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-Gracias Finn- me agradece mientras caminamos dentro del establecimiento

-No es nada princesa- asiente con la cabeza y me despido para irme a biología. Al llegar la profesora me mira con mala cara pero me deja pasar

-La próxima que llegas tarde Wolfhard vas directo a detención- revoleo los ojos sin que me vea y aunque sé que me distrae me siento al lado de la ventana. Media hora después de solo ver el paisaje y pensar cosas inútiles, siento como presionan mi espalda repetidamente. Giro la cabeza y me doy cuenta que era Sadie, la fiel amiga de la castaña.

-¿Donde está y qué le has hecho a mi amiga?¿Sabes cuantas veces la llamé? Hasta casi llamo a sus padres pero ¿que se supone que les diría? Hola señor y señora Brown, resulta que perdí a su hija en la fiesta que supuestamente no íbamos a ir y por lo que sé se fue con un chico el cual nadie tiene su teléfono así que no me puedo comunicar con él y seguramente esta muerta- La pelirroja estaba alterada y no la culpo para nada, no sabía que Millie no había avisado, ni tampoco me interesaba pero ahora me estaban culpando de algo que no era responsable

-Oh Sadie yo muy bien, gracias por preguntar- su cara cambio rápidamente de confusión a frustración por lo cual decidí sólo decirle lo qué pasó y seguir en lo mío- no está muerta solo vino a casa, durmió, se levantó y la traje para aquí-

-¿N-no pasó nada ahí no? Porque ella estaba borracha y tú sabes...- simplemente sople enojado y me preparé para responderle

-Mira Sadie puedo tener fama de acostarme con todas y no digo que sea falso pero ¿Enserio crees que podría abusar de su estado solo para acostarme con ella? Si piensas así te equivocas y no eres nadie para juzgarme, no me conoces ni yo a ti así que agradecería que no te metieras en mi vida- grité y todo el salón nos miró

-Finn Wolfhard a detención ahora mismo- no tenía ganas de discutir más, solo agarre mis cosas y me dirigí al último salón. Caminaba por los pasillos a grandes pasos, por poco sacaba humo de las orejas pero al pasar por un salón la vi a Millie. Me quedé mirándola desde la ventana hasta que ella se gira y me mira, levanta la mano y me sonríe. Repito su gesto para luego seguir mi camino.

~

Suena el timbre y solo pienso en salir de aquí para ir a la cafetería,  aunque me va bien en clases no me interesa pasar más de 5 horas dentro de un lugar donde lo único que hace la gente es presionarte a ser alguien que no sos y a que te interese mas como te ves que como piensas

-¡Millie! Oh por dios amiga pensé que estabas muerta- me abraza sacándome el aire- le pregunté a Finn pero se enojo y grito y fue a detención y me sentí culpable pero no pud-

-Espera un poco zanahoria- Sadie hablaba muy rápido y no podía entenderle una sola palabra- solo escuché que Finn se enojó ¿Que pasó?- una pequeña risa salió de su boca

-Ay Millie creo que te gusta el ruloso- Abrí los ojos lo más grande que pude y negué a morir, solo fueron unos besos que ni recuerdo- casi me olvido, necesito que me cuentes todo lo de anoche ya mismo- reí y le conté lo que me había contado Finn, ya que no me acordaba mucho- eso es todo... huele muy bien por cierto

-¿Quien huele bien?- Noah apareció por detrás y me dió un beso en la mejilla mientras se sentaba al lado mío y sacaba de su mochila una manzana verde que se veía muy deliciosa

-Finn, el nuevo chico de Millie- el rojo invadió mi cara pero no pude decir nada. Noah parecía molesto o disgustado o las dos, mordió la manzana y se quejó de que estaba fea para luego retirase a paso apurado. Mire mal a Sadie, capaz lo habíamos incomodado, no suele ponerse así, es nuestro mejor amigo pero últimamente se molestaba bastante- Perdón- rio- creo que tu otro príncipe viene para aquí- canturreo mirando a la puerta de la cafetería. Me di vuelta y me de decepcioné cuando vi que no era un alto ruloso, sino Jacob Sartorius.

Chicos como tú (fillie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora