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A la mañana siguiente, tenía a un Yeo demasiado pegado a mi, en la cama...
Habíamos compartido la cama como varias veces lo hacemos, jamás me quejo de dormir con él, el.priblema es que esta vez lo tenía casi encima de mi.

Es cierto que no es muy quiero que digamos para dormir y suele mover hasta las manos dormido, pero está vez, me estaba usando de colchón y definitivamente es un poco pesado. ¿un poco? Si estoy siendo aplastado por él. ¿cómo no me di cuenta?

Bueno... yo tengo el sueño pesado... y viendo la hora... 9 a.m.

Las nueve... Dios santo!!!! Olvide que era yo quien tenía que abrir.

Corriendo me puse de pie, no me importó empujar el pobre cuerpo de Yeo que descansaba plácidamente en mi, haciendo que callera por la orilla, escuche como se quejó, mientras yo sólo pude ponerme algo de lo poco que tenía en su departamento.

- ¿ por qué corres tanto?

- me tocaba llegar temprano hoy.

- ¿hay algún pendiente?

- No pero...

- deja que ellos abran solos, les deje indicaciones en una hoja si no te diste cuenta. Además, va a ir Soyeon... ella sabe como es el trabajo.

- Pero ¿y si sucede algo inoportuno?

- hey!!! Hyunggu... calmate... no va a pasar nada, ellos y sobretodo ella, saben que hacer.
Ahora toma una ducha bien, arreglaste y vamos a desayunar.
Más tarde iremos al trabajo.

- pe...

- No quiero que reclames... tendremos visitas en un rato.

Eso sí me desconcerto. ¿visitas? A menos que sea el casi esposo (que aún no lo sabe de Yeo) YanAn.

- vamos... Prepárate... yo haré el desayuno.

Me dejó sólo en la habitación con mi ropa en mano.

Con pesadez, deje caer mi cuerpo en la cama y cerre los ojos.

Deje que me absorviera un poco el sueño dejandome llevar a los pocos minutos.

Estaba cansado, cierto.
Deseaba que llegará mi día de descanso y así poder dormir durante toda la mañana hasta que mi cuerpo se cansara de estar acostado.

No me percate en que momento, pero enserio deje que mi cuerpo se calmara. Sentí una inmensa relajación y caí dormido de nuevo.

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Yeo One.

- ¿qué se supone que le voy a decir?

- nada... el no sabe que prácticamente vivo a unas cuadras de donde ustedes trabajan.

- jamás debi haberte encontrado.

- No lo hiciste. Ni tu ni yo sabíamos que chocariamos en el mismo rumbo.

- ¿puedo preguntar algo?

- claro.

- ¿qué pasó entre ustedes dos?

- pues... la verdad no recuerdo, se que lo lastime. Pero exactamente no supe por que, sólo lo vi llorar.

- ¿ y por que te fuiste?

- jamás lo hice... sólo ya no aparecí en la escuela; bien podía hablar con él o él a mi. Jamás desapareci.

- entonces se va a alegrar de volver a verte.

- ¿crees? Sería bueno que lo volviera a ver.

Colgué la llamada, en espera a que el timbre sonará, obviamente no era Yuto... era mi casi esposo y hermoso casi novio, YanAn.
Corrí a abrirle, encontrandome con la sonrisa más bella de mi mundo.

Él me saludo, estaba tan perdidamente enamorado de él.
Pronto cruzó el umbral y se encaminó a la cocina, después de decirle que tenía listo el desayuno.
Mientras yo iba por Kino, quien lo encontré más que dormido. No quise molestarle, de verdad que estos días ha estado estresado.

Es el encargado del turno, muy a pesar de que valla una chica a parte a "revisar la tienda"; Soyeon es de mucha ayuda a veces y nos informa como van los demás compañeros, además de capacitar, mientras yo, voy aprendiendo conforme a la marcha de él.

Me gustaría decirle que ya renuncie, no puedo verlo así de gastado.

Y es que su rostro se empezó a deteriorar in poco, tiene ojeras algo marcadas, muerde mucho sus labios, que hasta ya puedo decir que los tiene partidos y secos, su cabello no tiene el mismo brillo y a veces llega de muy mal humor. Sin contar de que empieza a fastidiarse con él ruido.

Es por ello que ahorita que lo encontré completamente dormido, mejor lo acomodo y cierro las cortinas.

- has tardado...

- fui a ver a Hyunggu.

- ¿está aquí?

-esta descansando.

- ahhh~~~ creo que el trabajo lo absorbe.

- demasiado, me gustaría verlo renunciar de esa empresa de porquería.

- pero está tan aferrado a que no puede dejar solo.

- Pero nadie le va a pagar sus turnos dobles ni su esfuerzo.

- Yo si voy a renunciar.

- ¿enserio?

- Si... sólo que Kino se vendrá conmigo. Por cierto... ¿recuerdas qué alguna vez te platique de Yuto?

- ¿el japonés?

- Si si. Bueno... hace unos días lo encontré en la calle y estoy planeando hacer que Kino y él se reencuentren.

- ¿no será mucho para él?

- No creo, se que por dentro se muere por volver a verlo.

- sólo no te vallas a meter en problemas príncipe.

- No lo haré " ma baby".

- insisto... jamás debí hacer lo que me pides.

- te viste tan lindo aquella vez con ese bebé en brazos y tratando de calmarlo.

- yaaa~~~ Yeo ChangGu...

Me puse de pie, camine hasta quedar de frente y robarle un pico.

- ¿cuando vamos a ser novios?

- cuando este listo para pedirlo.

- Pero si ya sabes tus sentimientos.

- si... pero no quita que este listo para una relación.

- y me vas a dejar todavía con las ganas de poder lanzarme a ti.

- ya lo haces.

- ya se, pero sería diferente.

-¿en qué sentido?

- que podré tener confianza...

- a mira...

Middle PointDonde viven las historias. Descúbrelo ahora