*Cuando El Mundo Se Fue A La Mierda*

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Cuando sonó el despertador yo ya estaba despierta, desde lo que le había pasado a papá no había vuelto a dormir bien.

Tenía pesadillas.

Con el tiempo empezaban a empeorar.

La primera que tuve fue que se desangraba cuando le habían disparado, la ambulancia nunca llegó y moría en mis manos.

Por alguna extraña razón yo siempre estaba ahí.

Me desperté espontáneamente, sudaba frío, había tenido la pesadilla de que él murió en el hospital, que él simplemente dejó de luchar y se rindió.

No pude volver a dormir.

Después de haber apagado la alarma fui al baño a poder tomar una ducha.

Por unos momentos me sentía relajada, como el agua caliente recorría todo mi  cuerpo, cuando llegaba a llorar las lágrimas se confundían con el agua de la regadera.

A veces lo único que hacía era quedarme ahí parada, como una estatua.

Al terminar me envuelvo en una toalla, me pongo la  ropa que tenía en el sillón, la cual la había preparado el día de ayer,  seco mi cabello con una toalla rosa, lo cepillo y lo dejo suelto.

Rocío un  poco de perfume en mi cuello, era el que me había regalado papá hace unos meses, me miro al espejo del tocador, veo un resplandor metálico, me había hecho tres piercings, uno en el labio, otro en la nariz y uno en la lengua.

Estos eran recientes, aún puedo recordar los gritos de mamá cuando descubrió que me los había hecho, ella estaba muy furiosa.

Me castigo 2 meses sin teléfono o salidas con amigos, hasta que sucedió lo de papá, ahora esto paso a ser menos relevante, como si solo fuera una pequeña travesura, ahora ella está más preocupada por eso que por lo que haga ahorita.

Podría tener un tatuaje en la cara y ella ni lo notaria.

Baje a la sala para poder dirigirme a la cocina, era el camino más corto para poder llegar, al estar ahí mamá ya estaba despierta  haciendo el desayunome quedé unos instantes en la entrada de la cocina hasta que ella habló.

-Buenos días cariño- me saluda.

-Buenos días ma- le respondí.

-¿Hoy iras a ver a tu papá?- pregunta sin voltear a verme.

-Si- conteste mientras iba por una fruta a la mesa.

-De acuerdo- me dijo finalizando la conversación.

Así eran todas las conversaciones que tenía con ella desde lo que le había sucedido a papá.

Agarre una manzana dándole  una mordida mientras  mamá terminaba de preoarar el desayuno, cuando ella acabó, ya había terminado la manzana, lo único que quedaba de esta era el corazón, entonces me pare a tirarlo y luego sentarme, me puso el desayuno enfrente con un vaso de leche, era pan tostado con mermelada, no era mi favorito pero tampoco es como si me pudiera quejar, hace su mejor esfuerzo por volver a la normalidad.

-Voy a ir a despertar a tu hermano- dice para después darme una falsa sonrisa.

Solo asiento con la cabeza, agarro un pan y le doy una gran mordida, el sabor dulce de la mermelada inundó mi paladar, le di otra y otra hasta acabar con el , lo mismo hice con el otro pedazo, al terminar me tome la leche.

Cómo ya había terminado me levante de mi lugar, puse los platos en el fregadero, cuando regresará los lavaria, subi hacia el baño pero en las escaleras me encontré con mi mamá y mi hermano.

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⏰ Última actualización: May 16, 2020 ⏰

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