Acaso no es suficiente mi cuerpo, nesecitas más de mi, dime de una maldita ves que es lo que buscas de mi
-callate maldición, no lo entiendes, quiero todo de ti, tu amor, tu cuerpo, tu mente, tu Dios, todo
Camino apresurado hacia el salón, al parecer el maldito de Jean viene a pedirme perdón... Si lose poco creíble, después de que me mandará dos cofres de oro en ves de piedras preciosas
-crees que sea real esto- pregunté a mi fiel seguidor, Erwin el único soldado el cual tenía su total fidelidad hacia mi -si fuera real costaría una fortuna-menciono riendo al momento que nos abrían la puerta para entrar al salón real, por obviedad nuestras expresiones cambiaron ha una inmensa seriedad
Richar el bocero rápidamente nos presento al mismo tiempo que me sentaba en mi trono y los demás se incaban ante mi
-a que se debe su visita lord Jean- hablo con firmeza Erwin, aunque claro exagerando la voz como era su costumbre para asustar
-su majestad, gran y poderoso rey, lamento a ver cometido una gran falta en su nombre, hoy en disculpas traje diferentes regalos para usted mi rey - como que algo no cuadraba en esto, había algo que estaba escondiendo y por obviedad no tenía ni puta idea
-guardias traiganlos- mis guardias tomaron el primer cobre de gran tamaño
- mire rey permitame- mencionó levantándose y mirando directamente, lastimosamente no le duró el gusto antes de tener una navaja entre sus piernas clavadas en el suelo, lo que le hizo caer -no oses revelarte ante el rey, que si tú vuelves a tener ese valor os te durara la pena más que el valor - dijo Erwin
-losiento su majestad, disculpe mi falta,- se levantó temblando mientras mantenía la cabeza gacha, abrió el cofre y tomo entre ellas diferentes telas, - mire rey para usted las mejores telas de todo Norcorea, creadas con las mejores plantas, y bañadas en oro brillante- sonrió con alegoría mientras yo continuaba inexpresivo, lo cual le quitó rápidamente esa estúpida sonrisa Después de unos segundos el segundo cobre llegó, nueve te lo abrió y saco de este una espada -esta espada esculpida durante meses, echa con rubia y diamantes que lo ayudarán en su camino- nuevente sonrió pero está ves el que hablo fue Erwin -agradecemos sus regalos pero esta claro que esto es una ofensa comparado con las riquezas de su majestad, si es todo lo que traes, puedes marcharte ahora
-no espere -grito en sorna mientras se incaban completamente -su majestad permítame darle este último regalo -dijo mientras levantaba una mano, y enseguida unos hombres caminaron hasta delante, no sabía con exactitud lo que había entre ellos pues no lograba verlo
-esta es la mayor Jolla, la mujer más hermosa de toda Corea y en este momento la sedemos a usted..
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No me iba a quedar con las ganas de subir esta historia, neta me llegó de repente y dije, la tengo que publicar
Aunque les recomiendo que no lean yaoi, Al último van a querer solo hacer yaoi y nada etero :'v
