Son las cinco de la tarde. A esta hora tendría que estar dormida o viendo en la televisión la maratón de alguna serie policiaca, mientras espero a que Andy, mi mejor amiga, llegue por mí. Habíamos quedado para ir al cine ya que se muere por ver la película de romance más cursi jamás vista, pero no estoy haciendo nada de lo anterior.
Heme aquí, en casa de Nico haciendo una reseña sobre la extraña vida de Salvador Dalí. No todo esta tan mal, debo admitir. La compañía es agradable, demasiado agradable si he de confesarles. No estoy segura si es la olla de hormonas dentro de mí o el hecho de que Dalí me parece un anciano bien conservado, pero no puedo dejar de mirar a Nicolás, quien me ha recibido en su casa después de levantarse muy tarde este sábado para terminar este trabajo escolar.
Mientras él investiga en la internet, sentado en la silla frente a su escritorio, descubro que la cara que pone cuando esta pensativo es la más sexy que tiene. Arquea un poco la ceja izquierda, mientras saca la lengua cuando lee y escribe en el teclado. Es adorable, tanto que es digno de verse, incluso de tocarse y créanme, lo haría si pudiera. Con mis dedos repasaría el contorno de sus ojos, también las ojeras que se le dibujan en estos momentos. No entiendo cómo pudo la idiota de...bueno, lo olvido, no quiero pensar mucho en ella.
Con toda la confianza del mundo me recuesto en su cama, sintiéndome afortunada de haber llegado tarde el día que la profesora asignó los equipos en la clase de Historia del Arte a principios del curso. Juro que sí, de lo contrario no estaría en la habitación de Nicolás Cortés, la persona más genialoza y por ende, más inalcanzable del mundo.
—¿En qué piensas?—pregunta él sin despegar los ojos de la pantalla. Ahora busca en otro sitio web.
—En nada—sonrío, luego paso los ojos a la pantalla—. No estarás buscando la información en Wikipedia, ¿verdad? Si hacemos eso, la maestra nos reprueba antes de matarnos.
—Para nada...—contesta nervioso y cierra justo esa página.
Tal vez Nico no es tan perfecto como los protagonistas que salen en las películas, y bueno, seguro tampoco piensan que es muy brillante por utilizar Wikipedia para un trabajo escolar. Les diré, él es famoso entre los estudiantes de segundo y tercer año, quienes lo conocemos por ser muy simpático con todo el mundo, guapo, inteligente y caritativo.
¿Mencioné que es guapo?
Una prueba de ello son todas las maravillas que hablan de él en la escuela, tanto los alumnos como los profesores, sin mencionar todos los eventos que había organizado solo para juntar dinero y regalar comida a varias instituciones sociales. Para resumir los halagos, debo decir que Nico es el Robin Hood de nuestra preparatoria, el Napoleón Bonaparte del equipo de ajedrez por sus habilidades estratégicas y el Don Juan Tenorio que atrapó mi corazón y el de muchas desde el primer instante.
Mientras divago románticamente con él, repaso una a una sus maravillosas y extrañas cualidades, hasta que recuerdo un pequeño detalle. Uno que me molesta bastante desde hace algunas semanas: su ex novia. Probablemente el único defecto que tenga.
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Yo, Cecilia (The Twenty Nineteen Edit)
RomanceNUEVA VERSIÓN MILLENIAL 2019 (Lo siento. No incluye a Cardi B, ni a tu banda coreana favorita pero prometo que seguirás riendo igual que en 2011) CAPÍTULOS EDITADOS SEMANALMENTE. Cecilia es una chica de 17 años que ve sus sueños hechos realidad cuan...