El secreto es revelado

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La situación era surrealista, iverosímil, Damian no podía creer lo que sus ojos Jade veían peor aun no podía creer lo que su nariz podía olfatear... Y Le gustaba... le gustaba mucho.

Todo había comenzado ese mismo día por la tarde, como siempre Gotham necesitaba de los Batboys y de Batman, era una misión simple relacionada con el trafico de armas de Dos Caras, su padre sugirió separare y a el le había tocado con su Batman.

Estaba conforme muy conforme, Dick era con quien mejor se llevaba y con quien era mas fácil así como eficaz trabajar, tenían confianza y comunicación lo cual facilitaba el trabajo a realizar.

Sin embargo a mitad de la misión el intimo Grayson volador anuncio su retirada, extraño, pensó pero fue aun mas extraño no recibir reprimendas de Batman o un interrogatorio por parte de Jason o Tim. Como si ya supieran los motivos de Dick.

Terminaron con el trabajo de la noche y regresaron a la mansión solo los cuatro, nadie decía nada de lo sucedido a Dick, y aunque intento aclarar sus dudas, todos le daban vueltas al tema, eso solo logro aumentar su curiosidad.

E ignorando la clara orden de su padre de alejase de la habitación de Dick y no molestarlo, espero a que todos, incluso Alfred cayesen dormidos para poder realizar su propia investigación, si nadie le respondía sus dudas entonces el tenia la responsabilidad de responderlas a su manera.

Caminaba con sigilo rumbo a la lejana habitación de su hermano, nunca comprendió porque era que el cuarto de Dick estaba tan alejado de los demás, considerando que el chico era bastante sociable y se llevaba muy bien con todos dentro de la familia.

Entonces porque mantenerlo tan alejado?

Salio de sus esquemas mentales cuando un delicioso aroma azoto su olfato. _Que es esto?_ Siguió olfateando gustoso aquel maravilloso aroma a jazmines y rosas, era un olor delicado y reconfortante. _Huele como a un_ No era la primera vez que se encontraba con un olor dulzón que le provocaba cosquillas en la parte baja y en el vientre, no claro que no, después de todo cuando vivía con los Al Gul donde su abuelo tenia un enorme harem lleno de hermosos y jóvenes omegas que servían para satisfacer carnalmente a la familia. Lo extraño era que el olor se encontrara cerca, muy cerca... dentro de la mansión.

No tenia sentido, su padre era claramente un Alfa de alto rango, fibroso, imponente, y elegante, Todd igual era un Alfa, de menor rango pero un alfa al final de cuentas y cabe decir que era de los Alfas mas violentos que ah visto, Pennyworth era un Beta al igual que Drake, no tenían ningún tipo de aroma especial, eran simples civiles que no presentaban celos ni nada parecido.

_Grayson?!_ Desechando posibles culpables de aquel erótico olor sus deducciones lo llevaron a su propio Batman, ahora que lo pensaba nunca nadie le confirmo que casta poseía Dick aunque siempre pensó que era un Beta un muy hermoso Beta. Porque aunque joven no era ciego, sabia que Richard era poseedor del mejor trasero de Gotham, tan redondo, firme y apretable que se marcaba aun mas cuando se enfundaba en el sexy traje de Nightwing. _Soy mas tonto que Jon_ Se recrimino pues no era posible que pensara que un simple Beta pudiera tener un encanto infantil y un trasero sensual al mismo tiempo.

Siguió caminando rumbo a la habitación del primer Robin, a cada paso que daba el exquisito aroma se fortalecía al igual que sus bajos instintos. Sus pupilas se dilataron y sus pantalones comenzaban a apretar.

Cuando estaba con su abuelo, le enseñaron que un Omega era solo un simple objeto para la satisfacción sexual o en su defecto eran la incubadora perfecta de un buen Alfa. Y yo soy un Alfa con muy buena sangre.

Cuando se encontró con la puerta del Omega uso su katana para abrirla, el olor se hizo aun mas potente logrando excitarlo por completo, estaba a punto de correrse solo con percibir el aroma de su Batman, asomo la cabeza y estuvo seguro que tendría una hemorragia nasal dentro de poco.

Ahí en medio de la habitación alumbrado solo por la brillante luz de la luna se encontraba la cama de su Batman cubierta por cojines y cobijas de seda, azul brillante que contrastaban perfecto con la lechosa piel de porcelana del dueño.

Dick estaba desnudo de pies a cabeza presumiendo su erótico cuerpo cubierto por sudor mientras con un dildo dorado se autopenetraba. Sus mejillas tenían un tierno color escarlata y sus ojos brillaban aun mas que antes mientras lo veía fijamente.

Aceptando a ese OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora