Una familia de magos de sangre pura, de alta sociedad y rica, las únicas palabras que tenía que escuchar Lucius Malfoy para intentar casar a su hijo con una de sus hijas.
Soy _____ Lee, por mi apellido sabrán que soy francesa, pues si.
Mi padre es d...
Estaba en el baño, mojándome la cara, de pronto alguien abrió la puerta.
-nos vamos-dijo Draco mientras me cogía en brazos. -que?-dije confundida. -ya somos marido y mujer, además no creerías que te ibas a quedar sin luna de miel, ¿no?-dijo con una sonrisa muy seductora, no entendía como me podía coger con ese vestido tan pesado.
~.~
Llegamos a ¿un hotel? Creo que era un hotel. El me bajo rápidamente para luego quitarse la chaqueta.
-tenía ganas de que llegara esta parte-dijo quitándose la parte de arriba del traje. -de que parte hablas?-le pregunte, aunque ya me imaginaba de lo que hablaba. -ya sabes-dijo acercándose a mi lentamente, con una sonrisa muy seductora.
No dije nada, solo me quede parada.
El de pronto me cogió de la cintura. -me encanta como te queda el vestido, pero ahora estorba-dijo mientras miraba el vestido intentado buscar algún botón o algo para desabrocharlo.
Empezó a quitarme el vestido, dejando al descubierto la ropa interior que mi madre me dijo que me pusiera.
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(Ropa interior)
Me miro de arriba a abajo y me dijo: -estás muy sexy-dijo mirándome.
Después de acabar de mirarme me miro a los labios. Se hace eco a mi mas de lo que ya estaba y me besó, fue un beso apasionado, mientras me besaba me acariciaba la cintura, empezó a intentar desabrochar el sujetador, parecía que no sabía desabrocharlo, me canse de tanto esperar y me lo desabroche yo misma, el me miro y se mordió el labio inferior, se le veía tan sexy. El me acostó en la cama, estaba tan excitada, quería que entrara ya en mi. Empezó a besar mi pecho, poco a poco iba bajando sus besos hasta mis bragas, se paró y empezó a bajármelas, al final me quitó las bragas, el se quitó el pantalón rápidamente, no podía creer lo que estaba pasando,poco a poco iba notando como entraba en mi, mientras entraba me venía un dolor, poco a poco ese dolor iba desapareciendo, hasta que el dolor se convirtió en placer, no podía aguantar mis gemidos, mis gemidos cada vez eran más altos, hasta que los dos llegamos al climax. Fue una noche inolvidable.
