Mi querido Gato [Piñacri]

Tratando de mantenerme Hetero - Cap. 2

Punto de vista de Piñera

Personalmente, es uno muy lindo esta vez. Y no un feo como Maduro.
Sus ojos azules/grises y su pelo blanco, ya lleno de canas lo hacían ver mejor. Empezamos a platicar de lo bien que estaban estos países.

—Bueno, ya sabes, lo casual. Todo el país en la mierda. ¿Y qué tal el tuyo?—Dijo, me sorprendió lo genial que tiene todo.

—Ya sabes, lo de siempre. Todos me odian—Dije, me sorprendió que no me trabara por los nervios.

—Oye, ¿Sabés algo? Me caíste bien. ¿Te parece si vamos a algún lugar? Vos elegís porque vos conocés mejor que yo.

—Buena sugerencia, vamos. Conozco va— Fui interrumpido por un “Toc, Toc” en la puerta, abrí y salió una joven con un poleron, jeans y Vans, era la señorita Rayis Armandoa Victoria Gloria Sara María Eugenia Teresa López Fernández Herrera Pilar De Guadalupe.—¿Qué pasó Rayis?

—Señor, perdóneme pero el señor Marcelo Macri tiene que ir a fuma- digo, firmar algunas cosas.—Dijo mientras tomaba un café o postre o lo que sea del «Estarbaks». Tomó a Marcelo de la mano, el dijo «Quizá después, buenas tardes» y se fueron cerrando la puerta.

Decidí que desde ahora sería su “Stalker” así que me cambie a una cosa que cualquiera usaría. Mi gente me maquillo y me fuí a una plaza cerca de donde el tenía que firmar. ¿Cómo se dónde es? Porque esto es una historia de Wattpad y todo es posible. Luego de un rato salió y yo salí corriendo me escondí detrás de unos árboles ya que venía hacia la plaza.
Un adolescente de pelo rubio y ondulado parecía muy feliz hablando con su amiga que tenía el pelo café y ondulado también, se sentaron en el banco cerca de ellos y alcance a escuchar lo que decían:

—¡Mira! Ahí está Macri, el presidente de tu país —Se río y la otra miró mal a Marcelo. ¿«El gato» es su apodo?

—Que ganas de pegarle un tiro, boluda. ¡DEJA DE SUBIR EL DÓLAR FORRO! —Dijo la chica. Wow, es mejor presidente de lo que pensé.—¿Podés dejar de usar el puto celular?

—Aprovechemos de irnos, además tenemos que ir con Empanada y comprarle sus weas.—Dijo “Kika”.

***

—¡Disculpe señor Marcelo Macri! ¿Me puedo sacar una fo—

—Claro que si.—Vino un montón de gente de Dios sabrá donde, y empezó a maquillarlo y ponerle una bandera de Argentina.—Ahora posa, niña.

La cabra chica no prestó atención y me empezó a mirar fijamente, trate de bajar de la colinita con árboles pero me resbalaba y la cabra culia me seguía mirando, sacaron la foto y se fueron. Logré salir corriendo, pero por poco casi se entera Macri.