Llego a casa, sola como siempre.
Camino por mi casa y llego a la cocina, tenía la intención de comer pero no se me apetece nada.
Me dirijo a mi habitación, es mi refugio del mundo.
Lanzo la mochila al suelo y me tiro a mi cama, mirando el techo.
Agarro mi celular y mis audífonos.
Los conecto, mi música suena aleatoriamente.
Cierro los ojos para imaginar un hermoso lugar.
Pero no funciona.
Ciento como pequeñas gotas caen por mis mejillas, no quería esto. No puedo evitarlo.
Las lágrimas caen cada vez más y más.
La música sigue sonando.
Cada letra, cada sonido, cada canción, hacen que recuerde.
No debo recordar.
No quiero recordar.
Duele.
Por más felices que sean los recuerdos, me duele.
Me duele saber que esos momentos ya no están, nunca volverán.
Sigo llorando, me torturó a mi misma.
Observo un pequeño alajero que esta en mi Buró.
Lo tomo y con una llave que cuelga de mi cuello habro un compartimento secreto.
Allí esta.
La tomo y dejo cuidadosamente sobre mi celular.
Descubro mis mangas.
Miro mis brazos, mis muñecas.
Me quito lentamente la venda que tapa todo defecto.
Dejo las vendas junto a mi.
Toco mis heridas, hago una pequeña mueca de dolor.
Aún no sanan.
Tomo la pequeña navaja y la paso por las mismas costadas de hace unos días.
Duele, duele sentir como el filo corta.
Pero es lo único que me hace sentir viva.
La sangre recorre mi brazo y algunas gotas caen en mis piernas junto con mis lágrimas.
Corto en lugares nuevos.
Continuo lastimandome en el otro brazo.
Arde, siento cada cortada, cada gota de sangre que resbala y cae.
Dejo que siga su camino rojo brillante.
Vendo mis nuevas heridas y cubro nuevamente mis brazos con las mangas de mi suéter.
Limpio la navaja con un trozo de papel.
La coloco en el alajero.
Dejo el alajero en su lugar.
Camino al baño.
Lavo mis piernas y manos, manchadas con aquel brillante color rojo.
Regreso a mi habitación.
Es tarde.
Me acuesto en mi cama y, mientras lloro trato de dormir.
Luego de mucho, lo logro.
Finalmnete no siento dolor.
Mientras duermo imagino un mundo perfecto.
Desearía vivir eternamente en un sueño.
Desearía no despertar nunca más.
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Silence of the heart
Short StoryQuedase callada por miedo a que el pasado se repita. Sufrir en silencio.