37 - Epílogo

207 21 2
                                    

Era una tarde tranquila (demasiado), cuando estábamos mirando películas, tú sentado en el sofá con las piernas abiertas y yo a su vez entre éstas con mi espalda recostada sobre tu pecho. Comíamos palomitas tranquilamente cuando sentí algo helado al fondo del cuenco, y la curiosidad me hizo asomar el ojo. Fruncí el ceño y levanté la pieza de plata frente a mis ojos leyendo en ella escrito un "JW × MT".

- Oh shit - escuché desde detrás mientras arrebatabas el anillo de mis manos.

- ¿Jackson?

Tras un momento de silencio, sentí tu pecho inflarse para después oírte soltar un suspiro.

- Yo... Esto no debía ser así, se supone que iba a ser de otra manera, no sé qué estaba haciendo ahí, estoy seguro de que lo dejé en mi bolsillo. Soy un inútil, seguro qu-

- Jackson - te corté girando mi rostro para mirarte y cortar tu veloz parloteo.

Otro suspiro.

- Yo... Mark, te amo, y eres lo más importante que tengo en mi vida. Después... Después de lo que pasó - tus ojos se aguaron al mencionar el tema de mi enfermedad -, me di cuenta de que no quiero perder ni un segundo más contigo. Quiero estar a tu lado el resto de mi vida, lo tengo claro, y es por eso que... - te levantaste para después hincarte sobre una rodilla frente al sofá -. Mark Tuan, ¿quieres casarte conmigo?

- Pero... Jackson, ni siquiera nos hemos graduado todavía.

- Lo sé. Esto no tiene que ser inmediato. Obtendremos el título en unos meses y después de eso podremos ir ahorrando para organizar algo modesto. Claro está, si aceptas...

Tras un silencio más, me agaché en el suelo para estar a tu altura y abrazarte.

- Te amo, y obviamente que quiero casarme contigo - profesé mientras me anclaba a tu cuello.

Ambos reímos por la forma en que tus planes fueron chafados por meses -yo más que tú, burlándome del momento mientras tú hacías pucheros indignados pues, según tú, "tenía que haber sido en un valle, de noche, con vistas al mar y fuegos artificiales mientras pasaba una avioneta con la pregunta en un cartel atado"-, hasta que, gracias a un trabajo ahora estable y mejor pagado, logramos ahorrar lo suficiente para una ceremonia humilde, con los invitados justos y una cena en el Papa Johns.

Quizá muy cutre para algunos, pero para nosotros fue perfecto. Lo único que importaba ahora era estar disfrutando de una maravillosa comida en buena compañía y con una alianza en nuestras manos que simbolizaba más que cualquier palabra o papel firmado. Que decía que nuestro amor era tan puro que cruzaríamos una y mil veces cualquier problema o enfermedad para seguir adelante como pareja (aunque claro, estar dispuesto a ello no quiere decir desearlo, así que mejor que nada de eso pasase).

Sólo importaban las miradas llenas de cariño que cruzábamos Jackson y yo de vez en cuando.

Y, por supuesto, también importaba la manera en la que consumaríamos ese amor de la manera salvaje y tan única así como nos encantaba hacer cuando llegasemos a casa.

Sí y mil veces sí quiero recordar esos momentos (incluido cuando necesitamos quedarnos en cama al día siguiente por la apasionada noche que tuvimos).

Fin~

-Cheetah P.

Todas Las Cosas Que Quiero Recordar ➯MarkSonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora