La concubina de un rey Rivamika

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Parecía una muñeca de porcelana, su piel era hermosa, sus ojos solo demostraban inocencia y ternura, su cabello delgado como la ceda, baje la mirada sin disimulo, su pequeña cintura, pero grandes pechos, en la parte trasera también se veía que está chica estaba muy bien dotada, claro sería una lástima que negara este precioso regalo más sin embargo esto significaba esclavitud, no pelee durante años buscando la libertad para que en este momento yo mismo hiciera

-lamento mucho el recorrido que tuvieron que recorrer pero debo negar esto, por obviedad la chica sufrirá y no puedo permitir esto-hable por primera ves.

Hoo no su majestad, para ella no es ningún problema contal de servir a su pueblo, mi hermana está satisfecha y contenta con hacer esto-

Al escuchar la palabra hermana, sentí como mi alma salía de mi cuerpo, por dios como era capas de dar a su propia hermana en ofrenda para ser mi concubina además de que bien sabe que una concubina deja de ser humana ante los ojos de todos, pues solo sería de mi pertenencia como cualquier objeto

-de cualquier manera, yo no nesesito una esposa, si es bien sabido que nunca me ha interesado desposar a alguien y no le gustaria pensar que usted me está obligando a algo

-no su majestad por supuesto que no, se muy bien que usted tiene un arem de mujeres hermosas, y aunque bien sé que mi hermana no es hermosa ella le servirá bien- ja tenía ganas de burlarme de el, como que no era hermosa, estoy seguro que ninguna de las mujeres que poseo tiene la mitad de que lo está princesa tiene.

Pero algo seguía sin cuadrar, que pueblo tan terrible estaría tan a favor de dar a su princesa sin remordimientos, está claro que hay una trampa

Silencioso con un movimiento de mano llame a Edwin y en voz baja hable
-que los guardias la escolten a una cabaña-

Me levanté de mi trono y salí sin voltear a ver mientras escuchaba hablar al estupido de jean, le pedí a Armin que escribiera todo

Al llegar lo suficientemente lejos, ni Erwin ni yo logramos contener la risa

-tengo tantas ganas de ver su horrenda cara llena de molestia- mencioné entre risas

- por dios hombre no creí que fueras capas de hacerle ese acto tan grande de groseria- mencionó mientras se doblaba muerto de la risa

-ese idiota cree que puede engañarme pero se muy bien que algo está tramando

-posiblemente, pero dime, se muy bien que te encantará embestirla  - dijo un poco más calmado

-sabes que es de muy mal humor hablar de una doncella así

-y quien mencionó a la princesa, yo me refería a galopar la nueva montura que te ha regalado el lord Jean-

Este tipo quiere hacerle de inocente, lástima que nos conozcamos tan pero tan bien

-estoy seguro que si tomo esa yegua voy a morir, seguro que le dio algo de comer para volverla loca en cuanto me monte en ella- seguí su juego

Aunque no puedo mentir, y él sabe que me estoy muriendo de ganas de ir a ver a la nueva reciente en mi palacio

-no le daré el gusto de ir corriendo y que él se entere, esperaré un mes antes de ir a verla

-sabes que sería genial, que después del mes se la devolvieras sin siquiera avería visto, eso sería una gran deshonra para el

-y desaprovechar a esa virginal mujer dudo mucho seguir tu consejo -rei.

Luego de eso guardamos silencio mientras nos aproximabamos al arem, que era prácticamente una cuarta parte del castillo, cada uno con una cabaña muy bien creada, con una habitación gigante y un perímetro lo suficientemente grande para que pudieran tener su espacio personas

-algo está tramando, dudo mucho que me diera a su hermana solo porque si

-tengo un presentimiento pero no lo creo

-dimelo, yo no pude encontrar nada, tenía un cabello que parecía oro, ojos que derramaban dulzura y ternura, y ni hablar de lo demás porque tú misma lo viste

-de cualquier forma, recuerda que el día que la toques por primera ves, su perfecto cabello deslumbrara demostrando que está sana, y si no, pues puedes matarla en cualquier momento

-hoo gracias por tus grandes palabras amigo, sabes que amo matar a una chica discapacitada

Esta apunto de responder, pero el callo en el silencio al ver que habíamos llegado

-cree que ella pueda conseguir algo más de información

-si, confío en ella, no por nada es la mujer con la que contraere matrimonio

-sasha es hermosa y bondadosa espero y lo ayude- sonrió amable

Regrese la mirada a la puerta y entre, para rápidamente sentir un fuerte abrazo

Ella era una chica muy risueña u algo loca, no era rubia, a comparación de las otras, era pelicafe pero no me importaba compensaba todo con su actitud y fidelidad

-tambien es un gusto verla- sonreí mientras ella tomaba de mi mano guiándome hacia la pequeña mesa, en la cual siempre conversábamos hasta que subíamos a la recámara

-he escuchado de las mucamas que acaba de llegar una nueva adquisición mi rey

-si, y sabes también porque vengo hoy aquí

-creame que si ella y su hermano tratan de hacer algo lo descubriré

Claro ella me era fiel, había estado con mi difunto hermano pixie y siempre le siguió hasta su muerte. Y ahora como compensación la tomare como esposa, creo que ella se lo merece más que nadie

-gracias- dije sincero mientras me levantaba dispuesto ha ir a aquella habitación donde siempre la tomaba

-vamos mi rey- se inclinó y camino a pasos delante de mí, moviendo seductoramente sus caderas, que apesar del vestido que llevaba, sabía cómo atraer a un hombre

Abrió la puerta y lentamente comienzo a desvestirse, tan lento que provocaba mil cosas en mi, todas y cada cosa iban directo a mi entrepierna

De repente, la imagen de la mocosa llegó a mi mente, mirándome inocentemente mientras se quitaba cada prenda

Pronto ya no era Sasha era la Mocosa de la cual nisiquiera sabía su nombre

-vamos príncipe no le haga esperar- esa voz, enseguida me hizo reaccionar y darme cuenta que la mujer que tenía delante de mí no era ella, era otra muy diferente a la que muy pronto me uniría

Despeje los pensamientos de esa niña, y me comencé a desvestir, sintiendo la mirada de Sasha

Neta no me había sentido tan inspirada desde "Eres Mía"