamente y en un breve instante baja su mirada.

Me pongo tensa y suspiro pesadamente.

-Tu investigación sobre las reliquias fue todo un éxito, la Kusanagi no se perdió en el estrecho de Shimonoseki, la espada estaba donde me dijiste- dice con con el tono que usa cuando quiere evitar darme una mala noticia.
-¿Y la mala noticia es?- digo mirándolo atenta y algo enojada.
-La mala noticia es que la encontré- comenta de forma tajante.

Paso de tensa a confundida ya que no veo la espada por ningún sitio y tampoco creo que haber encontrado la espada sea una mala noticia.

-La espada es muy peligrosa para traerla a la aldea- dice leyendo mis pensamiento y continúa -ésta la esta usando el mismo Oroshi que se encuentra en otra dimensión y amenaza con volver a la tierra, quiere volver liderar a los demonios para luego conquistar la tierra... asi que tuve que hacer un trato con él.