Un Amor De Otro Mundo (La Guerra Continúa)

Celebra Con Nosotros

Parte 2

Narra Yaret

*FlashBack*

La nave descendía mientras que mi guardaespaldas sujetaba su arma, crujía del fuerte agarre.
Mi acompañante sólo jugaba con sus dedos nerviosamente, estaba bien... Era su primera vez saliendo de Júpiter, era nuevo en el servicio.
Mientras tanto yo repasaba mis líneas sobre lo que le debía decir a la "Gran Señora Mayor" me parecía un tanto ridículo cómo exigía que fuese llamada, aunque preferiría llevar el secreto a la tumba, que... Ser el responsable de una guerra.
La escotilla de la nave se abrió, dí un pequeño salto en mi asiento, sí, tan nervioso estaba.

Descendió primero el piloto, tenía un "pequeño discurso" para decirme antes que hiciera alguna estupidez y lo arruinara todo, luego yo y mi acompañante bajamos, y al final mi guardaespaldas.
Algo era seguro que pasaría hoy... O lográbamos cumplir con nuestras expectativas... O generábamos un conflicto casi seguro de parte de Júpiter hacia Marte.

Tenía que estar concentrado, no debía distraerme....

En cuanto entramos, varios guardias nos dieron la bienvenida y nos guiaron a la Gran Sala Norte, donde firmaríamos el tratado de paz con Marte.

Cuando entramos, nos esperaban varias personas de alto rango, como era de esperarse.

En el centro estaba la famosísima Reina, Sierra... La primera vez que oí su nombre casi me da un infarto de la risa, ¿Acaso debería llamara cuando quisiera cortar un árbol del jardín?

-¡Príncipe Ezzara! He esperado con tantas ansias su llegada-Su voz no era tan dulce como la hacían ver.

Aquella mujer tenía la piel blanca y pálida, brillante, unas pequeñas orejas puntiagudas, con unos labios tan diminutos, ojos azules, grandes y redondos, con pestañas largas, nariz un poco puntiaguda y delgada, bien y podría confundirse con una Alibah, de aquellas mujeres que son grandes pero parecen más jóvenes de lo que son realmente

Pasaron varias horas, hablando de temas sin importancia, hasta que hablamos sobre compartir nuestros bienes, comida, recursos, etc.

En eso, la reina se paró de su asiento y tiró su silla, empezó a gritar como loca...

-¿¡TÚ PIENSAS QUE NOSOTROS ESTAMOS EN CONDICIONES DE COMPARTIR NUESTROS BIENES, DESPUÉS DE LA GUERRA EN LA QUE ESTAMOS CONTRA NEPTUNO!? ¡APENAS Y NOS ALCANZA PARA SUBSISTIR! ¡ESTO ES UN INSULTO! ¡Marte sabe lo que pasa con nuestro conflict...

-¡No es mi culpa que usted haya hecho una estupidez y generara una guerra con el planeta más avanzado de nuestro sistema solar!-Di un golpe a la mesa, sabía que eso no iba a estar bien... Pero no me importó, la forma en la que me gritó... No lo soporté.

-¡SAL DE AQUÍ AHORA!-Refunfuñó la señora.

-¡CON TODO GUSTO! ¿¡Puedo llevarme un recuerdo!?-Dije con tono bromista.

-¡HAS COMETIDO UN GRAVE ERROR! ¡LES DECLARO LA GUERRA A SU PLANETA! Ahora... Guardias.... ¡Arrestenlo!

En ese instante les hice una seña a mí acompañante y a Seth (El guardaespaldas) para que nos fuéramos. Logré ver que intentaban cerrar las puertas... Corrí y salí del Palacio Real, corría entre las calles sabiendo que me perseguían... En eso... Choqué con una chica... Me dí la vuelta y la ayudé a levantarse, tenía unos ojos avellana tan hermosos... Los más bellos que había visto...

*Fin De FlashBack*

Erick (El hombre de la nave) me tomó con fuerza del brazo, sabía que no iba a terminar bien, tenía rabia, trataba de zafarme pero era imposible, Eny también trató de ayudarme, pero no pudo, era un poco obvio, era pequeña, diminuta, inofensiva. Aunque no me rindiera Erick no me soltaría.
Cuando menos lo esperé ya estaba dentro de la nave, despegando con dirección a Marte.
Mis padres me matarían, se suponía que debía de formar una alianza entre los dos planetas, pero lo arruiné todo.

Estúpido, estúpido, estúpido....

Sólo podía repetir esa oración en mi mente mientras nos acercabamos cada vez más a mi planeta natal.

Cada cierto tiempo Erick volteaba a verme, era tan fría y llena de enojo su mirada, en un punto que me llegaba a provocar escalofríos.

No me importaba si me pasaba algo malo, estaba preocupado si esto perjudicaba a Eny, obviamente ella no tenía merecido nada de lo que fuera que le pudiera pasar, algo terrible, algo malo, algo en lo que yo no pudiera estar de acuerdo.

¿Y si la arrastraba cada vez más a éste asunto? ¿Y si por mi culpa le pasaba algo malo?

No podía siquiera con la idea de que arrastrara mucho más de lo que ya lo había hecho a la chica que me cautivó con una sola mirada, con un sólo "hey".

Aterrizamos minutos después, cuando decendimos de la nave, cientas de personas que estaban cerca voltearon a verme, la noticia se había expandido tan rápido que hasta Plutón lo sabía, muchos me miraban con enojo, otros con decepción, otros no se molestaban en dar una clara emoción... Pero algo que me sorprendió fue que algunos me miraban felices. No a muchos les agradaba la "Gran Señora Mayor" y si me lo preguntas, sí, ya estoy cansado de llamarla así.

Una nave transportadora nos llevó hacia Capital, estaba listo para recibir todo tipo de sometimiento de parte de mis padres.

Me recibieron los guardias con una mirada igual a la de Erick, fría, con enojo y rabia, mantuve la cabeza gacha, hasta que entramos al Salón Principal.

Mis padres se encontraban en la mesa central, junto con el Comité.

Mierda.

Esto no iba a terminar bien, estaba seguro, aunque traté de mostrar un perfil bajo, me fue imposible, todas las miradas estaban sobre mí.

-¡Hijo! ¡Llegaste!-Oí a lo lejos la dulce y delicada voz de mi madre, que no ayudaba mucho, haciendo que todos se enfocaran en mí.

Gracias madre, te amo.

-¡Te extrañamos, campeón!

¿Qué? ¿Porqué todos estaban tan felices? ¿Acaso lo que hice estaba.. Bien? No entendía nada de lo que estaba pasando, había música, gente con vestidos elegantes, como era de esperar, y hombres con sus trajes negros y bien planchados, con corbatas o moños más falsos que el trasero de Khilm Karkdasn.

-¡¡¡HEMANOTEEEE!!!-Gritó Cecy, mi hermana menor de 5 años, era adoptada, pero la considerábamos como de sangre "Real" según decían mis tíos.

No entendía nada, ¿porqué estaban felices? ¿Qué pasó cuando me escapé de Palacio?

-¡Celebra con nosotros!-Añadió mi abuela, quien era la que se mostraba más feliz.

-¿Qué ocurre?-Pregunté finalmente. Todos guardaron silencio y Cecy tomó la palabra.

-¿No lo sabes?-Preguntó seria.- La Reina accedió a hacer el tratado de paz después de que tú, hermano mío, le hicieras entrar en razón.

-Pero... ¿Qué?...