Only a girl ──⋙YELIA

Only a girl

Choi JiSoo estaba triste.

  Estaba llorando, sola, oculta en su pequeño rincón oculta de los ojos de todos.

Las lágrimas cayendo de sus mejillas como chorros, una a una, demostrando el dolor que sentía en su pecho.

  Su novio le había terminado, de la peor manera posible. Dos años y medio se habían ido a la basura junto con esa relación. Dos años y medio, que no valieron nada.

  Choi JiSoo estaba realmente triste, llorando por su ahora ex-novio.

  —¿Qué demonios te pasa, Choi?

Levantó su mirada, sorprendiéndose al encontrar frente a ella a Hwang YeJi, la chica que se rumoreaba gustaba de otras chicas en la institución.

Tragó saliva, intentando voltear su rostro para evitar contacto con la contraria.

  —N-no es nada. Déjame.

  —¿Tus padres no te enseñaron a apreciar la ayuda, Lia?

  La miró fijamente, algo sorprendida ante el apodo que había utilizado.

  —¿C-cómo me llamaste?

  —¿Qué acaso ya has olvidado que así te llamaban todos cuando eras pequeña? Qué pésima memoria, Lia.

  JiSoo se sonrojó, apartando su mirada avergonzada al recordar su apodo de cuando era pequeña.

  Recordando además que ella había sido muy amiga de la chica frente a ella, compartiendo momentos durante su niñez antes de mudarse a Canadá.

  —Eso fue hace mucho tiempo, fue cuando...

  —Cuando aún nos hablábamos, Choi. Ahora hazte a un lado.

  JiSoo no tuvo tiempo de reaccionar o discutir cuando la mayor se sentó a su lado, acomodándose lo suficiente como para girar su vista hacia ella con una sonrisa.

  —Bien, ¿qué te ocurre, Choi?

  La nombrada quedó brevemente congelada, sin idea de qué podría decir, sin palabras al observar a la de ojos felinos. Apartando por segunda ocasión su mirada al sentir vergüenza.

  —Mi novio me terminó...

Hwang asintió, abriendo sus labios susurrando “ohh” en voz baja, observando unas cuentas lágrimas traicioneras caían por las mejillas de la mayor.

  —Lamento oír eso.

  —Está bien, lo supérare.

Hubo un pequeño silencio, silencio en el cual JiSoo mantenía su vista en la pequeña pulsera en sus manos, último regalo significativo que tuvo con su ex-pareja.

YeJi pensaba momentáneamente en qué decir, sorprendida del valor que había desarrollado para ir y hablarle a la menor. Considerando que desde que JiSoo había vuelto de Estados Unidos no volvieron a tener contacto.

Realmente no tenía mucho contacto con nadie desde que los rumores habían empezado, contar con la indiferencia de la contraria no resultó una verdadera sorpresa.

  —Si me permites decirlo, no vale la pena llorar por algo como eso. Él era un idiota.

Lia miró molesta a la mayor, una mueca de disgusto en su rostro. Sí, había terminado con su novio, pero eso no significaba que lo odiaba completamente. En el fondo, lo seguía queriendo, por más estúpido que aquello fuera, lo seguía queriendo y no permitiría escuchar eso de él.

  —¡Él no era idiota!

  —¿Ah no? ¿estás segura?

Lia quedó estática en su lugar al mantener contacto con la mirada segura y algo fría de la mayor, quien la observaba desafiándola. Olvidando lo que iba a decir por unos segundos.