Capítulo 13.

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Ambos se encontraban aún con las respiraciones agitadas gracias a la actividad reciente. Dylan aún se encontraba dentro de Elian, ambos disfrutaban del momento.
Sus miradas se encontraron y sin poder evitarlo comenzaron a reír, los hermosos ojos azules brillaban al ver tan feliz al lobo.

Dylan soltó un suspiro al tiempo en el que comenzaba a salir lentamente del interior se Elian, el cual soltó un ligero gemido por la ausencia en su interior.

-Descansa, pequeño...-Dijo dejando un pequeño beso en la cien del menor.

Elian le sonrió débilmente, agotado y Dylan pudo apreciar nuevamente la apacible expresión del humanito al dormir. Acaricio con ternura su húmedo cabello, lo tomó de la cintura he hizo que se acurrucara en su pecho.

No tardo en quedarse dormido el también, demasiado cansado por el viaje y la actividad reciente.

(...)

Unos hermosos ojos azules comenzaron a abrirse al sentir la luz del sol entrar por la ventana, se removió levemente, nunca se había sentido tan cálido.
Sentía una piel suave contra su mano y su mejilla, lo acarició suavemente, sintiendo los latidos rítmicos del corazón de Dylan.

Lentamente se fue incorporando y como pudo, se soltó de su fuerte abrazo en su cintura.
Tomó aquella enorme camisa que había ocupado anteriormente el castaño y se vio inundado nuevamente por su fragancia a pinos y menta. Se la coloco y abrió la puerta con lentitud para no hacer ruido y bajo las escaleras para poder hacer el desayuno.
Vio como el cielo estaba nublado y gris a el le encantaban los días así ya que en lo único en lo que podía pensar es estar sentado en uno de esos mullidos sillones tomando algo caliente. Colocó varias varas de madera y comenzó a encender la chimenea para poder cocinar.
Colocó una tetera para hervir agua para hacer té e hizo unos panes y frutas, cuando estuvo todo listo, volvió a subir las escaleras.

Lo encontró boca abajo tapado hasta la cintura con aquellas finas sábanas, no pudo evitar quedarse embelesado ante aquella vista. Con aquel hermoso hombre desnudo totalmente indefenso sólo para el.
Se acercó lentamente y se sentó en la orilla de cama, estiró su mano y acarició con ternura su cabello castaño. Dejando suaves caricias en sus pómulos y mentón.
Pudo ver con una sonrisa como el mayor movía su cabeza para recibir más caricias, el lobo sabía que era Elian, pero no pudo evitar exaltarse al sentir toda su esencia de enlace rodear al menor. Dando por hecho que el ojiazul le pertenecía. 

Abrió los ojos y pudo apreciar el delicado cuerpo de Elian cubierto por la camisa que le había prestado. Se incorporó, sentando se en la cama, dejando sus cuerpos muy cerca. Los brillantes ojos del humano lo miraron tímidamente con intenso sonrojo en sus mejillas al saber que estaba completamente desnudo y que lo único que lo cubría eran las sabanas de la cama. 

-B-buenos días, Dylan...-Susurró, gracias a que sus rostros se encontraban muy próximos. 

Las enormes manos del lobo tomaron las mejillas del pueblerino y acercó lentamente sus rostros hasta que por fin unieron sus labios en un amoroso beso.  Los brazos del más pequeño se pasearon por sus hombros, subiendo con lentitud hasta su nuca y el nacimiento de su cabello. Las manos del hombre lobo bajaron hacia esa pequeña cintura para luego levantar lo y dejarlo sobre su regazo, ambos disfrutando de la cercanía. 

Dylan separó mínima mente y comenzó a rozar los con los contrarios, tentando lo dejando suaves besos en su labio inferior, mordiendo lo. Y sin poderlo evitar soltó una sonrisa llena de diversión al ver como un puchero aparecía espontáneamente en sus labios. 

Por lo que volvió a unir sus labios en un apasionado beso, quitando les el aliento a ambos. 

-Buenos días, Elian..-Dijo con voz ronca, manteniendo el abrazo en la cintura del menor. Con sus cuerpos muy juntos. 

El cuerpo del pelinegro temblaba levemente y no pudo evitar sobresaltarse al sentir aquellas calientes manos bajar desde su cintura hacia sus muslos y recordó con mucha vergüenza que no llevaba nada debajo por no que al no poder controlar la pena, ocultó su rostro en la curva de su cuello.

-Vaya, vaya estas provocando me, pequeño.- Dijo con voz seductora, acariciando aquella suave piel y comenzó a repartir besos en sus hombros, centrando se en sus clavículas. 

Elian negó frenéticamente sobre su hombro, totalmente avergonzado. 

-Y-yo quería decirte que el desayuno ya está listo.- Dijo agitado, sintiendo aún sus manos pasearse por su cuerpo. 

-Vamos entonces.- Y sin más lo tomó de los muslos, alzando lo como si no pesara nada bajó las escaleras y sin mas lo dejó sobre el sillón. 

Era la primera vez para Dylan que tenía un desayuno tan agradable, pudo apreciar cada una de las reacciones del adolescente, ademas ambos se habían dado de comer en la boca, disfrutando de la cercanía. 

Espero que les haya gustado, en verdad lamento no haber publicado antes, pero mejor tarde que nunca xD

Voten y comenten que les pareció. 

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Las amooooo



El Caperucito Y El Lobo (The Boy And The Wolf) YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora