Prólogo

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-¿Y por qué te abofeteó? -  preguntó tratando de romper el incómodo silencio que se había generado tras lo sucedido con mamá mientras caminábamos por el bosque.

-No es de tú incumbencia- le contesté irritada por lo que acababa de pasar.

Lo único que me faltaba era pelearme con Daryl.

-Oye- me agarra del brazo- yo no te he hecho nada o dado alguna razón para que te comportes como una niñata inmadura que siempre huye de sus problemas- contestó furioso.

-Callate- conteste en un tono bajo.

-Tu no me vas a decir que hacer- levantó la voz señalandome con el dedo.

-¡Que te calles, maldita sea! -dije enojada, lo que me faltaba, ahora yo estaba gritando.

-Oye, yo no me...-fue interrumpido cuando lo empuje hacia un árbol y el caminante que había visto hace unos minutos cayó encima mío,  tratando de morderme, lanzaba mordiscos, poco a poco se iba acercando a mi cuello este era mi fin.

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