Unique

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-Kill this love yeah, is sad but it's true... - Un pequeño chico de cabello rosa cantaba la letra de aquella pegadiza canción que comenzaba a popularizarse en aquel lugar. Una sonrisa inocente plasmada en su rostro mientras quitaba la sangre de sus manos en su camiseta con el estampado de Gucci en ella.

-Debemos irnos ahora, Pink boy. Zero está enojado porque estamos tardando.

-Pero aún es temprano, Kitty hyung -Reclamó el joven con un puchero en sus labios. -. No quiero irme.

-Órdenes de nuestro señor quien nos envío y pagará por terminar con la vida de este hombre que hacía contrabando de niños. Somos asesinos por una buena causa.

-Lo sé... ¿antes de irnos podemos ir por chicle?

El rubio ladeó su cabeza y alzó una ceja ante la sugerencia.

-Rápido y nos vamos.

-Lo será mi lindo Kitty hyung. -Le lanzó un beso para guardar su pistola dentro de su chaqueta y subir la cremallera para cubrir la sangre. Listo y arreglado, salió por la entrada del edificio abandonado.

-Sigue siendo un niño -Sonrió para sus adentros y cubrió todas las pistas para no dejar rastro y salió del lugar enviando un mensaje al encargado de la desaparición del cuerpo. Dios mío, aquel trabajo era horrible pero era por una buena causa para evitar más corrupción en aquel país tan cerrado. Apagó el teléfono y salió del lugar. -. ¡Pink boy! -Gritó cuando vió al chico al otro lado de la calle moviendo su mandíbula, causa del seguro chicle ya comprado. -. Nos vamos.

-¡Genial! Me aburría.

- Siempre te aburres. -Comenzó su caminar y el joven lo siguió.

-Con usted no mi lindo Kitty hyung, es divertido e interesante trabajar con usted.

-Soy genial lo sé.

***

-I love you, love you, love you~ -Otra canción era cantada por lo labios del pelirosa quien limpiaba la pistola rosa que era regalo de su maravilloso hyung. Si, maravilloso para él era la idea de tener que ser asesinos para evitar que su país caiga en la corrupción de mala gente. -hyung, es aburrido estar aquí. Vamonos.

-Solo espera un rato, este hombre no deja de soltar balbuceos a través del mordaz. -Hablo YoonGi mirando al hombre quien era el que provocó el tráfico de chicas jóvenes. Era un asco de gente. -¿Encontraste algo en su teléfono?

-Georgia... creo que es ahí donde enviaron a una de las tantas víctimas, Kitty hyung. -Siguió buscando y encontró un par de calles guardadas en su Google maps. -Creo que esto te interesará.

YoonGi tomó el celular y verificó lo que le había dicho el menor, sonrió de lado y comenzó a marcar un número en su propio teléfono.

-"¿Sucede algo, hyung?"

-¿Qué tan rápido encontrarías la calle Dong-Jun Seúl 485 mi querido JungKookie?

JiMin frunció el ceño ante ese tonto apodo. Odiaba de gran manera como llamaba los demás su querido Kitty.

-"Depende de mi premio... ¿propuesta?" -Preguntó al otro lado de la línea abriendo su computador.

-¿Qué tal una computadora nueva? Aquella que sacaron hace poco los de Apple... y también podría ser una salida al último concierto de IU.

-"Amo ese trato. ¡Hecho!, ¿pero qué hago con la búsqueda?" -Sonriendo feliz por su regalo, comenzó a buscar el lugar.

-Mandarsela al jefe y vaya por las chicas secuestradas, las devolveremos a su hogar.

Colgó y miro a su acompañante quien lo miraba con un puchero y brazos cruzados en aquella silla de oficina. Se acercó mientras que le tomaba del mentón y presionaba sus labios juntos en un beso simple. Separándose le sonrió viendo el sonrojo del contrario pero manteniendo aquel ceño fruncido.

-¿Enojado Pink boy?

-Sabe que no me gusta como trata de cariñoso a los demás, hyung. -Un dedo se colocó en su labios y él sólo lo beso obteniendo una sonrisa del mayor. -¿Ya nos vamos?

-El jefe se encargará de las chicas y que cada una vuelva a su hogar, tranquilo. -Sacó la carpeta de todo lo que había hecho el maldito hombre que aún se quejaba en el suelo y ponerlo abierto en el escritorio que estaba a su lado. Todo aquello era sobre los expedientes que había hecho ese hombre, no sólo el tráfico de mujeres, sino que también de personas desaparecidas y algunos trabajadores de esa misma empresa siendo encontrados "misteriosamente" muertos en algún lado de la ciudad, siendo convenientemente lejos de la empresa para no levantar sospechas. -Ya estamos listos.

Lo tomó de la cintura y salieron ambos. Las cámaras habían sido apagadas gracias a JungKook, así que sólo se tenían que salir de ahí y listo.

-Tengo sueño.

-Cuando lleguemos a casa, JiMin, tú y yo nos vamos a acurrucar y dormir durante 17 horas, ¿qué tal?

-La cita ideal. Eres un romántico de primera.

-Por algo estás conmigo mi lindo Pink boy. -Le guiño el ojo mientras entraban al elevador para salir del edificio.

Un trabajo ya resuelto por ellos en mejor tiempo que de los mismos policías.

-¿Hacemos bien en esto, hyung?

- No creo que ganemos un lugar en el paraíso porque nos manchamos las manos por gente que hace malas cosas. Pero lo hacemos por el bien de los demás y que puedan encontrar la paz y solucionar las cosas, no de la mejor forma pero si más efectiva porque sabemos que hacemos aunque sea una pequeña diferencia. Eso me basta para mi...

-Si es para que los demás puedan estar tranquilos, bien por mi.

-Y por eso JiMin... hacemos este trabajo para que no sufran personas inocentes.

El menor sonrió y se acercó a besar sus labios siendo correspondido rápidamente, unas manos en su cintura y las suyas en el cuello contrario era prueba de su ya misión resuelta de ese día.

Podrán ser asesinos para los demás, pero sólo eran dos chicos haciendo lo correcto.





KittyGang- YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora