Daikirai.

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Las gotas de sudor se deslizaban por mi espalda, el Bullpen estaba caliente y el clima me estaba sofocando. Odiaba las noches así.

Estábamos entrenando, probando nuevos tiros, todos ya habían vuelto a sus dormitorios quedando solo Sawamura y yo.
Le mire un instante, estaba sentado en el suelo con las piernas abiertas apoyado en la pared, su camisa estaba abierta y se podían ver las gotas de sudor brillando por la piel bronceada de su torso definido por los arduos entrenamientos del equipo de béisbol. 

Aquella visión me causo mas calor, levantando una parte de mi que no debería estar despierta en un lugar como ese, sentí como me estaba endureciendo, ¿acaso no se daba cuenta de como me estaba provocando?

Su boca estaba levemente abierta, sus mejillas sonrojadas, jadeante a causa de los incontables lanzamientos que me hizo recibir en aquella ultima hora. No me percate de que lo estaba mirando hasta que el mismo grito mi nombre.

-Miyuki Kazuya, ¿me estas escuchando? te hice una pregunta y estas ahí con esa cara de tonto mirándome, parece que me vas a devorar con los ojos. - Salí de mi trance y empece a reír, quería jugar un poco con el.

-Sawamura, no es con los ojos con lo que te quiero devorar. - Respondí con mi sonrisa mas cínica y eso lo hizo sonrojarse mucho mas, ah... Era tan lindo atormentarlo de esa manera.

En ese momento agacho la mirada, parecía realmente avergonzado, sentí como se aproximaba a mi y me sujetaba firmemente del brazo. 

  -¿Por que no lo haces en lugar de hablar tanto?-

¿Estaba soñando? ¿En serio el quería que yo lo "devorara" allí en el Bullpen? No, no, no debo estar delirando, esto no puede ser verdad.

En medio de mis pensamientos Sawamura junto nuestros labios en un beso caliente y desesperado, metió su lengua en mi boca y empezó a explorar casa rincón de la misma, no era ningún sueño, ese pitcher había tomado la iniciativa y en un lugar donde podríamos ser atrapados en cualquier momento.
Mi razón me abandono, solo pensaba en tomar ese cuerpo entre mis brazos en ese momento y en ese lugar.

Lo agarre atrayendolo mas a mi, sentándolo sobre mis piernas profundizando mucho mas el beso, mis manos se deslizaron por su uniforme, comencé a explorar su cuerpo debajo de la camisa, el suspiro de Sawamura y el roce de sus dedos sobre mi pelo me hicieron reaccionar.

Su expresión me indicaba que lo estaba haciendo disfrutar, levante su camisa lo suficiente para dejar a la vista sus suaves pezones y deslice mis dedos lentamente sobre uno de ellos, en ese momento Sawamura gimió en mi boca y sus uñas se clavaron en mi espalda por encima de la ropa.

Nuestros cuerpos estaban sudados por el entrenamiento, pero lo único que me importaba era lo que tenia en frente de mis ojos, tenerlo entre mis manos de esa manera era todo lo que necesitaba en ese momento.

Percibí sus gemidos cerca de mi oído mientras mordía la piel de su cuello dejando pequeñas marcas rojizas. Una de mis manos apretaron sus caderas mientras que la otra se deslizaba dentro de sus pantalones, empece a acariciar sus miembro por encima del boxer, mi pitcher gemía muy bajito, necesitaba oír mas de su voz así que decidí provocarlo un poco mas.

-Eijun eres siempre tan escandaloso, tan llamativo... Entonces, ¿por que no gritas para mi de la misma forma que gritas en el diamante?-

El me miro con aquellos ojos de gato que siempre se manifestaban cuando se ponía osado o extremadamente avergonzado.

-Idiota, ¿quien dice que lo estés haciendo bien? eres el único que puede sacarme esos gemidos- No creí que pudiera ser tan descarado, estaba jugando con fuego y yo se lo haría pagar.

Apreté su miembro y soltó un gemido mas audible pero no me pareció suficiente, necesitaba hacerlo sentir mejor. Lo ayude a levantarse y yo me quede de rodillas frente a el, saque su miembro del boxer y empece a chupar lentamente, las expresiones tan provocativas de Sawamura  me incitaron a continuar aumentando el ritmo.
Lamia desde la base hasta la punta, poniendo mayor énfasis en esta, succionando con fuerza.

Alce la vista y me encontré con unos ojos dorados llenos de lagrimas de placer, subí la mano hasta sus labios, delineandolos con los dedos incitándole a que los chupara. Con mi mano libre me deshice de sus pantalones y azote una de sus nalgas, avisándole de lo que venia.

Gire sus caderas para tener unas mejores vistas de su precioso culo, deslice dos de los dedos ensalivados dentro de el, tenia miedo de lastimarlo pero la lujuria me cegaba. Acaricie su interior, dilatando todo lo posible.

-Mi..yuki..- Sawamura se giro para mirarme, sus mejillas sonrojadas y sus labios hinchados por la intensa sesión de besos hicieron detonante en mi.

-Sawamura no puedo mas...-

Aproveche su posición para ponerlo contra la pared,frote mi miembro sobre su entrada antes de meterla lentamente, ah... Aquella sensación era maravillosa, estaba caliente y apretado.

Me quede un momento parado dentro de el, acaricie sus mofletes y lo sentí ardiendo, su respiración estaba descompasada y su boca entreabierta, suplicándome que empezara.

 Hermoso, el era realmente hermoso

 Agarre sus caderas marcando mis dedos en ellas, deslizando mi miembro con fuerza dentro de el, aumentando el ritmo de cada envestida. 

-Gime mi nombre Sawamura, mejor grita mi nombre, grita para que te folle mas fuerte o de lo contrario parare.-

Y el grito, con lujuria, desesperado.
Yo atendí a todas y cada una de sus peticiones, acaricie su pene con destreza frotando la punta con el pulgar para hacerle gozar mas si se podía, el sonido de nuestros cuerpos chocando mezclado con sus gemidos era exquisito, si seguía a este ritmo acabaría pronto.

El interior de Sawamura se contraía recibiendo de polla con gusto cada vez que rozaba ese punto tan profundo.

-Fuerte.. Mas fuerte..-

Y con un dulce gemido nos corrimos juntos. Nuestra situación era totalmente embarazosa, yo estaba jadeando con medio culo fuera, Sawamura con los pantalones y el boxer por las rodillas y mi esencia se escurria por sus muslos.  Su abdomen y mis manos estaban manchadas de su semen, necesitábamos urgentemente un baño.

Mis ojos alcanzaron los de aquel pitcher, era un completo desastre, me miro avergonzado mientras intentaba levantarse.

-Kazuya, eso fue...- Intenté callarlo con un beso y lo cargué cual princesa, ambos estábamos cansados,ya tendríamos tiempo para hablar sobre esto. Sawamura apoyó su cabeza contra mi pecho, vi como sus ojos caían presos del cansancio mientras nos dirigíamos a las duchas.

-Te quiero...Bakazuya-

Si él en ese momento hubiera visto mi sonrisa pensaría que soy idiota.
-Yo también te quiero Bakamura.-



Dirty Bakamura!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora