Prólogo

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Un omega de ocho años y un alfa de nueve años se encontraban jugando con una esponjosa pelota respectiva de Johan, el omega.
Johan aventó su pelota con dirección a las manos de Yoshua, el alfa, quien la tomó para volver a lanzarla al ojiazul pero éste no la atrapó y acusó a Yoshua de lanzarla con mucha fuerza llamándole "tonto". El alfa indignado le respondió de la manera más fea posible respondiéndole "Botellita de Jeréz todo lo que digas será al revéz".

El omega entendió la referencia. Sus ojitos se comenzaron a aguar y el alfa al escuchar un hípido, por parte del menor, caminó rápidamente en dirección a él para poder calmarlo porque sabía que le iría como en feria si le hacía llorar y le iría peor porque su madre, una "linda" beta, se encontraba en casa.

- No, no, ¡no! Llores shhh - Yoshua colocó su dedo índice sobre sus labios. - ¡Ya sé! Juguemos a algo - festejó internamente porque Johan paró de llorar un momento para prestarle atención.

- ¿A qué? - su voz era pequeña. Con el puño del súeter celeste que traía puesto limpió las gotitas de agua en sus ojitos y mejillitas rositas.

- Cuando yo era más pequeño y papá estaba aquí en la casa, siempre lo veía jugar con mamá.

- ¿A qué? - nuevamente preguntó.

- Daba mordiditas en su cuellito en esta parte - caminó para colocarse detrás de Johan y poder señalar, en la parte de atrás del cuello, el lugar donde se daban las mordiditas ocasionando en el omega muchas cosquillitas.

- ¡Cosquillas! - reía felizmente al sentir las cosquillas.

- Bien, entonces tú corres y si te atrapo te tocan mordiditas -

Johan asintió saltando emocionado y comenzó a correr. Yoshua esperó unos segundos, para darle algo de ventaja, y poder ir tras él. No pasó mucho tiempo cuando Yoshua ya lo tenía abrazando de su cintura.

- ¡Te atrapé! -

El menor chilló de felicidad al ser atrapado.

El alfa comenzó a olfatear el cuello del ojiazul mientras sus pequeños colmillos, aún en desarrollo, se hacían presentes. Johan respiró profundo seguido de un largo chillido al sentir como Yoshua enterraba sus colmillos en su blanquecino cuello.

- ¡Auch! Tu papá si mordía feo a tu mamá.

Yoshua despegó los colmillos del cuello del más pequeño. Por instinto de su lobo pequeño dió un par de lamidas a aquella mordida.

- ¡Yoshua! - la mamá beta había salido al jardín trasero para ir por los pequeños.

- Yoshua nos está llamando tu mamá - Johan señaló a la madre mientras daba saltitos.

- Ya vamos - tomó la mano del omega para caminar a la puerta.

La beta los esperaba con una sonrisa tranquilizante en la puerta; el olor a galletas recién horneadas hizo que la pancita de Johan rugiera. Los detuvo un momento en la puerta porque veía algo extraño en ellos, algo no andaba bien, los analizó y...

- ¡PENDEJO LO MORDISTE! - la madre alterada al no saber que hacer lo único que tenía en sus manos era darle un zape a su hijo, cosa que hizo.
- ¿Qué? - dijo el pequeño omega.

《》
Doll_Cake
&
Lechita_De_Chocolate

Somos las escritoras de las próximas
sagas de estas historias.

¡Pendejo, lo mordiste! 《Omegaverse》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora