Otra Realidad Existente

1.

*narra lisa*

Me volví adicta a las miserables pastillas, pienso muchas cosas últimamente y me da una ansiedad saber el motivo de mi sueño, me he vuelto muy intranquila lo cuál es raro debido a mi pasividad.

No he mejorado en nada, he empeorado, mis promesas se quiebran y mis fuerzas se desvanecen poco a poco, mi psicóloga me recomienda mas antidepresivos como si eso me diera ganas de vivir de nuevo, mis notas me inundan y me ahogan por estrés , me siento cada vez mas sola, inservible y olvidable ¿ya mencione mi ansiedad social? Si...Tengo un miedo fatal, siempre lo he tenido, mi mente esta repleta de inseguridades mortales, no puedo pisar la calle porque me dan ganas de morirme ¡literal!, he intentado muchas cosas para mejorar en ese aspecto pero me sigue siendo imposible, me causa una rabia fallar y no lograr lo que quiero porque si sigo así solo me causare aún más daño.

*siete horas después*

Amm me dormí escribiendo, otra vez me dormí en cualquier lugar, acabo de despertar y me siento rara por fin soñé distinto, soñé que al fin abría la puerta, me encontraba en otro mundo habían personas desconocidas habitantes de ese lugar, una mujer elegante, fina y alta me recibió con una actitud extraña, todo se sentía tan real que no puedo creer que solo fue un sueño como todos los que he tenido en mi vida, la mujer se subió a un coche parecido a un carruaje antiguo de fantasía, me subí por cortesía y confundida le pregunte:
-¿quien es usted? ¿Donde estoy? ¿Porque me recibe? Esto es un sueño... ¿Verdad?

Se río por un momento, tomando el asunto lo menos serio posible cuando acabo de reír sonrió y desvío la mirada hacia la izquierda, con una voz agradable y fina dijo:

-Mi nombre es Rosa, le sirvo a mi amada reina, tengo la orden de llevarte donde ella, para que seas bienvenida y asignada en tu ubicado sitio-hizo pausa unos segundos viéndome a los ojos seria- si tienes dudas, lo entiendo, todos las tenemos al llegar aquí, pero no puedo responder ante ellas porque no tengo la autoridad suficiente para hacerlo.

Me puse muy nerviosa, me sentía impotente al no poder pensar que podía responder, sólo pensaba y me forzaba a creer que era un sueño. Llegué a un lugar, se veía una ciudad poblada e inexistente, todos los habitantes eran extremadamente perfectos para ser reales, Rosa me llevó a una clase de castillo antiguo, en la entrada estaba un hombre grande y musculoso, sosteniendo una lista en su mano.
-¿cual es su nombre?-dijo con una voz grave y fuerte.
-Mi nombre ... Es lisa

Y justamente en ese momento me desperté, parecía tan real, me sentía real, al despertar Sonreí tranquilamente ya no tenia el peso encima pero me sentía ansiosa por dormir de nuevo como si algo me susurraba que volviera a dormir y me jalaba hacia la cama lentamente.