llevo una semana aquí, estoy agobiado, han pasado tres semanas desde que aquella inocente murió, fui declarado culpable el 8 de marzo, hace una semana, estoy esperando mi juicio en lo que será mi condena, las investigaciones acabarán en un mes y medio y entonces mi condena, he repetido mil y una vez que yo no he sido, sé bien que disfruto del alcohol, marihuana y también tengo tatuajes, pero eso no me hace un asesino, yo no he matado a isabelle sweet, no sería capaz, debido a mi trauma no logro recordar, pero sé que soy inocente, por algunas noches tengo pesadillas, veo a un chico alto, tiene tatuajes, son cuatro flechas hacía arriba en su brazo, una pluma también en uno de sus brazos y una frase, sus ojos cafés no los olvido, le he dicho a lester, mi abogado lo que soñé, pero eso no es nada concluso.
- tienes visita - gritó el guardia golpeando la reja y haciéndome saltar ¿ visitas? mi madre ha dicho que no visitaría a un asesino y mi padre está muerto, no espero a nadie, caminé cabeza bajo hacía la sala de visitas, no había nadie, sólo una mesa, estaba la silueta de una mujer, delgada, traía una sudadera oscura y con el gorro puesto, no pude ver su cara incluso sentado. -¿ estará bien ? - le preguntó el guardia y ella asinitó, - no intentes nada - me advirtió el guardia y salió dejándonos solos, algo inusual.
-¿ quien eres ? - pregunté, son las primeras palabras que digo desde que estoy aquí, ella se quitó la capucha, vi unos ojos azules opacados por unas enormes bolsas negras, piel pálida y su cara muy delgada, ella podría ser muy hermosa si se lo propusiera, pero no sé quien es, sólo sé que yo he visto esa mirada, es de tristeza
- creéme lo sabrás pronto - ella estaba destruida, rompió en lágrimas, tiene que ser alguien de isabelle sweet, isabelle sweet, un nombre que nunca olvidaré
- no entiendo a que te refieres, si has pedido estar a solas conmigo para matarme, adelante - dije y me arrodillé en frente de ella y comencé a llorar, pues sé que no lo merezco, pero no quiero vivir una injusticia
- un asesino pidiendo que lo mate porque su vida es un asco ya que estará pagando su condena, pero esto lo elegiste tu, tu decidiste matarla y no solo la mataste a ella, me mataste a mi - comenzó a llorar, intenté tomar su mano, pensé que podría consolarla - no me toques, me das asco - y ella estaba en su derecho - levántate - intentó sonar firme, pero sentir la tristeza emanando de ella, la obedecí, era más baja que yo, la miré a los ojos, no la he matado, pensaba al mirar sus ojos - recuerda esto, cada palabras, serás mi carta suicida - ella planeaba matarla, caí en sus pies y me abracé a ellos y lloré
- no lo hagas, no la he matado - sollocé - por favor, no he sido yo
- ¿puedo saber por que lo hiciste? - pregunto
- no fui yo - rogué - te prometo que no he sido yo, no obtengo nada mintiéndote, seré condenado en mes y medio, necesito que me creas - me aferré mas a sus pies - no lo hagas por favor
- ¿ves esto? - ella mostró sus brazos, todos cortados - al matarla a ella, me mataste a mi
- no he sido yo - rogué llorando - no acabes tu vida, ella querría que seas feliz
- tu no sabes eso, no la conocías - y lo recordé
*** FLASH BACK ***
terminaba mi porro y oí los gemidos, eran gemidos de dolor, caminé a los arbustos y mientras mas me adentraba y la ví, él tenía el cuchillo, pero estaba de espaldas, levantó el brazo y tenía un tatuaje de una pluma, el cuchillo en su mano, lo bajó con fuerza clavándolo en su pecho y lo lancé a un lado
*** FIN FLASH BACK ***
- él tenía un tatuaje, debes creerme ¿me crees? así te lo podré contar - rogué