Ya había pasado un semana desde la boda de Naruto y Hinata, en la cual al momento de irse Hiashi les dijo que se quedaran un tiempo mas ya que le retumbaban las palabras dichas por Tsunade y sentía un escalofrió con tan solo pensar en ser abuelo tan pronto. Esta situación no le gustaba a Naruto así que decidió hablar con Hiashi y gracias a la ayuda de su madre lo lograron convencer, no sin antes recibir una platica, en la cual les decían que los bebes no los traían precisamente la cigüeña.
-al fin en casa—dice Naruto
-Naruto-kun ¿Qué quieres hacer?—dice Hinata sonrojada
-que te parece si vamos a comer y a pasear, mientras dejo un par de clones para que limpien esta casa—dice sonriente
-me parece perfecto—dice alegremente. Antes de salir Naruto la jala hacia el y la besa
Por las calles de Konoha se veía a la recién pareja Namikaze tomados de la mano y platicando plácidamente. Naruto había llevado a Hinata a comer en un restauran de comida Japonesa, después la llevo a dar un pase por toda Konoha, llegaron al campo de entrenamiento donde se dieron su primer beso de hay a ver el atardecer desde la montaña de los Hokages.
Al llegar a su casa Hinata queda sorprendida al ver que el departamento de Naruto estaba arreglado con velas, flores y una mesa arreglada para dos.
-¿Qué te parece?—dice Naruto
-es hermoso—dice Hinata
-ven vamos a cenar—dice mientras la lleva a su lugar al terminar la cena se dirigen a la habitación del rubiola cual al igual que toda la casa estaba adornada por velas y pétalos de flores.
-Naruto-kun, que hermoso esta todo esto—
-que bueno que te allá gustado Hinata-chan, si quieres refrescarte ahí esta el baño—
-si, regreso en un momento—dice mientras entra al baño
-a por cierto, mi mamá vino y te dejo algo en el baño—
-ok, ya lo encontré—dice mientras tomaba un paquete y leía una nota que decía
HOLA HINATA
BUENO TE DEJO ESTE PEQUEÑO REGALITO ESPERO LES GUSTE A LOS DOS.
TU QUERIDA SUEGRA KUSHINA
P.D: NO SE TE OLVIDE LOS CONSEJOS QUE TE DI Y POR FAVOR NO SE LO DIGAS A TU PADRE.
-por que no querrá que se lo diga a mi padre—pensó mientras abría la caja. Al ver lo que contenía se sonrojo.
-Hinata estas bien, ya te tardaste mucho—decía Naruto
-si, Naruto-kun—dijo mientras salía. Naruto quedo en shock al ver a SU HINATA con un bebí dol el cual consistía de un corset color negro con encaje blanco y unas braguitas que le llegaban a medio muslo—Naruto, ¿estas bien?—dice preocupada al ver que no reaccionaba
-mejor que nunca—decía mientras la abrazaba y le daba un beso muy apasionado. —como se vera sin nada puesto—maldición en que estoy pensando—se reprime mentalmente—
-Naruto-kun, ¿Cómo me veo?—dice mientras se separa y da una vuelta de forma sensual
-te ves bellísima—volviéndola a besar el cual termina por falta de aire y sus labios no se vuelven a juntar ya que Naruto comienza a besar el cuello de Hinata
-Naruto-kun—dice al sentir los labios de de su amado—contrólate Hinata recuerda lo que te dijo Kushina, primero deja de ser tan penosa, después…maldición que bien se siente… no sucumbas ante el deseo…maldición…contrólate…has que el sucumba ante ti—pensó y se separo de Naruto dejándolo sorprendido—Naruto-kun—dijo de forma sensual que hizo estremecer al rubio. Lo abrazo y beso hasta dejarlo sentado en la cama y ella en sus piernas termino de romper el beso y se alejo un poco de el y comenzó a bailar una danza sensual para él. Naruto la miraba de pies a cabeza y al no poder resistir mas la tentación de ver a SU HINATA tan sensual la atrapa entre sus brezos para llenarla de besos y caricias, descubriendo con sus labios la dulzura de cada parte de su cuerpo y ella al igual que el acariciaba con sus delicadas manos el cuerpo de SU NARUTO. Hinata comenzó a quitarle la playera para sentir mejor el cuerpo y el calor que emanaba su amado.
-Hinata, te amo eres todo para mi—dice Naruto mientras comienza a quitarle el corset y besaba cada parte del cuerpo de Hinata que quedaba descubierto.
-ha…Naruto yo también te amo, y eres mi vida…ha—dice al sentir los besos de Naruto en cada parte de su cuerpo
-Hinata…quiero que seas mía y de nadie mas…arg—suelto un gruñido al sentir que Hinata le quitaba el pantalón
-si…Naruto yo siempre seré tuya y tu solo serás mío…mmmm-
Naruto la carga y la recNuesta en la mamá y se separa un poco de ella y al observarla casi desnuda solo con sus braguitas y ante la tenue luz de las velas parecía un ángel.
-Naruto ¿Qué pasa?—dice desconcertada al ver que el rubio la miraba fijamente
-es que eres hermosa—dice mientras le da un beso apasionado—pareces un ángel—su beso descienden por el cuello de Hinata—eres mas hermosa que la luna—acariciando por instinto los hermosos pechos de su amada haciendo que Hinata suelte un gemido fuerte ante el contacto del rubio
-Na…Naruto…tu tammmbien eres muy guapo—dice besándolo con locura—eres tan cálido-acaricia su espalda—eres tannn…ah…hermoso—baja sus manos para quitarle sus bóxer—tu llenas mi vida…mmm… de luz—dice al fin quitándole los bóxer.
-eso nos es justo—dice mientras le quita la ultima prenda que le quedaba a Hinata—ahora si ya estamos en las mismas condiciones—dice de forma sensual—ha…Hinata—dice al sentir rozar sus sexos.
-Naruto…ha…-no logra terminar ya que Naruto la besa
-Hinata ya no puedo mas, necesito hacerte mía, te necesito—volviéndola a besar
-si, Naruto yo también lo necesito—
Naruto la empieza a penetrar lentamente por que sabía que a Hinata le dolería. Hinata siente un dolor cuando Naruto rompe la barrera de su virginidad a lo que deja escapar un pequeño grito de dolor y clava sus uñas en la espalda de su amado. Naruto al oír el grito de Hinata la abraza y la besa para que sele olvide. A los pocos segundos el placer empieza a invadir a Hinata, comienza a mover un poco sus caderas dándole a entender al rubio que prosiguiera. Naruto empieza con envestidas lentas.
-ha...Naruto… te amo...ah—
-yo ha...también te amo...Hinata…ha—
Las caricias se intensifican al igual que las envestidas se hacían mas rápidas y fuertes a lo que solo los dos podían emitir algunos gemidos y gritos de placer al sentir cada caricia, cada beso, cada parte del otro y sentir el amor que sentía el uno por el otro.
Al llegar al clímax los dos gritan el nombre del otro. Naruto abraza a Hinata, esta se acuesta en sima del pecho del rubio. Naruto cubre sus cuerpos desnudos con una dos se contemplan hasta quedar dormidos y con una enorme sonrisa.