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-Cuatro... cinco... seis... siete.

- Oye Hyunggu... ¿Y que paso con Adachi?

-trece... catorce... no se a que te refieras; quince.... dieciséis.

-si; quiero decir; ¿siguen hablando?

-diecinueve.... no... ¿por qué preguntas?

- pues... lo vi hace unos días.

Detuve mis movimientos al escuchar eso último.

-oye... no dejes de contar, se te va a olvidar y todavía nos falta hacer el inventario de la parte de abajo.

-Yeo... hace mucho que no hablamos, creo que ya son tres años.

-ooohh ya veo; supongo que lo superaste.

Seguí contando; tratando de dejar a un lado el tema a ser lo suficientemente concreto.

- si... ya nada de Adachi hay en este corazón.

- después de que él desapareciera con Miyeon y te dejará...

-Yeo... por favor; no quiero recordar ahorita, tenemos trabajo y nos van a regañar si no nos ven haciéndolo.

-esta bien, tienes razón, podemos platicar en otro momento.
Bueno... te dejo aquí arriba, seguiré abajo para terminar más rápido.

-heyyy!! Pero abajo es solo cajas!! Sólo debes sumar!!!

Lo vi irse como el viento y dejándome sólo, continúe contando cada producto pequeño. Aahhh~~ si tan sólo estuviéramos completos de personal, no estaríamos presionados con nuestro trabajo.

Continúe contando, tratando de olvidar todo, hacer rápido lo que faltaba e irme.

Para cuando baje con todas las cuentas hechas, encontré a Yeo en la computadora pasando registro de sus datos.

-¿ y los chicos?

-ya se han ido, tardaste más de lo esperado, terminaron y se fueron.

-no es cier... Diablos, son las 10:30 pm

-tranquilo, yo tampoco he terminado, así que nos iremos juntos.

-ese no es el problema. Sabes que es cansado estar saliendo demasiado noche y no encontrar si quiera transporte.

- hay días que nos vamos más tarde; pero no quita que tengas razón.

-ven acá, todavía falta tu reporte para mandar a las oficinas.

-tengo una duda; ¿por qué seguimos aquí trabajando?

-por que de cierta forma nos pagan bien y es el más cercano a nuestras casas.

-ya no quiero estar aqui.

-tienes todo el derecho de irte.

-¿y tú?

- yo puedo aguantar un poco más, tal vez, solo tal vez, pueda encontrar algo mejor.

-eso debería de decirlo yo.

- lo se; lo digo para aminorar la noche.

-ahhhh~~~ creo que tienes razón, terminemos ya y vamonos.

Cada quien regreso a sus actividades, pasando unos 20 minutos más, vi como Yeo comenzaba a apagar su computadora.

Entre un poco en pánico, por que a mi todavía me faltaba terminar el segúndo correo que se debía enviar.

-tranquilo; estaré aquí hasta que termines, podemos ir a mi pequeño departamento, así no nos quedamos solos hoy, además, tienes ropa.
Mientras, iré a checar como dejaron los chicos.

Asenti con la cabeza, mientras veía como daba pasos a la parte trasera de la tienda.

Yo seguía escribiendo el archivo.

Enserio que es pesado.
No somos ni gerentes ni supervisores, pero ambos debemos hacer el trabajo de ellos por (como dije antes) falta de personal.
Prácticamente ambos somos responsables de un establecimiento donde nadie nos paga más ni nos suben de puesto.
Mamá me pregunta cuando iré a buscar otro empleo; ¿como le digo que trataré de esperar más tiempo? El cansancio puede más conmigo, mis piernas cansadas, mi espalda adolorida y la pesadez en mis brazos no se va.
Como quisiera poder botar todo e irme a una cama, dormir y despertar ya hasta tarde.

Cerré por un momento los ojos, trate de dejar el estrés por un lado, solté un suspiro de cansancio y puse mis últimas ganas del día en el trabajo.

Pasando los últimos 15 minutos, pude enviar el correo con los archivos del día, fue cuando gire a ver a mi lado, encontrándome con Yeo. Tenía sus audífonos puestos y sus ojos cerrados, ya había bajado las mochilas de ambos, me puse de pie, coloque mi chaqueta y apague las máquinas, sacudi ligeramente su hombro, sacándole de su sueño.

- perdón, pero ya acabe, podemos irnos.

- No es nada, no te preocupes Hyunggu... vamos a casa ya.

-¿los chicos lo hicieron bien?

-deja ya el trabajo a un lado, ya lo revise, alguno que otro detalle, pero se puede trabajar en ello durante la semana.

- ahhh~~ lo siento, esto de estar de encargado es difícil.

-entiendo, pero también debes tomar un respiro, no puedes estar así todo el tiempo.

- perdón, voy a trabajar en ello.

Sentí la mano de Yeo caer en mi hombro junto a un ligero apretón.

- vamos, hay que ir a casa.

Una sonrisa leve salió de sus labios, se la correspondí para después ambos dirigirnos a la salida principal.

Durante el camino, Changgu empezó nuevamente aquella platica acerca de Yuto.

- No seria mala idea que vuelvan a verse.

- tampoco lo creo, pero no es el momento.

- tu... ¿sigues molesto por lo que paso?

- jamás me moleste... sólo no creo que sea el momento.

- debes tener una razón, nadie puede esquivar a alguien más así de la nada.

- No lo estoy esquivando.

- perfecto... entonces le diré que trabajamos juntos

- ¿para qué?

- luego te explico... ya llegamos.

Y abrió la puerta de su pequeño apartamento, restando importancia a lo que me dijo e ignorando después.

Lamentablemente esto me daba mala espina... no creo que Changgu precisamente ayude con esto de Yuto.

Middle PointDonde viven las historias. Descúbrelo ahora