PRÓLOGO.
Ya estaba acostumbrada a qué Niall y Louis fueran famosos, concretamente a que fueran integraantes de mi banda favorita. También estaba acostumbrada a que por cosa del destino se conocieran los dos. Cada vez que los nombraban, se me venía a la mente, los recuerdos de aquellos dos veranos. No uno, sino dos.
En efecto, yo los había conocido a los dos, pero en distintos veranos, distintos lugares y los mismos sentimientos.
Aquel verano del 2008, cuando viajé a Mullingar, en Irlanda, conocí a Niall. Al siguiente año, también en verano, viajé a Doncaster, Inglaterra...Y conocí a Louis.
No eran para nada famosos, tenían una vida normal, con instituto y estudios.
Niall era un chico de 14 años cuando lo conocí, muy simpático y rubio. Era divertido y gracioso, un encanto. Sigue siendo todo eso ahora, está claro.
Louis era un chico de 17 años cuando le conocí. Estaba completamente alocado, no había Dios que lo parara. Con él, las risas estaban aseguradas, pero aún así, sabía mantenerse serio en los momentos necesarios.
Todos esos viajes surgieron debido a qué a mi tía le tocó la lotería. Ella es la qué cuida de mí, mis padres murieron en un accidente cuando yo tenía 6 años.
En fin, mi tía captó el don que yo tenía para hablar inglés, ella lo hablaba a la perfección. Es por eso que me sugirió viajar ese verano a algún país inglés y practicar el idioma, para así perfeccionarlo.
Decidimos viajar a Irlanda, a Mullingar, el centro. Allí empezó toda mi aventura...
