Han pasado 3 días en los que he caminado sin saber a dónde ir, lo único que veo es desierto, carretera y esperanza que llegara algún día. Mientras más avanzó, recuerdo a mi esposa e hijos, tratando de no llorar y pensando que será lo mejor para ellos, recordando la gran estadística de muertes de inmigrantes con miedo de que, forme parte de la lista. Es decepcionante ver que nosotros no tenemos los mismos derechos por el simple hecho de ser inmigrantes, las muertes, odio son la consecuencia de ser latino, pero ¿este es el punto al que hemos tenido que llegar? Desde las anteriores elecciones del gran país de primer mundo nos han quitado las pocas esperanzas de salir de nuestro sufrimiento o dolor, ahora solo nos han traído grandes muros que dividen los sueños de muchos de nosotros en vez de construir puentes, nos han quitado el sueño de sobrevivir.
Al seguir cambiando recuerdo la conversación que tuve con amigos en la que me dijeron:
-¿Quieres ir al norte? La forma más rápida y un poco segura de llegar es montando a "La Bestia" -Exclamó Pancho.
-Simón o por la forma más conocida compadre, que te lleve el famoso "Pollero" pero eso sí, tendrá un costo y no será nada barato pero ten, te doy el número de el Pollero por si escoges esta alternativa, solo recuerda: él se va en 3 días, al anochecer, tendrás que decidir rápido.-Dijo Oscar.
Yo, solo traigo un morral con agua, alimento y el dinero que pude ahorrar a lo largo de mi dura vida pero... ¿Cuál de las 2 elijo? ¿Y si me agarra la migra?
Cuando me fui de casa de Óscar en camino iba a la mía e iba pensando en lo que él me había dicho. Sonaba tentador pero no estaba convenciendo.
Al ir caminando pase por una estación de servicios que queda por ahí la cual tiene cabina telefónica, con inseguridad saque el papel que me habían dado con el número y comencé a marcar.
Me atendió la llamada una persona bastante extraña, de la cual nunca supe si nombre, me dijo que era condición para poderme ayudar a pasar.
Eso en un principio me desconcertó pero no le tome importancia.
-Mira amigo, yo ahorita estoy en Tijuana, al lado de un molino que sobresale de la ciudad y voy a salir en 3 días, no sé dónde estés y la verdad no me importa, si quieres pasar tendrás que llegar lo antes posible.
-Bib,Bib,Bib
Colgó. No alcance a procesar la información que me dio, solo recuerdo: 3 días, me voy, Tijuana, Molino, Ciudad,
Estoy en la Ciudad de México y no creo llegar tan rápido caminando a Tijuana, al estar pensando en una forma para ir, recuerdo que mi amigo Juan me había sugerido a la Bestia pero, ¿Dónde son sus paradas?
Al seguir caminando veo a un niño corriendo y gritando:
-¡Voy a cumplir mi sueño! ¡Cruzare al otro lado!
En seguida, sigo sus pasos y no lo pierdo de vista.
-Tal vez este niño sea mi salvación.
Digo al mismo tiempo de poner una sonrisa en mi rostro.
Ya es de noche y el niño se detiene al lado de un letrero que dice: "Bienvenidos a la parte Sur de la Ciudad"
En ese momento me derrumbé, no supe si llorar o seguir en mi búsqueda, de repente llego la lluvia, al lado mío había una caja de cartón así que secando mis lágrimas me acerqué hacia el y me cubrí, al pasar la noche un tipo con cara de malandro se me acercó y me dijo:
-Eh amigo, ps, ps ¿quieres drogas?
Confundido le respondí:
-No amigo, lo único que quiero es cruzar para el otro lado, ¿tú porquería en qué me va a ayudar?
-Esta porquería como tú la llamas puede ser tu pase al otro lado.
Sorprendido le respondo:
-¿Enserio, cómo?
-Te podemos pasar sin problemas, solo que tendrás que pasar nuestra mercancía ¿qué dices?
-Sin pensarlo 2 veces acepte, con tal de pasar al otro lado y salvar a mi familia no importa las consecuencias.
-Bueno, entonces sígueme.
Me paro y lo sigo sin preguntar a donde iremos. Se acerca una camioneta negra blindada y sube el tipo y en seguido yo con el.
Al pasar 30 minutos de silencio incómodo me armo de valor y le pregunto:
-¿Cual es tu nombre?
Por lo que me responde:
-Me llamo Kevin, pero me puedes decir Kriko ¿y el tuyo es..?
- Me llamo Pedro, afirmé.
Después de 2 horas de camino, llegamos a una casa muy lujosa, el conductor estacionó el automóvil y salimos del mismo. Al entrar a la casa nos recibe un señor con aspecto prepotente, con una vestimenta de rancho. En seguida estira su mano y dice:
-Buenas noches, me presento: Me llamo Ricardo, soy dueño de todo lo que puedes ver a tu alrededor, gracias a la venta de este oro consumible. Mi ayudante Kevin me dijo que te interesaba pasar a Estados Unidos de América ¿verdad?
Con un nudo en la garganta respondí:
-Si, señor.
-Muy bien, así me gusta, ya no hay tantos que se arriesgan a hacer tratos conmigo.
Dijo mientras se dibujaba una sonrisa y me volteaba a ver fijamente, como si fuera el mismo diablo y lo peor de todo, parecía que le había vendido el alma.
-Oiga, como hará pa... Bib,Bib, Bib.
Me interrumpió un teléfono que sonaba al fondo de la habitación donde nos encontrábamos, así que calle lo antes posible.
-Bueno
Dice el Señor Ricardo.
- Hi, buenas noches compadre ¿cómo está? Look, le hable a las tantas horas de la noche para hablar sobre nuestro "business" ya que aún no me ha dado respuesta de que como le vamos a hacer.
Parece ser un gringo, dije en mi mente y siguiendo prestando atención a lo que los dos poderosos hablaban.
-Buenas, buenas mi queridísimo George, dejando lo de cómo me siento y yendo directo al grano, te conseguí a alguien que pueda llevar tu mercancía al otro lado, podremos esparcir nuestra droga por todo el mundo ¿te imaginas la cantidad de dinero que tendríamos? ¡Seremos los más poderosos! En seguida te mando a nuestro hombre para hacer el trabajo. ¿Ok?
-Ok, quick!... Colgó.
Hombre, ¿cuál hombre? De repente dos uniformados de negro me agarran de los brazos y piernas y me ponen en la boca una tipo franela con la que poco a poco me iba dejando inconsciente.
Fui despertándome poco a poco, me dolía la cabeza, abría los ojos pero no lograba distinguir ningún objeto, ninguna forma humana y tenía mucha sed, creo que me estoy deshidratando, cada vez mi vista se iba acostumbrando a la gran oscuridad que inundaba el espacio donde me encontraba, decidí pararme y empezar a usar mis manos para ver si había una puerta o alguna cosa parecida, en efecto, una puerta de textura rasposa y vieja se encontraba enfrente de mí y a mis lados unas frías paredes de piedra, me siento y espero lo que tenga que pasar, ¿este será el fin de mi travesía? Todavía no cumplía mi sueño, pero literalmente era un sueño, los sueños no se cumplen, bueno, los míos al parecer no, en eso un sonido que provenía de afuera del espacio donde estaba cautivo iba aumentando y cada vez ese sonido se iba acercando rápidamente y luego paro, abrieron la puerta donde estaba y lo primero que vi fue la silueta de un hombre alto, el hombre me puso unas esposas y me saco, poco a poco la luz aparecía y cada vez podía ver al hombre, estaba arreglado pero cada vez que quería ver su cara me agachaba la cabeza, después de unos minutos el hombre me dice:
-¿Tu eres el que quiere ir al otro lado verdad? Me hablaron de ti.
- Si, hare lo que sea para llegar, y ¿ustedes me dijeron que podían llevarme cierto?-Dije.
-Claro, pero será arriesgado, te daré un consejo mi fiel amigo, lo que debes hacer esconder la droga, pedir un vuelo al otro lado y ya-
-Lo dices como si fuera tan fácil ¿y se me descubren? ¿cómo esconderé la droga?-Dije un poco nervioso.
-Ay mi querido amigo, eso con el tiempo iras viendo, hasta el momento solo te puedo ayudar en eso, a qué solo soy un mayordomo.
-¿Un mayordomo? Tiene el físico para un guardaespaldas o alguna cosa parecida pero, ¿Un mayordomo?-Dije en mi mente.
Seguíamos caminando, parecía que el corredor no tenía fin, me incomodaba la idea de lo que me esperaría, ¿será el gringo que estaba hablando con Ricardo? ¿Por qué me durmieron, acaso este hombre es muy importante? Y así, así estuve por varios segundos hasta que finalmente llegamos.
Enfrente de nosotros estaba una puerta muy grande con adornos un poco extraños, en las paredes había antorchas que hacían que el lugar fuera más escalofriante.
El mayordomo estiró su larga mano a la perilla y la giró y de la nada todo se movió en cámara lenta, sentía mi sudor recorriendo mi frente y el latido de mi corazón acelerándose al pensar que o quien estaría detrás de esa maldita puerta.
*Sonido de puerto abriéndose* Doy el primer paso, el suelo está adornando con una alfombra color sangre, las paredes de un color grisáceo con cuadros de pinturas, unos muebles acogedores de un color blanco y una mini cantina, al fondo de la habitación hay un escritorio de madera con unos que otros papeles, lápices y una computadora, al escritorio lo acompaña un sillón negro que me está dando la espalda al mayordomo y a mí.
El mayordomo me sienta en uno de los muebles y sin más, digo:
-Se puede saber ¿en dónde diablos estamos? y ¿quién les pidió que me secuestraran? ¡Yo podía venir por mi propia voluntad!
-Shhh.
Dijo una voz desconocida que provenía de un reí con del espacio en donde estaba.
-Sal, menos tú, dijo señalándome mientras que el personaje salía de las sombras y dirigía a al escritorio.
-¿Que buscas my little boy?
-Estemm... estoy en busca del sueño americano y har...
-Hare lo que sea para lograrlo ya mi familia depende de mí, i know, i know. Dijo el hombre interrumpiéndome.
-Y tu ¿cómo sabes eso?
-Muchos como tú llegan a mis manos para que logren su sueño y todos me dicen la misma cantaleta, no muchos lo logran ya que este nuevo presidente ha hecho que el pasar sea más difícil, para ustedes.
-¡Hare lo que sea, por favor!
-Okay, okay but first ¿qué tanto estás dispuesto a arriesgar para lograrlo?
-¡Lo que sea, vendería hasta mi alma para poder pasar!
-Relax my friend, yo me encargo de eso, pero por un precio, como acabas de decirme ¿venderías tu alma verdad? Entonces, ocupo que te lleves mi mercancía hacia el otro lado ¿fácil verdad?
-Pero ¿cómo la pasare? ¿Y si me agarra la migra? ¿Y si muero en el intento? ¡Necesito un plan!
-Look, yo ya tengo todo planeado, solo ocupo que tú lo ejecutes a la perfección sino, tu familia pagará por tus acciones.
-Está bien, entonces ¿qué hago?
Como si no supieran otra historia que contar, pero bueno, eso no es de mi incumbencia. Lo que realmente me interesa es si estarás dispuesto a hacer lo que yo te pida -me dijo
A lo que ansioso pero "emocionado" respondí que sí, solo pasaba por mi mente obtener lo mejor para mi familia sin importar que.
Después de eso tuve una larga platica con él, me explico cómo estaría la situación y yo accedí
Cada vez se acercaba más la fecha en que se llevaría a cabo y eso hacía que me pusiera más nervioso.
Llego el día, el mayordomo vino hacia mí y me dijo:
Listo señor, la hora ha llegado, sígame.
-Ok, decía con un poco de sueño aún.
Salimos de la lujosa casa y nos subimos en una camioneta negra blindada y Luke decidió arrancar.
Después de unos minutos de silencio incómodo dije:
-Entonces... ¿Dónde se encuentra el "viejo amigo" de tu jefe? ¿En cuánto tiempo llegaremos?
-Ahora se esconde en una casa abandonada, pero por lo habitual siempre anda como un nómada, yendo de un lado a otro ah y llegaremos en menos de 10 minutos.
Esos 10 minutos se hicieron eternos, Luke daba vueltas en callejones, parecía que estábamos dando vueltas en círculos sin encontrar el lugar, hasta que finalmente el mayordomo estacionó el auto y me pido salir del coche.
Salí pero no me fui a ningún lado, esperé a que me acompañara porque dentro de mi sentía miedo, miedo a lo que me pasaría.
-Ahora solo tenemos que esperar-Dijo Luke.
-¿Y cómo sabremos quién es cuando llegue?
-Viene en un tráiler.
-Ok... que raro.
*Sonidos de un gran motor*
-Ya se está acercando, cuando pare le dices: vengo por parte de George, después de eso has lo que te pida. Y lo más importante: No hagas preguntas y no hables con nadie.
-Entendido, entonces ¿desde ahora ya me quedaré solo verdad? Lo único que me queda decir es: Gracias.
-De nada señor, suerte.
Luke subió al coche y partió hacia la casa de su jefe.
Pasaron unos cuantos segundos, donde el sonido del motor se iba intensificando cada vez más y al mismo tiempo los latidos de mi corazón también. Pero finalmente llegó, paro el camión, me acerqué y le dije:
-Vengó por parte de George.
El chofer se bajó y abrió las puertas de la carga que traía atrás. Mientras iba hacia atrás podía ver que el camión transportaba aguacate a los Estados Unidos. Cuando llegue a atrás está lleno de aguacates, y en mi mente me pregunte: "Tengo un poco despacio pero está bien, si me llega el hambre puedo agarrar un aguacate".
-Acércate, dijo el chofer.
Su voz me recordaba a alguien pero no lograba distinguirlo exactamente, así que me acerqué. El chofer abrió una cortina que se encuentra al fondo y en ahí cuando vi, vi a cientos de niños, adolescentes, señores y señoras, todos en un rincón.
-Siéntate ahí y ¡No te muevas!
-Está bien.
Me senté de cuclillas y esperé a que arrancara el señor. Tenía sueño, así que me acosté en el frío suelo. Unos gritos me despertaron de repente.
-¡Prenda el aire por favor!
-¡Hay niños aquí!
Eran las personas que también querían pasar al otro lado.
-Si,si, ahorita. Escuchaba al chofer con tono de sarcasmo.
-¿Que sucede?-pregunte.
-Llevamos más de 8 horas sin parar a tomar un poco de aire, nos estamos quedando sin oxígeno, ¡todos aquí moriremos!
Me quede en shock, necesito pasar al otro lado, no debo morir, no ahora que estoy más cerca de cumplir mi sueño. De la nada se me ocurrió una idea:
-¿Alguien tiene una navaja o algo con lo que pueda cortar?
-Yo *Lo arrojó hacia donde yo estaba*
Lo empuñe y empecé a hacer un agujero en una parte del camión. Dure 30 minutos en hacerlo, pero no era lo suficiente grande para que todos al mismo tiempo respiráramos.
-¡Acerquen a los niños y a los adultos mayores!-Grite.
Yo me aleje un poco, ya que yo acababa de entrar al camión. Mientras iban tomando aire me iba sintiendo un poco mal, me sentía mareado, así que decidí acostarme un rato. Al despertar me encontraba en una casa, parecía americana, una señora de la tercera edad se acercó a mí y me dijo:-Lo lograste, los que te acompañaban murieron por falta de oxígeno, menos tú.
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American Dream
Short StoryPedro es un Padre de familia, es pobre y además es latinoamericano, el hará lo que sea para cumplir su sueño, cueste lo que cueste.