Okogi's Assessins

Capítulo 2: La mansión Okogi

Yuzu iba en el BMW M5 con Subaru, de momento no hubo palabras entre ellos, había un silencio muy cómodo entre ambos.
-Y bien Yuzuko, cuéntame que has estado haciendo en estos últimos 2 años- dijo Subaru rompiendo el silencio
-No mucho abuelo, fui una estúpida, me enamoré de alguien y luego me dejó para heredar esa maldita academia Aihara- dijo Yuzu
-Querida, estas cosas pasan en las familias destacadas de todo el planeta, solo les importa el dinero- dijo Subaru
-Lo se abuelo, lo se, por ello necesitaba alejarme de aquí- dijo Yuzu
-Entiendo, pues vamos para casa, Ryota no sabe que vienes- dijo Subaru sonriéndole a su nieta
-Ya quiero ver su cara- dijo Yuzu.
Así pasaron las horas hasta que al fin llegaron a su destino, el primer tramo fue en coche y el segundo y último tramo fueron en barco hasta Kyushu que era una isla bastante extensa, pero ahí podía vivir cualquier familia que decidiera cambiar su destino para mejor, los habitantes de esa isla vivían en armonía y tranquilidad, entre ellos estaban, el Clan Saiga, el Clan Neji, el Clan Itō y el Clan Okogi, esta isla era codiciada por muchos otros clanes, pero estos cuatro mantenían el orden en la isla, nadie se revelaba contra ellos y mucho menos contra el Clan Okogi.
Yuzu y Subaru al fin llegaron a la puerta de la gran mansión, la mansión parecía un castillo, tenia un terreno de 10 km a la redonda, era mucho terreno para cualquier casa en esa zona, incluso tenían una montaña detrás de la mansión.
De la gran puerta de acero de la entrada hasta la puerta principal de la mansión había 1 km, era gigantesca.

Yuzu y su abuelo bajaron del coche, todos recibieron a Yuzu con los brazos abiertos, unos lloraban de la emoción que su señorita había vuelto y otros contenían las ganas de abrazar a su joven maestra.
-Bienvenida Yuzuko- dijeron todos inclinándose
-Gracias por esta bienvenida- dijo Yuzu sonriéndoles con cariño
La mayoría se desmayaría si Yuzuko Okogi les sonriera así, pero ellos estaban acostumbrados a esa sonrisa.
Una vez dentro Yuzu y Subaru estuvieron hablando de varias cosas antes de que Yuzu subiera a su habitación para descansar, una vez acabaron la charla privada entre abuelo y nieta, se fueron a sus respectivos cuartos, no sin antes Yuzu acercarse a la habitación de su pequeño hermano, era tarde ya, así que no iba a despertarle.
Al día siguiente Yuzu se despertó temprano, se levantó, se duchó y bajó a la cocina para prepararse el desayuno.
-Buenos días Yuzuko- dijo una mujer de unos 25 años de edad, tenía el cabello oscuro y los ojos grisosos.