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La tarde era realmente tranquila ese día, Effy miraba las calles en paz mientras disfrutaba los cálidos rayos de sol que pegaban directamente en su rostro.
Desde que todo el mundo se había arruinado, había salido de esos muros 2 o 3 veces, su vida había sido complicada desde chica, con un padre violento, envuelto en el mundo de las drogas, el narcotráfico y una madre que amaba a su hija pero siempre se encontraba sometida por su agresivo esposo.
A sus cortos 18 años había vivido golpes, gritos, insultos, todo gracias a los problemas de su padre. Había conocido a Deanna y a Reg Monroe un tiempo antes de que todo comenzara, ellos amablemente le habían brindado un hogar a Effy y a su madre con el fin de mantenerse alejados de Simón.

Simon era un hombre mayor que logró enamorar a Samantha, una joven mujer con sueños y ganas de vivir, habían tenido una relación tóxica de la cual nació Elizabeth o Effy como su madre le decía. Simon nunca demostró amor por su pequeña hija, su mamá era la encargada de darle todo el amor que ella merecía, eran realmente felices cuando el hombre no estaba en casa, su padre se ausentaba por semanas debido a su trabajo con las drogas, y eso mismo fue el causante de que a los 17 años la raptaran, vivió aproximadamente un año de torturas tanto física como psicologicas, los hombres querían a su padre y su plan era tener a su hija para atraerlo, lo que nunca tuvieron en cuenta fue que a Simón poco y nada le importaba, motivo por el cual soltaron a la adolescente, quien llegó sola a su casa caminando, totalmente golpeada y en un estado de shock.
A pesar de todo Effy trataba de verle el lado positivo a todo, había sufrido, pero esos sentimientos estaban enterrados en el pasado o eso intentaba.

Miro el libro en sus manos y se percató de que no había leído nada desde que se había sentado en el porche de su casa, estaba aburrida, hace una semana aproximadamente Aarón y su novio habían salido a buscar sobrevivientes, ya los extrañaba, pero si sus cálculos no fallaban tendrían que volver es estos días.
Una enorme sensación de alivio la recorrió al notar movimiento en la entrada, las rejas se abrieron dejando ver un herido Eric, Aarón a su lado, seguido de ellos un grupo de aproximadamente 15 personas.
Effy se acercó corriendo para poder ayudar a Eric a quien abrazo inmediata
-dios mio, estas bien?- Eric asintió calmandola pero se paralizó cuando vio que el grupo estaba totalmente armado, escucho como Nicholas les comentaba sobre la regla de las armas y que tendrían que ir a hablar con Deanna pero sus ojos se clavaron de inmediato sobre una persona en especial, un hombre de cabello semi largo, con una enorme ballesta, algo dentro de ella cosquilleo, nunca se había sentido así, quedo completamente hechizada cuando sus ojos azules la miraron por un segundo. Aunque Eric logro distraerla cuando se quejó de dolor por su tobillo haciendo que la adolescente reaccionara y lo llevará con Pete a la enfermería, avanzaron unos metros y no pudo aguantar no gira la cabeza para volver a ver al hombre de ojos azules quien se dirija con su grupo a la casa de Deanna, dónde ella anteriormente estaba sentada.

Effy sintió cosas dentro suyo, cosas que nunca había sentido.

I love you Daryl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora