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Deseos

Mucho de donde escoger. Revise la billetera y no tenía un puto sol. Era uno de esos días en los que no se porque me levante con el pie izquierdo, literal era un día de mierda.

–Toma —acompañado de alzar las cejas.
¿Podía estar enfadado o estaba todo bien?
Yo y mi maldito problema de analizar cada uno de sus gestos, y es que un mismo gesto podía significar diferentes cosas en él. Era tan difícil decir... todo está bien Gonzalo.

Aunque no era la persona indicada para pedirlo, terminó metiéndome en problemas y él siempre lo soluciona.

—¿Que es esto? — mire al techo y suspire. Le dio una probada y tomó mi mano.

—Pues —terminando de saborear — helado de coco, supongo que si querías venir a la heladería era para esto o me equivoco.

—No te lo pedí — soltando su mano.

—No se que es lo que te pasa — con un molesto sonido con su boca — no hemos venido por un bebida, el helado de coco es tu favorito...

—¡Eso que tiene que ver! — hice tanto ruido que la gente había volteado a vernos. Seguí la mirada a algunos, que eran unos completos desconocidos — que sea mi favorito no quiere decir que no tenga otras opciones — susurre apartando el vaso de mi lugar.

—Claro tienes muchas opciones — susurro haciendo ese molesto ruido por segunda vez — que sea tu favorito no quiere decir que no puedas probar...

—Me aburre tener un programa — saque el móvil, y comencé a escribir — odio tener una rutina, es la peor mierda que...

—Si quieres probar otras cosas — acercando su rostro al mío — no necesito esto, estas huevadas no van conmigo.

—¿Que quieres decir? — sentía que se salía de mi pecho, el amor y el enfado lo sentía de la misma forma. Me cortaba la respiración y no me dejaba pensar con claridad.

—En la variedad está el gusto — con una sonrisa pícara — si lo sabré yo ¡Cuando te canses y estés decidido hablamos!  — envío un mensaje rápido en su celular y lo puso en su bolsillo posterior— no te olvides de usar lubricante.

—¡No! — si alguna persona no escucho los gritos antes, ahora si lo hicieron todos, tome su brazo con fuerza — no me interesa probar todos los sabores — susurre ruborizado, ya tengo mi sabor favorito.

—Pensé que habías dicho — la felicidad se asomó en su rostro — no me gusta que me jodan.

—A mi tampoco — con la voz temblorosa al alejar mi mano de su cuerpo. — No me voy a sentar en cada pene que vea.

–No tienes que ser tan explícito — saco el móvil y leyó rápido  — solo disfrútalo y olvídate de las culpas — guiñando un ojo.

—Si esto se acaba , no voy a buscar uno — cruzando los brazos — voy a...

—¡Búscate cien, si eso deseas! — alzó la voz al decírmelo al oído — a mi solo déjame en paz.

—Solo deseo escoger — las lágrimas volvieron a mi rostro, era normal desde hace varios meses. Toda mi vida si tendría que recordarlo —solo hay uno que quiero probar — dije sin dejar de llorar — es el tuyo Mathías — con la voz entrecortada.

—Escucha— tomó mi mano que no dejaba de temblar — vámonos — dándole una palmadita a mi hombro.

Termino siendo un abrazo, que hizo que me derrumbe. Sus ojos no están a mi alcance pero podía sentir su corazón...

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Nueva actualización

¿Porque escribir esto? Estar en cuarentena me ha dejado sensible supongo, y me vino el diálogo de repente 😂😂😂 disculpen es producto del aburrimiento 🤯