Jack y Finn están en el parque, luego de una tarde con muchas risas los dos jóvenes se sentaron enunciado banco.
- Bueno, en conclusión soy... un ¿fenómeno? - Jack rió y comió un poco de su durazno.
- Sí, un fenómeno - apoyó Finn levantando una cena.
Si Jack hubiese tenido un machete, se lo clavaría en la yugular dos veces por accidente.
- Oh, gracias -rodó los ojos y lanzó la pepa de la fruta lo más lejos que pudo.
- No me malinterpretes. Eres un fenómeno para mí, o lo que causas en mí... es decir, como un huracán que arrasa conmigo y lo único que puedo pensar es en cómo salvarme de ti para no terminar más enamorado ¿Comprendes?