2 장

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Terrible, eso definía la noche de Luhan. Estaba desvelado, y no por trabajo, sino por esperar a Kris toda lo noche con una romántica cena que jamás se sirvió.

— Hey, Lu. ¿Tuviste una alocada noche con tu novio? - pregunto su curioso compañero de trabajo, Sungjin

— ¿Que te hace pensar eso?

— Estas desvelado y tu cuerpo se nota cansando. ¿Qué más podría ser?

— ¿Te burlas?, No, no le he visto desde hace un tiempo. ¿Feliz? - dijo el Rubio, con bastante fastidio.

— Te dije que te ocultaba algo — interrumpió Sehun — Te esta engañando y mientras más pronto lo acepte, más pronto podrá volver a dormir.

Luhan rodó los ojos, parecía que Sehun tenía una fascinación por molestarlo con ese tema.


















— Soy su asistente, no su esclavo

Se quejó el Rubio para si mismo mientras entraba al gran y elegante restaurante. Sehun lo había citado allí en horas fuera de trabajo, y además lo había hecho llegar primero y encargarse de la reservación.

El mesero lo guio hasta su mesa, estaba decidido a esperar a su jefe cuando vio algo que rompió su corazón.

Si hay algo de lo que me arrepiento en mis dos relaciones anteriores, es ¿por qué no puede actuar con más inteligencia?, lleno de gracia y elegancia. Ahora lo haré

Se quitó el sacó, y se levantó de la mesa, caminando con pasos lentos y elegantes hasta la mesa de alado.
Todo paso bastante rápido, en un abrir y cerrar de ojos, tenía los brazos en el cuello de Yifan.

— ¿Por qué me hiciste esto, desgraciado? , ¡Responde infeliz!

Un chico de cara fina, y que parecía tener el rostro con ojeras trató de defender a Yifan, eso solo hizo molestar a Luhan, pero justo cuando iba a abofetear lo por "resbaloso", Yifan le detuvo la mano.

— A él no lo toques - Advirtió serio.

— K-kris no hagas esto. Vamos a casa, ¿Si? - pido el Rubio al borde del llanto mientras tiraba de su ahora exnovio

– ¿Por qué haces esto?, ¡Dame mi espacio! Sabes que todo esto paso por tu culpa, ¿no? —alejó con brusquedad la mano del Rubio y abrazando a su nuevo novio —No vuelvas a llamarme

Y con esas palabras bastó para dejar al Rubio parado, completamente petrificado, las miradas caían sobre él, pero era lo que menos le importaba actualmente.

—Hola...

Escuchó una voz detrás, al girar se encontró con su atractivo jefe, quien dejando de lado el motivo de ir al restaurante y compadeciendo se dé el, lo llevó a un bar cercano.

— ¿Por qué siempre me dejan?, es la tercera vez que me botan - pronunció con pesar, terminando el contenido de su vaso.

—Es porque no sabe las Reglas. - dijo con simpleza, Sehun mientras ordenaba un par de copas más

— ¿Reglas?

— Si, las reglas del juego.

— El amor no es un juego - dijo Luhan entre risas.

— Si lo es, es un juego que requiere precisión e inteligencia. Un juego de poder. Manipular las emociones del otro para controlar su mente.... Ese es el juego. Un juego donde el primero en demostrar afectó es el que pierde, cede el control y queda como perro con correa.

Seduciendo al Sr. PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora