Entonces al momento de ver a la cucaracha no hizo expresión grosera alguna. Ni de asco, ni de miedo, solo de sorpresa.
-No sabía que ustedes pudieran hablar.
-No se suele saber mucho de nosotros realmente
-Todos inventan chismes crueles de ustedes o me equivoco?
-¡Sí!
-Y cuando por fin quieres extender tus alas para volar y ser libre. La gente se asusta de ti, y dicen que eres repulsivo...
-¡Siii! ¿Cómo lo sabes?
-Creo que no somos tan diferentes después de todo. Voy a dormir, estoy muy cansado y mañana sera un día muy ocupado. Nos vemos. Espero que estés bien. Hasta mañana pequeña.A la mañana siguiente se dió cuenta que la cucaracha había desaparecido. Preparó su uniforme quirúrgico para ir al hospital. De nuevo una maldita jornada de 24 horas le esperaba. Se dirigió al hospital, al llegar saludó a algunos de sus compañeros, también pudo presenciar el olor a muerte y el olor a suciedad. Quiso volver a su hogar, pero sabía que no podía abandonar el lugar.
Inició haciendo labores que no le correspondían. Y al terminar todo el trabajo desagradable "huyó" para esconderse a los dormitorios. Se sintió un poco observado. Cansado de todo, descansaría media hora. La hora que se suponía debía bajar a comer. El tenía su propia comida. Siempre cargaba con ella. Prefería eso a estar en una cafetería, con muchas personas, observándolo comer, juzgándolo. Como aquella vez que las cocineras se burlaron de él por ser vegetariano, cuando ni siquiera lo había mencionado, solo por el simple hecho de no servirse carne, sus compañeros haciéndo preguntas incómodas y juzgándolo lo tenía harto. Uno no está cómodo en los lugares que ha sido humillado o rechazado. No era muy apegado a los animales, prefería respetar la vida, odiaba comer "cadáveres" y tenía diferentes ideologías y gustos al resto. Por todas esas razones prefirió comer solo. Apenas comenzaba a darle una mordida a su sandwich cuando vió en la pared del dormitorio una cucaracha. No le sorprendía ver esta clase de criaturas. Se quedó observandola un poco hasta que le preguntó lo siguiente.
-¿Tienes hambre? ¿ Quieres algo de pan con tofu?La cucaracha extrañada de aquella pregunta, al ver que no había más humanos en los dormitorios, hizo algo que normalmente no haría si otro humano estuviese presente
-Sí, gracias -le respondió muy alegre la cucaracha
-Toma -arrancó un pedazo del sandwich y se lo dió
-¡Sabe tan delicioso! ¡Gracias por compartir tu comida conmigo!
-Es lindo saber que a alguien no me juzga y le gusta mi comida -sonrió y decidió descansar un poco en esa silla.
Ya había pasado la media hora, tendría que volver a ver a la gente y la sonrisa en su rostro se iba desvaneciendo. Se despidió de la pequeña cucaracha y partió de nuevo hacia el trabajo desagradable.-Creo que tengo mucho en común con ellos...
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La Cucaracha Rancia
Short StoryLa venganza puede ser tan amarga como el sabor que permanece en la lengua al darle una mordida a una cucaracha, o dulce como las sobras que encuentras en casa de tus padres después de dos días de no haber comido.