Es curioso ver como el afecto surge sin que nos demos cuenta. De pronto sólo logras apreciar mejor las virtudes de otros.
La sonrisas son tan contagiosas. Su voz es un timbre de alerta, su risa una alarma de triunfo. Las acciones abren paso a oportunidadades especiales, y debes controlar tus impulsos de para no verte demasiado obvio.
[...💚...]
Pestañeaba, y miraba por el rabillo del ojo, respondía una pregunta, hablaba, pestañeaba y miraba.
Ese era el patrón de los orbes verdosos. Limitándose a sólo apreciar al pelirrojo, quién hablaba divertido con sus amigos.
Urata aceptó doloroso desde hace ya un tiempo aquellos sentimientos que lo tenían hecho un lío. Recuerda su batalla mental sobre si hacerlo o no.
''¡Si yo quiero quererlo lo hago!¡Al diablo si es hombre!''
Fueron las palabras que gritó el día de su desorden mental. Dentro de sus hartadas vueltas en qué hacer, fue su decisión.
Ahora era más claro, esa etapa pasada ya no lo aturdía.
—¡Urata!
Diablos…
—¿Qué quieres?— preguntó sobresaltado. Tenía miedo de que hubiera descubierto sus constantes ojeadas.
—Acompañame a la cafetería— sonrió, acercándose al castaño con su mirada carismática—. Te compraré algo también— ofreció.
El de menor altura lo siguió, pensaba en algún tema de conversación, mas no lo hallaba.
Antes hablaba fluidamente, de alguna manera sólo con abrir la boca ya sabía que decir, y por alguna razón esto empezó a desaparecer justo cuando sus sentimientos comenzaron a flotar en otro camino.Podía decirse que el destino no está a favor de los enamorados. O que la complejidad del amor era mucha.
Él no estaba familiarizado con tales temas, y de alguna forma hacía grandes intentos (aunque no aceptara esto por su orgullo) para acercarse más al pelirrojo. Había ofrecido su corazón.
Lo poso al frente de Sakata, él probablemente habrá sentido alguna calidez, y cuando lo hizo lo dejó ahí, esperando la aceptación de este, y que lo tuviera en sus manos, alegre.
¿Y cómo iba el proceso?
Realmente no sabría explicarlo.
—Toma— extendió un jugo de melocotón—. ¿Si te gustan, verdad?— asintió levemente.
Lo que no sabía el de cabellera chocolate era la constante correspondencia de miradas por el pelirrojo. Le veía y sus mejillas se encendían rosadas casi automáticamente.
A vista de Sakata, el malhumorado tanuki le era adorable. Sabía que era violento por su orgullo y timidez, y eso para él era aún más lindo.
A veces no podía soportarlo, y de alguna manera terminaba abrazándolo desprevenido, cosa que el mayor no lo tomaba demasiado bien. Siempre recibía un insulto, pero a cambio lo tuvo cerca unos segundos, para él era válido.
Otras veces en sus tiempos libres se dedicaba a buscarlo con la mirada, no podía desprender su atención de él, toda su cabeza estaba en un focus de atención exclusiva a Urata.
—¿Qué quieres?— su acompañante frunció el ceño—. Me estas...Viendo…— hizo un puchero y volteó la vista.
Era dulce.
—Pensaba.
—¿Sobre qué?
Sobre quién.
—N-nada.
—¡Dilo!
—¡Q-que no es nada!
[...💚...]
—Sakata es un idiota— su amigo rubio lo escuchaba pacientemente—. No logro saber qué es lo que piensa— bufó.
—Pero eso nadie puede saberlo— respondió Senra.
—Es cierto...Espera, eso es lo más inteligente que has dicho, Sen—burló, el contrario sólo se hizo el ofendido.
—Entonces...¿Quieres saber lo que piensa?
—Ajá.
—¿Acerca de…?
—Hmm...Es que últimamente lo notaba distraído, se pierde en las conversaciones o en su mente... ¿Tal vez le gusta alguien?...— se esforzó por no tartamudear, no debía hacer tan obvio que estaba interesado en cualquier clase de información que podría obtener de ello.
—Oh, bueno, él siempre se ve feliz, a lo mejor quiere a todo el mundo— acomodó su cabello—. Pero estoy seguro de que hay una persona que el gusta.
—Ohh...¿Q-quién?
—No te diré.
—¿Por qué?— su esfuerzo había cedido, y tenía una clara mueca de disgusto.
—¿Para qué quieres saber?
—Es sólo curiosidad. ¡Sen!
—Alto, alto, alto— un tercero se agregó a la conversación—. ¿Qué sucede?
—Shima~ Urata me hace daño~— acusó el rubio.
—Sabe quién le gusta Sakata, y no quiere decirme.
—Oh~— vio cómplice a Senra—. Pues, yo no diré tampoco quién es— tomó el brazo del más alto—. Vámonos.
—¡Oigan! ¡No es justo! ¿¡Porqué no!? No pueden excluirme así.
—¡Porque eres un estúpido, ni aunque te digamos lo entenderías!— gritó a lo lejos, caminando con el rubio.
¿Cuál era su problema? ¡Era injusto que él no supiera!
¿Estúpido? Ja, él era más estúpido.
Tal vez era correspondido, de otro modo ¿Por qué no le dirían?
Si, como no.
—¡No! ¡No! Sería muy bueno para ser verdad— fue a deambular por alguna zona del instituto, quisiera sólo preguntarle quién era, pero sería algo extraño.
¿O no?
Antes podía hacerlo sin problemas, y ahora simplemente pensaba que delataría todo. Cuanto poder tenían las situaciones.
Pensaba que podría interpretarlo muy diferente.''—¿Quién te gusta, Sakata?''
Que para él sería decir:
''—Me gustas, y quiero saber quién es la persona que quieres porque estoy celoso.''
Lo que podría escuchar el pelirrojo sería un misterio, pero definitivamente no se iba a arriesgar.
[...💚...]
¡Hola, hola!
Gracias por leer 💓
Créditos a VeronicaNavarro660 por darme la idea base de la historia