Capitulo 1

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Era un día tranquilo, todo era silencioso. Bostezando ligeramente, abrió los ojos y miro el pozo al lado de ella. Después de la pelea contra naraku, el pozo se cerro, dejándola atrapada en la era feudal.Todos habían estado felices, pero ella no podía compartir ese sentimiento con ellos. Ella se sentía triste por naraku, ella siempre había podidio sentir su alma. Podía sentir su tristeza, su anhelo, su soledad, al igual que su ira, la traición que el sentía. Sabia que todo lo que el había hecho era porque el no había sido amado 

Al principio estaba un poco triste, al saber que no podría regresar, pero lo acepto con rapidez, al menos tenia a sus amigos para estar con ella. Podía ser feliz, si estaba al lado de ellos

Pero... todo comenzó a cambiar unas semanas después. Kikio había regresado, no como un cadáver, sino como una persona viva. Inuyasha la había abandonado inmediatamente al verla, y ella lo acepto, quería verlo feliz. Sango y miroku se casaron, y comenzaron a hacer una vida ellos, junto a kohaku, quien ahora estaba vivido sin ayuda del fragmento y kirara que cuidaba de ellos. Shippo fue a estudiar a una escuela para zorros, y ahora ella estaba sola

Sentándose, miro con mayor atención el pozo. Se sentía abandonada. Sabía que debía estar feliz, por sus amigos, pero aun así estaba algo triste. Ellos rápidamente la habían dejado. Sacudió la cabeza con rapidez intentando apartar esos pensamientos de su mente, y se golpeó las mejillas, para sacar esos sentimientos de su cabeza y sonrió. Ella estaría bien

Sintiéndose mejor consigo misma, se levantó del suelo, y comenzó a caminar de regreso a la aldea, pero en cuanto dio unos pasos se detuvo. Había sentido como algo rozaba contra su reiki, estaba segura de ello. Se quedó quieta en su lugar, y cerró los ojos para concentrarse

En tan solo unos segundos abrió los ojos, y frunció ligeramente el ceño. Había sentido un youki familiar, pero a la vez algo extraño. Miro el bosque unos segundos, y luego miro en dirección a la aldea. Por alguna razón sentía que debía de ir hacia ese youki. Miro entre la aldea y el bosque durante unos segundos debatiendo que hacer, hasta que el final decidió ir a ver el extraño youki

Había pensado por un segundo avisar a inuyasha o a alguien de su grupo, pero al final, decidió ir sola. Ellos ya tenían su vida, además de que ahora no estaban en la aldea. Con el rostro decidido, comenzó a adentrarse al bosque sola. Había trabajo en su reiki, así que ella estaría bien, estaba segura de eso

Siguió el pequeño rastro de youki que podía percibir, duro bastante caminado, pero al fin llego a donde debía de estar el dueño de ese youki. Se detuvo bajo un árbol y miro alrededor. Solo había árboles, arbustos y pasto por todos lados, pero no había ningún youkai a la vista. Algo confundida extendió un poco más su reiki. El youki estaba ahí, pero no podía encontrar al dueño

Miro entre unos arbustos, pero se congelo cuando escucho el llanto de un bebe detrás de ella a solo unos metros. Con rapidez se enderezo y corrió hasta la fuente del sonido. Movió un arbusto y ahí en el suelo, estaba un pequeño bebe de cabellera negra y piel blanca. Tenía los ojos cerrados por la fuerza que hacia la llorar

Sonriendo levemente, se arrodillo en el suelo y tomo al bebe entre sus brazos, pegándolo a su pecho y lo arrullo suavemente para tranquilizarlo. Lo observo un poco y se sorprendió al ver que era el youki que había estado buscando, pero... ella no conocía a ningún bebe youkai, ¿Cómo reconocía su youki?

Cuando él bebe abrió los ojos y la miro, sintió como el mundo se detenía por un segundo. Ella ahora sabia porque lo reconocía, ese bebe era naraku. Sus ojos seguían siendo rojos como la sangre, pero ahora tenían una inocencia infantil. Sonriendo, sin estar asustada por el descubrimiento, acaricio su mejilla, haciendo que naraku comenzara a reír

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora