Después de recibir tal golpe en la cara me fui a casa de mis abuelos a curarme con alcohol y al mismo tiempo vino mi madre a por mí ya que ese día tenía entrenamiento.
Una vez acabo el entrenamiento volví a limones porque aunque tuviera esa herida había que salir esa noche y ver la nominación del mister y miss de ese año.Así salí esa noche, me fui otra vez al parque porque allí había poca cosa que hacer, estuvimos hablando de que tal estaba, le contesté que bien que era más o menos como una quemadura, llegó el momento en el era la elección y subimos a la caseta de arriba la de las personas mayores, dieron paso a elegir y no sé si por mala o buena suerte salí elegido y con mi cara hecha pedazos tuve que subir allí a que me viera todo el pueblo.
Pues subí me dieron como un obsequio por aquello y me bajé.
Seguí las fiestas tan normal pero con ese problema de haberme llevado un porrazo que casi me quita media cara.