VEIDHLIN

Algo que brilla en la playa

"Devuélveme la vida y el color que en alguna parte de mi alma se perdió, en medio del camino que desaparece; y es ahí donde creo que termina la playa"

Pensó por un momento y al igual que sus pasos, ahora son lentos y comprende la situación, admite lo que su cuerpo le impulsa hacer, y cuando sale de su pensar y sentir, se encuentra dirigiéndose al mar, a la incertidumbre que le espera, ya perdido en el agua y antes de dejar de respirar por su cuenta, se sumergió en el amplio y plácido océano, sus pulmones se llenaban de ese líquido salado, su anatomía por Instinto insistía en salir y ponerse a salvo, pero su voluntad lo atoraba más que el agua que entraba por su boca, sintió como obstruida su garganta y la percepción de asfixia se subía a su rostro, dejando la sensación que iba a explotar, pero, con su último brote de vida trajo consigo un motivo para vivirla, aquel sonido fuerte, firme, delicado, inspirador y melancólico llegó a sus oídos, la Melodía que el violín desprendía parecía su último salvavidas, esas manos simbólicas que te sacan del posó, ese nuevo comienzo, después de encontrar el fin; y en medio de todo, su cuerpo salió a flote, permitiéndose respirar, sacudió su rostro aún aturdido, mientras regresaba a la orilla del mar

El mismo motivo que lo trajo a ese lugar lo obligó a sumergirse en el agua sin ningún deseo de recuperar sus pasos; llevándolo a ningún lugar, ningún sitio, dejar de respirar era su único principio, pero... lo que le dio su primer aliento de vida en su niñez, le daría su último aliento antes de otorgar su aire a alguien más ...

Contaba sus pasos con lentitud y fascinación, no solo porque estuviera en uno de sus lugares favoritos; donde la única presencia que importaba era la propia, ya que, en su vida, todo aquel que lo conociera, sabría que esa sensación no era muy presente

"quizás a si es mi realidad y comprendo las circunstancias que me llevaron a permanecer en ese lugar, después de todo es mi familia"

pensó levantando la mirada enfocándose en el amplio horizonte, comenzando el cielo a teñirse de colores, marcando la hora en la que debía regresar y muy a su pesar, dio la vuelta y contó sus pasos en retroceso, era su rutina, su diario vivir y todo el tiempo estaba a merced de otros, que indicaran que paso dar en su destino, estaba muy poco interesado en vivir realmente por él, ya que no tenía caso soporta el fuerte desespero y ansiedad que lo acompañaba cada vez que decidía sentir ...

A pocos metros de su llamado hogar, observo algo brillante que destacaba en la arena, era inusual que esto pasara, pues dicha playa permanecía desierta, o eso pensaba hasta ese momento, tomando entre sus manos lo que se enteraría horas después era un violín

Por otro lado, una persona lamentaba la pérdida de su valioso instrumento, estando al borde de las lágrimas, ya que ese pequeño niño conoció el amor por primera vez, cuando escucho interpretar a su hermano mayor el violín, la pasión y la entrega, llegaron a su pequeño ser, deseando tomar el mismo camino que alguien más de su familia

Sin importan cuanto le repetían sus padres que al llevar a la ciudad tendría otro, su lamentación no se detenía en ningún momento, comprendería que algo lo tendría atado a su instrumento.

"La melodía no es para todos, si no comprende lo que esta llega a decir, el arte une vidas, y entrega destinos a personas, enfrascadas en una cárcel abierta, en un sin fin de inseguridades y el miedo a vivir fuera de su propio rincón "feliz"

Al llegar a su casa, subió corriendo las escaleras a la espera que nadie estuviera a esa hora y sin equivocarse, la casa aún permanecía sola, al menos desde la muerte de su hermano así era para el todo el tiempo, sacudió con insistencia su cabeza sosteniendo minutos después esta, para no pensar ni sentir lo que sus recuerdos provocaban, con un fuerte suspiro algo exagerado tiro sus cosas en la cama, algunas cayendo al piso, pero poco le importo, lo único que aún conservaba era ese elemento encontrado en la playa, la única persona que podría ayudarle era su mejor amigo, y sin dudarlo tomo el teléfono marcando de forma monótona el número y esperar un momento que la voz alegre del chico contestara; al término del intenso monologo de su mejor amigo, que por cierto en ese momento estaba fuertemente reconsiderando la idea de buscar a alguien más, sacudió su cabeza por lo intrusos que eran sus pensamientos, notando que la voz cantarina detrás del teléfono lo llamaba

Jongin pudo manifestar al mayor el motivo de su llamada, enterándose por fin que era un violín; en los próximos días nada lo detuvo para poder conectar con aquel instrumento, mientras su melodía era apaciguadora de su dolor interno, el fuerte ritmo melancólico que sus manos guiadas por el amor al mismo, impresionado a más de un, ya que tocaba como pasión, amor y desespero aquel instrumento que nadie le había enseñado correctamente a utilizar, desde ese momento vivió solo para oír sus más íntimos sentimientos a través de ese violín