Cada día que pasa me pregunto que hizo cambiar de opinión, de quererme como un loco a quererme como una amiga.
Quizás fui yo la culpable de ello, igual fui demasiado fría a veces, igual yo no le dije para pasar tiempo juntos, igual no le demostré lo feliz que me hacía siempre que estaba con él, siempre que le hacía sonreír.
Son las 3 a.m. y sigo escribiendo, supongo que es la única manera de quedarme sin este nudo en el corazón que cada día me amarga más.
Nadie sabe lo importante y fundamental que llegó a ser en mi vida en tan solo una semana, lo que me hacía sentir cuando me miraba, cuando no sabía que decir, pero cuando yo era la que le hacía sonreír... Nadie sabe que sensación es esa, es única e irrepetible, saber que tú eres la única que puede hacerle reír al menos unos minutos o alegrarle porque estás junto a él.
Adoraba estar con él, pasar horas los dos juntos, porque más que pareja eramos como mejores amigos, eramos cómplices en un lugar llamado mundo.
Y la verdad es que, no sé que pasa, no sé si me quiere, no sé nada... Sólo sé que alguno de nosotros se está confundiendo y los dos caeremos o quizás sólo caiga uno. Sólo sé que le perderé, o... Me perderá si las cosas siguen así.
Ahora caigo, seguramente fue porque no me abrí lo suficiente, y lo entiendo,