Él es mi omega...

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Sucedió durante la batalla en el aeropuerto.

Justo habían logrado alcanzar a Rogers y a su sequito, y el estaba comenzando su discurso para convencerlo de entregarse.

Cuando se quitó la máscara de su armadura.

Fue tan solo en unos segundos, cuando un enorme mapache de nombre James se había arrojado a olerlo y abrazarlo.

Todos estaban atónitos ante esta reacción.

Pero todo empeoro cuando este se negó a dejar de llamarle Alfa.

Quizás fue cosa del destino, pero fue una fortuna que eso lo arreglara todo.

O al menos eso aseguro Natasha.

El gobierno no podría hacerle nada al omega de la manada más poderosa.

Fue así como Tony tuvo que tragarse su orgullo, y acceder a que Bucky se convirtiera en su omega.

Cosa que no solo le desagrado a todo el equipo de Steve, él tampoco estaba del todo cómodo con esta situación.

James era...como un maldito niño.

Siempre pegado a él, abrazándolo todo el tiempo, besando sus cabellos, e incluso obligándole a alimentarlo.

Y lo peor es que tenía que aguantarse todas, pues Everett estaba vigilándolo por orden del gobierno.

Se sentía tan frustrado que trataba la mayor parte del día en el taller, hasta que Nat o Steve lo obligaban a salir para que comiera o durmiera con James.

Steve se notaba celoso, pues al parecer jamás se dio cuenta de la casta de su mejor amigo.

Patético y poético a la vez.

El solo pasaba el tiempo para molestar a Rogers, fingía querer a SU omega, con tal de ver a Steve enojado.

Era tan divertido para él, que el hombre por el cual Steve lo había dejado, ahora no quisiera separarse de él.

Enserio poético.

-alfa...-

-que quieres ahora-

-vamos a la cama-

-debo seguir con mis reparaciones-

-cama-gruño este, antes de cargarlo.

Maldita la hora en que su omega era un maldito súper soldado.

Era esto lo que más le molestaba de James, que clase de omega se atrevía a tratar a su alfa como un peluche.

Bueno solo tendría que aguantar dos meses más y el gobierno dejaría de joder.

Solo dos meses.

Se repitió una y otra vez, mientras sentía a su omega roncando.

Pero todo empeoro cuando el video salió a la luz.

Ese omega bastardo había matado a sus padres, y aun así se atrevía a decir que lo amaba.

Y el gobierno para menguar los daños, les hizo hacer toda esa escenita de que el perdonaba a Bucky, que lo amaba y que era su omega.

Aun cuando en el fondo no era verdad.

Lo odiaba.

Lo aborrecía.

Deseaba nunca haberlo conocido.

Pero no podía hacer nada.

O eso pensó.

En medio del cumpleaños 17 de Peter, su pupilo.

¿¡Mi omega!?Where stories live. Discover now